Los eructos, esos aires incomprendidos

Comer deprisa, beber con pajita o estar nervioso favorecen una producción excesiva de gases

P. O. / E. P.

Cada persona eructa una media de 15 veces al día. A veces ni te das cuenta... otras vaya que si te das. Eructar o regoldar mediante la emisión por la boca de aire o gases que provienen del estómago es la solución más rápida para acabar con esa desagradable sensación de llenura o hinchazón que se conoce como distensión abdominal. Y, aunque no está bien visto socialmente es tan normal como la vida misma. Pero claro, a veces tienes que contenerlos.

Según datos del Colegio Americano de Gastroenterología, en la población general hasta un 7% de personas padece de eructos excesivos o molestos, y un 11% afirma sentir distensión abdominal con frecuencia. Las personas sanas expelen gases (flatos) diez veces al día de media, aunque expeler gases hasta 20 veces diarias todavía se consideraría normal.

La tolerancia al gas

Así, existen muchos factores por los que se tienen este tipo de gases: la cantidad de aire tragado, la eficacia del tracto gastrointestinal para movilizar y expeler el aire o gases, y la cantidad de gases producida por las bacterias que habitan en el colon y actúan sobre los alimentos no digeridos por completo. Además, cada persona es diferente en cuanto a su sensibilidad o tolerancia a cantidades normales de gas retenido, o al paso por el intestino de cantidades normales de flatos.

¿Por qué se tienen eructos?

¿Por qué se tienen eructos?

Un exceso de gases no suele ser síntoma de patología, y puede deberse a la ingesta de bebidas con gas o comidas que fermentan, como las coles de Bruselas o las legumbres, por el simple hecho de comer o de hablar se puede tragar más aire. En este sentido, el Colegio Americano de Gastroenterología explica que algunas personas tragan demasiado aire, el cual ingresa al estómago.

Comer rápido, engullir la comida o bebida, y otros hábitos como beber con pajita, masticar chicle, chupar caramelos o usar dentaduras postizas flojas podrían contribuir a que la persona trague aire en exceso. Cuando una persona está nerviosa traga con mayor frecuencia y traga más aire. Pero también hay personas que tienen la capacidad de eructar a voluntad.

Al mismo tiempo, indica que existen algunos medicamentos de venta bajo receta médica que, a propósito, inhiben las enzimas digestivas (la acarbosa, por ejemplo) y otros que contienen azúcares no digeribles (lactulosa y sorbitol), a fin de cumplir con su cometido. Con frecuencia, dichos medicamentos provocarán síntomas asociados a gases.

El aire tragado que no se expele mediante eructos transita por el tracto digestivo y, al final, sale en forma de flatos por el recto. En personas normales, casi el 50% de los gases expelidos por el recto se deben a aire tragado, según este ente americano, pero esta cantidad puede aumentar bastante entre aquellos que tragan aire en forma excesiva.

Asimismo, llama la atención sobre el hecho de que, pese a que la cantidad de gases podría ser normal, la gente puede presentar distensión abdominal y exceso de gases debido a que estos no se movilizaron eficazmente, y podrían acumularse para provocar esas molestias fruto de más estiramiento de las paredes intestinales.

Consejos para disminuir eructos

Consejos para disminuir eructos

Para disminuir los eructos se aconseja comer despacio, masticar adecuadamente y evitar las comidas y bebidas que puedan producir más gases. Acerca de cuándo acudir al especialista, solamente en caso de que un exceso de eructos o gases limiten la actividad diaria de la persona, por ser muy molestos o demasiado frecuentes o se acompañen de otros síntomas digestivos.