La conexión AVE Oporto-Zamora es factible y compatible con Salamanca

Esquema de la alternativa del AVE Oporto-Madrid por Zamora, la óptima, según Braganza. | Estudio Vale D´Ouro

Esquema de la alternativa del AVE Oporto-Madrid por Zamora, la óptima, según Braganza. | Estudio Vale D´Ouro / Carlos Gil Andrés

Editorial

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La salida ferroviaria de Portugal hacia Europa recuerda mucho al debate que, durante años, se sostuvo en el caso de la conexión por AVE a Galicia. El plan de infraestructuras elaborado en 1994 por el departamento del entonces ministro socialista Josep Borrell únicamente contemplaba la construcción de la vía férrea a través de León, pese a que los propios técnicos desaconsejaban ese trazado por complejo y por tiempos de viaje. Fue una decisión política, la presión ejercida por el que fuera presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga, la que posibilitó la compatibilidad de los dos corredores, en medio de una polémica en la que también Zamora defendía su derecho a acceder al transporte del futuro. Y, a pesar de los retrasos, los años transcurridos demuestran la idoneidad de mantener el pasillo ferroviario zamorano, condenado a ser desmantelado si los planes iniciales del Ministerio de Obras Públicas de la época no se hubieran variado un ápice.

Ahora, la única alternativa que se contempla para la conexión desde el puerto de Aveiro, próximo a Lisboa, hacia el centro de la Península y el resto de Europa, pasa por Salamanca. Pero en el Norte de Portugal se ha abierto un debate, iniciado meses atrás por el presidente de la Cámara Municipal de Braganza, al que se ha sumado esta misma semana el alcalde de Oporto, el polo industrial y de servicios más importante de la zona. Los vecinos lusos lo tienen más que claro. Si se busca construir una línea férrea rápida y eficaz es la que conectaría con el AVE de Zamora. De nuevo existen argumentos técnicos a favor: un estudio realizado por la Asociación Vale D´Ouro pone de manifiesto las ventajas en las distancias y en los tiempos. Oporto quedaría comunicada con Madrid en hora y media de viaje.

Zamora no busca competir con nadie. Explora alternativas para dejar de ser la provincia con mayores índices de despoblación y envejecimiento. Para abandonar el último puesto de las estadísticas de actividad económica

El movimiento social está calando en el territorio de la Raya, donde se han celebrado ya varios foros. Y en ellos, antiguos escépticos, como el presidente del puntero Instituto Politécnico de Braganza, también diputado de la República portuguesa, Sobrinho Teixeira, reconoce haber cambiado de opinión sobre la viabilidad del proyecto y, sobre todo, el impacto positivo que tendría, en territorio luso, para la economía de la zona de Tras-os-Montes, justo al otro lado de la frontera zamorana. La batalla en el país vecino, pues, ya cala en el ámbito político. Aquí se perciben los mismos miedos que treinta años atrás.

Hace una semana, la consejera de Movilidad de la Junta de Castilla y León evitaba entrar en el fondo de la cuestión e instaba a evitar una «guerra» entre las provincias zamorana y salmantina. Tres décadas atrás, ese mismo temor se expresaba desde el Gobierno autonómico ante el supuesto «enfrentamiento» de los intereses de Zamora con León. Pero ni entonces ni ahora Zamora busca competir con nadie. Explora alternativas para dejar de ser la provincia con mayores índices de despoblación y envejecimiento. Para abandonar el último puesto de las estadísticas de actividad económica. Por eso, no es descabellado pedir que ese pasillo de Oporto a Zamora se construya. En la misma zona donde se espera que se finalice la autovía hasta la frontera portuguesa, también desde hace la misma friolera de años.

Hasta el secretario general del Eixo Atlántico se ha pronunciado a favor de la iniciativa del Norte de Portugal. Del lado español no puede decirse lo mismo. La Junta evita polémicas que se traduzcan en enfrentamientos territoriales. El Comisionado del Gobierno español ha sido aún más claro en un encuentro del Eje Atlántico celebrado en León. Las salidas de Portugal hacia España se harán por Salamanca y por Badajoz. Ninguna opción para el posible trazado zamorano.

Todo un jarro de agua fría para posibles expectativas, al que hay que añadir que, en ese mismo encuentro, tampoco se habló de la pretendida recuperación del Tren Ruta de la Plata que el Gobierno central se comprometió a estudiar solo tres meses atrás. También en febrero, la Delegación Española del PP en Bruselas presumió de haber logrado, con la presión del grupo popular europeo, que la Red Transeuropea de Transporte incluyera el eje norte-sur, de Gijón a Sevilla, desmantelado en 1985. Parece que la realidad va ahora en distinto sentido, pese a estar en época tan propensa a promesas como una precampaña electoral a la Presidencia del Gobierno del país.

Está más que justificada la apuesta de la mano del norte de Portugal. Los responsables lusos exigen el mismo compromiso del lado español. Y en ese compromiso debe escucharse la palabra, alta y clara, de las instituciones y los colectivos sociales zamoranos

Hablamos de proyectos sobre el papel, de intenciones políticas susceptibles de cambiar, como ya se demostró en el AVE a Galicia. Zamora necesita esa voluntad de cambio para dar un golpe de timón. La historia bien podría repetirse en una situación excepcional, en la que se apuesta por el ferrocarril como transporte sostenible y que cuenta con los fondos europeos que priman la descarbonización y la eficiencia energética.

Por eso, está más que justificada la apuesta zamorana de la mano del norte de Portugal. Los responsables lusos exigen el mismo compromiso del lado español. Y en ese compromiso debe escucharse la palabra, alta y clara, de las instituciones y los colectivos sociales zamoranos. La conexión ferroviaria de Oporto a Zamora es viable y posible. No pretende colisionar con nadie, solo busca avanzar frente a un presente hostil y un futuro incierto.

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