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Crisis energética, ahorro de calefacción y ropa de abrigo

Kits energéticos de Cruz Roja Zamora Cruz Roja Zamora

Desde que el señor Borrell nos sugirió que bajáramos un grado la calefacción de los hogares como consecuencia de la guerra de Putin en Ucrania y el encarecimiento del petróleo y el gas, he estado pendiente de las recomendaciones de unos y otros por esta situación.

Me sorprende que prácticamente no se oye hablar de lo conveniente que es, ante esta realidad, aumentar la ropa de abrigo como solución más ecológica y económica.

Solo recuerdo al Papa Francisco recomendar la ropa de abrigo para todas las personas dentro de los hogares, como solución lógica y barata.

La camiseta de manga larga, los calzoncillos largos (en hombres), la braga de cuello, los jerseys de cuello alto, los plumíferos de pluma natural, los plumíferos sintéticos (para los que no quieran utilizar productos animales), etc. etc. son respuestas contra el frío mucho más baratas que bajar el termostato.

Muchos mamíferos tienen pelaje de invierno y de verano (lobos, zorros, etc.) como adaptación natural a las condiciones cambiantes de las estaciones. Nosotros hemos perdido esta facultad, pero disponemos de un arsenal de ropas de todo tipo adecuadas a las temperaturas del invierno.

La previsión para el futuro es que las energías sean cada vez más caras.

Parece lógico que vayamos en esta línea natural de mantener el calor corporal con las ropas adecuadas, nuevamente imitando a los animales.

Las aves están recubiertas de plumas que las aíslan de las temperaturas exteriores. Por ejemplo, patos y gansos disponen de un plumón que aísla al ejemplar de temperaturas muy por debajo de los cero grados. Sin esa protección estas anátidas morirían por hipotermia.

También habrá que superar el prejuicio de: “la gente que se abriga mucho en casa es pobre, no puede pagar la calefacción”. Hay que cambiar el chip, han cambiado los tiempos.

Por otra parte, que no se hable de abrigarse en casa, hace sospechar que puedan existir intereses ocultos en el sentido de seguir gastando (despilfarrando en muchos casos) energías que no tenemos y que vienen de lejos (Argelia) o de muy lejos (países productores de petróleo), como parece que hemos descubierto a raíz de la sanguinaria guerra de Putin en Ucrania.

Por razones económicas y ecológicas -leáse disminuir el consumo de derivados del petróleo y gas, reduciendo las emisiones de CO2 y de gases contaminantes- parece razonable utilizar las ropas de abrigo como norma principal contra el frío.

José Ignacio Regueras Grande (Benavente)

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