Saúl Furones forma parte del Colectivo de Jóvenes de Castilla y León. Emigró a Dublín ante la falta de oportunidades en la comunidad y el conjunto nacional y participará en el III Congreso de Razones Para Quedarnos, organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que se celebrará el 28 de octubre.

–Lleva varios años viviendo en Dublín, ¿qué le llevó a emigrar? ¿planea volver a Zamora en algún momento?

–Estoy deseando volver a Zamora, a Benavente, al lugar que me vio crecer y donde está toda mi gente. Estoy deseando devolver a mi tierra todo lo que me ha dado. Me vine a Dublín por la falta de oportunidades profesionales en Castilla y León y la precariedad laboral que existe para los jóvenes en España. Y esto no es nada nuevo en mi familia, yo soy emigrante de “tercera generación”. Tanto a mis abuelos como a mis padres les tocó dejar Zamora para ganarse la vida. Ahora bien, también considero que pasar un tiempo fuera de casa es positivo tanto para el desarrollo personal como profesional, se aprenden una serie de habilidades sociales para las que no existe una formación reglada. Pero el irse debe ser siempre una opción individual, no una imposición.

–Se habla continuamente de “retener el talento” pero, ¿cree que se está haciendo todo lo necesario? ¿qué hace falta para que los jóvenes se queden?

–No, todo son titulares, discursos, fotos y palabrería. Faltan acciones concretas, coordinación entre administraciones, voluntad política y rendición de cuentas. Tanto en España como en Castilla y León se llevan varios años dando palos de ciego con políticas demográficas nefastas por las que nadie ha sido señalado, nadie ha pagado las consecuencias de su fracaso, seguimos teniendo lo mismo y a los mismos al frente. Para que los jóvenes nos quedemos (o volvamos) hace falta un cambio de mentalidad radical. Muchos hemos sido educados bajo el “estudia hijo y tendrás un trabajo mejor que el mío lejos de aquí” y eso ya no funciona así. Primero porque la educación universitaria ya no garantiza un futuro prometedor como antaño; y segundo, porque no debemos entender la prosperidad como aquello reservado solo a “territorios de primera”. Así mismo, para que los jóvenes podamos quedarnos o volver hace falta un techo bajo el que poder dormir, una nevera que poder llenar y por tanto una nómina estable para pagar ambos. Acceder a una vivienda es un calvario, bien por escasez como ocurre en el medio rural o bien por su precio como es el caso de muchas urbes. Y para acabar con esta situación de escasez y especulación inmobiliaria hace falta voluntad política. Cuando se presentan los presupuestos generales del Estado tan solo se habla del gasto en pensiones o en infraestructuras que se llevan el grueso de las partidas. Pero, ¿qué hay de las políticas de emancipación y fomento de la natalidad para jóvenes? No solo estamos estereotipados, también abandonados por parte de las administraciones.

–¿Cree que se puede revertir la situación en Zamora?

–Se puede y debe revertir la situación demográfica de Zamora. Tenemos los recursos naturales, patrimonio y geografía ideal para ser cabeza tractora de Castilla y León. Pero se deben crear las condiciones para florezcan nuevas industrias y fortalecer las ya existentes, para que se puedan quedar los que lo desean y puedan volver los que se vieron obligados a marchar. Pero para ello necesitamos más autoestima, querernos más como pueblo. Existe una creencia generalizada en la provincia Zamora de que no nos merecemos más, de que “es lo que hay”. Y no es así, tenemos los mismos derechos que el resto y merecemos un futuro digno.

–¿Puede constituir la digitalización una forma de generar empleo entre los jóvenes de la provincia?

–Indudablemente, el teletrabajo es el gran descubrimiento de la pandemia. Se demostró que es posible tener una plantilla productiva y motivada sin necesidad de compartir espacio físico. Pero aquí entra en juego la conectividad. Estamos en una provincia donde muchos pueblos se quedan sin televisión y línea telefónica cuando hay tormenta. Castilla y León es la comunidad autónoma con mayor número de municipios (85) sin cobertura de internet, en pleno 2022. En el Informe sobre Cobertura de Banda Ancha 2021 del Ministerio, la provincia de Zamora aparece la segunda por la cola (53,52% del territorio) en acceso a internet con velocidad igual o superior a 100 MBP. La última Soria con un 51,13%. Así mismo, el teletrabajo plantea retos. Se debe crear una cultural del teletrabajo y esto se consigue a través de: espacios para tele trabajadores, beneficios fiscales para empresas que fomenten el teletrabajo y para trabajadores que escojan remoto, así como formación para el liderazgo.

–¿Qué sectores sería conveniente fomentar en las zonas rurales para incrementar las oportunidades laborales?

–Los sectores pre existentes, y en especial es sector agroalimentario. La agroalimentaria es una industria potente en la provincia, tanto la materia prima como la transformación se hace aquí, lo que permite que el valor añadido se quede en la provincia con el efecto generador de empleo y riqueza que eso conlleva. Hay que fortalecer aún más si cabe el sector, que la investigación (I+D+i) y las empresas auxiliares se trasladen también a la provincia. Por otro lado la logística tiene que jugar un papel fundamental, nuestra posición geográfica estratégica en el cuadrante noroeste y la vecindad con Portugal han de ser explotados de manera inteligente para crear redes logísticas que conviertan a Zamora en un gran hub del transporte terrestre.

–¿Cree que el Erasmus rural puede suponer un impulso en la lucha contra la despoblación?

–Estoy convencido de que el Erasmus Rural será beneficioso para el medio rural. Abrirá los a ojos a muchos de los participantes sobre la vida en el pueblo. En ocasiones se tiende a estereotipar la vida rural y la gente no conoce la realidad de vivir en un pueblo, pero la experiencia en primera persona hará ver a muchos participantes que es posible tener una vida plena y feliz viviendo en un pequeño municipio y tendrá también un efecto positivo para el pueblo recibir a nuevos moradores de diferentes lugares y otras experiencias vitales.

–Pertenece a la agrupación Jóvenes Castilla y León, ¿qué acciones tienen en marcha?

–El Colectivo Jóvenes Castilla y León nació como un grupo crítico y propositivo. Crítico contra la dejadez absoluta hacia la comunidad que un día fue motor de España y propositivo poniendo sobre la mesa ideas y acciones concretas para acabar con la lacra de la despoblación que es el verdadero conflicto territorial de España. Jóvenes de Castilla y León presentó una batería de 48 medidas y 200 acciones durante la fase consultiva para la aprobación de la Ley de Dinamización Demográfica en las Cortes de Castilla y León. Durante la pandemia, se trabajó en un documento sobre los Retos de Futuro en Castilla y León y como abordarlos. En épocas concretas del año, como navidad o el Día de Villalar, lanzamos campañas de concienciación sobre el drama de la despoblación y consiguiente emigración. Colaboramos activamente con instituciones y otros agentes para “educar en la despoblación”, mediante participaciones en conferencias, charlas y seminarios. Hemos salido a la calle y organizado protestas por los incendios y la desidia de las administraciones, y lo volveremos a hacer, porque cruzarnos de brazos no es lo nuestro.