Buena jera

Esperpentos navideños

El error de PP y Vox al votar nos costará unos 33.000 euros en dietas y kilometrajes

Cortes de Castilla y León

Cortes de Castilla y León / MARIA JESUS CACHAZO

Luis Miguel de Dios

Luis Miguel de Dios

Desde el pasado 23 de diciembre, Castilla y León tiene presupuesto para 2023, pero no tiene dinero para ejecutarlo. ¿Comorr?, que diría Chiquito de la Calzada. Como lo leen. Resulta que ese día casi todos los procuradores de PP y Vox, los grupos que sustentan al gobierno de coalición, votaron a favor de enmiendas socialistas que modificaban sustancialmente la Ley de Medidas Tributarias, Financieras y Administrativas, que acompaña a la de Presupuestos. Después de un parón, antirreglamentario, en las votaciones y un receso, también antirreglamentario, de una hora larga, a sus señorías de la derecha y la ultraderecha no les quedó más remedio que votar contra su propia ley, o sea contra lo que proponían, incluida la cacareada bajada de impuestos. Conclusión: un esperpento o adefesio o charlotada que habría hecho las delicias de Gila o de cualquier humorista con ganas de pasárselo bien a cuenta de las poses y actitudes de gente supuestamente preparada para regir nuestros destinos.

A sus señorías habría que pedirles, como mínimo, que se leyeran lo que tienen que votar. Sin embargo, como apoyan o rechazan de carril lo que les ordena el jefe, pues, si este se equivoca, todos detrás

¿En qué estarían pensando cuando votaron lo que votaron? Cierto que el enunciado era farragoso, retorcido, tan lleno de circunloquios y subordinadas que invitaba a pedir un traductor “normalito”, pero cierto también que a sus señorías habría que pedirles, como mínimo, que se leyeran lo que tienen que votar. Sin embargo, como apoyan o rechazan de carril lo que les ordena el jefe, pues,, si este se equivoca, todos detrás. Lo sucedido, novedad en decenas de años, no sentó nada bien en el Ejecutivo, pero rápidamente llegaron los “arreglos” para tal chapuza: PP y VOX presentarían una proposición de ley conjunta que retrasaría un tiempo (no queda más remedio) la aprobación de la ley tumbada, pero ¿qué es eso comparado con la inmensidad del océano? Y si lo explica Carriedo, no digamos. Y si va acompañado por la sonrisa “Mona Lisa” de Mañueco, pues el sumun de la credibilidad. Así que manos a la obra. Lo primero, declarar el mes de enero hábil. Fácil. Lo segundo, recoger en la iniciativa lo mismo que tuvieron que rechazar el día 23. Chupado, aunque con algunos inconvenientes. La proposición de ley conjunta ahorra trámites, pero hay algunos insoslayables. Verbigracia: reuniones de la ponencia y la comisión y dos plenos, uno para la toma en consideración y otro para la aprobación definitiva. Más de un mes. Y mientras tanto, ¿qué? Como no tenemos aportación de la Junta, vamos tirando con el dinero de Europa (¿lo sabrá Vox? y el que manda el Gobierno central, el denostado Pedro Sánchez. Sorpresas te la vida, ¡ay Dios!, que cantaba Rubén Blades en su inolvidable “Pedro Navaja”.

¿Todo bien? Faltaría más. PP y Vox pregonaron a los cuatro vientos lo que iban a hacer, una demora de nada, un fallo lo tiene cualquiera, y aquí paz y después gloria. A disfrutar del turrón y del mensaje navideño lanzado por el vicepresidente García-Gallardo desde una iglesia de Béjar. ¿Con permiso de Mañueco?, ¿por su cuenta? Sin embargo, las cosas se torcieron bastante cuando ese excelente periodista y gran conocedor de la política autonómica que es Nacho Foces publicó un documentado informe de lo que le costaría al erario regional la metedura de pata del día 23. Nada menos que 32.873,6 euros. Es decir, casi 33.000 en dietas y kilometrajes. Y él mismo reconoce que no ha incluido los gastos en calefacción (no se calientan con un anafre salas, pasillos y hemiciclo), luz, etc.

Esta revelación encrespó a más de uno. Tanto que el PP sacó un comunicado para negar la mayor y para echar las culpas al mensajero. Nada nuevo. Tan viejo como el mundo. ¿Y por qué esa reacción si llevaban varios días callados y orgullosos de sí mismos y de la salida que habían encontrado? No es difícil de explicar: razones electorales. Eso de aumentar gastos, que pagamos todos, por errores como los de equivocarse en una votación no está bien visto por el personal, puede hacer perder votos. Así que a buscar culpables fuera. En casa, todo lo hicimos bien.

Para paliar esta sensación han dejado caer que sus procuradores, generosos ellos, renunciarán a las dietas y al kilometraje. Jurídicamente no está claro; a esperar. Otra salida es que lo pague el vicepresidente García-Gallardo. Estos días hemos sabido que su departamento, sin competencias concretas, tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros en personal para gestionar la friolera de ¡¡¡112.000 euros!!! Echen cuentas. Y el cobra 80.741,24 euros anuales, un 70% de lo que invierte su departamento. Yo creo que sí le da para echar una mano en solventar el desaguisado del día 23. Digo yo.

Y feliz año para todos.

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