Lees la prensa, escuchas la radio, ves la tele, navegas algo (poco en mi caso) por las redes (o como se llamen ahora) y acabas convencido de que el mundo se acaba pasado mañana. Todos son desastres, alarmas, amenazas, malos augurios. La gente camina con cara de pánico. Y eso que las mascarillas nos impiden ver la auténtica dimensión del acojono. Hay que darle la razón a aquel filósofo que aseguró que el mundo no lo mueven ni el amor ni el odio ni el ansia de poder, sino el miedo. Y no faltan, claro, los que hacen de provocar el canguelo su forma de vida y beneficios. Y son cada vez más influyentes y poderosos. Manipulan, tiran la piedra, esconden la mano, se refugian en el anonimato y, hala, todos como borreguitos a seguir sus dictados, aunque creamos que somos libres y con capacidad de hacer lo que nos dé la real gana. Y en ese aspecto, noviembre, un mes en teoría gris, nos está sacudiendo de lo lindo. Es tiempo de castañas, pero si ustedes hojean el Diccionario de la Lengua Española comprobarán que la acepción 12 de “castaño, castaña”, es nada menos que “golpe, trompazo, choque”. Y que “castañazo” equivale a “golpetazo, puñetazo”. O sea que noviembre nos está arreando. Veamos algunos casos:

Hay que darle la razón a aquel filósofo que aseguró que el mundo no lo mueven ni el amor ni el odio ni el ansia de poder, sino el miedo

1.-¿Alguien se imaginaba hace unos días la masiva compra de los viejos y retirados hornillos de gas? Pues se están agotando en muchas tiendas. O mejor dicho en las pocas donde los había. ¿Qué lleva al personal a cargar con los infiernillos? Sin duda, el miedo al desabastecimiento, a que le corten la luz, a que se acabe el butano. Alguien ha lanzado el bulo y, sin reparar en si es verdad o mentira, todos a temblar. Y las redes a echar más leña al fuego. ¿Qué será lo próximo?, ¿acumular turrón, árboles de Navidad, figuras del portal de Belén, polvorones? Un delirio del que algunos sacarán tajada o nos manejarán a su antojo. Y si no se lo creen, repasen las ganancias de constructoras, multinacionales, petroleras…

2.- Donde sí hay motivos para preocuparse (y algo más) es en los sectores que dependen de los famosos micro chips, la mayoría de origen chino. ¿Cómo se puede entender que la próspera Europa, la refinada y moderna Europa, se haya dejado comer la tostada de tal manera? Misterios de la existencia, pero es lo que hay, que diría Koeman. Fábricas de coches paradas en el continente porque China no da abasto o no quiere darlo. Cosas del progreso.

3.- Ajenos a estos problemas, los mismos chinos que nos dejan sin la alta tecnología pasan de la Cumbre Climática de Glasgow. No ha ido su presidente y ponen todos los reparos del mundo a cualquier restricción. Claro que lo que está sucediendo en la ciudad escocesa es, como se dice vulgarmente, para mear y no echar gotas. Quince días de reuniones y ni un solo acuerdo aceptable. Tan decepcionante está siendo que han tenido que prolongarla, al menos un par de días más, para ver si pueden exponerle al mundo algo que justifique su presencia y sus gastos en Glasgow. Otro castañazo.

4.- ¿Y qué decir de la situación sanitaria? Da la impresión de que nuestras ilustrísimas autoridades quieren resolver el problema sin médicos ni ATS ni celadores ni auxiliares?, ¿cómo explicar si no que casi todas las regiones anuncien que, ante la caída del COVID, no van a renovar contratos? Leo en la prensa del pasado jueves que la Junta de Castilla y León prescindirá de 2.040 profesionales tras el descenso de la pandemia. La noticia me deja turulato. Por esos mismos días se anuncian más protestas, porque no hay médicos en los pueblos y los que hay no pueden con toda la carga de trabajo.

5.-Mientras todos parecen mirar a los tribunales (recursos, sentencias), el lobo ha vuelto a hacer de las suyas, como para decir “aquí estoy yo”. Atacó en Revellinos, en Tierra de Campos, y mató 28 ovejas a plena luz del día. Fue un lunes. El martes supimos que el Supremo avalaba el plan cinegético (2016-2019) del lobo en Castilla y León que había anulado, en una polémica sentencia, el Tribunal Superior regional. Queda pendiente otro fallo sobre el mismo plan de los años 2019-2022 y ya veremos que ocurre con los numerosos recursos de comunidades y organizaciones agrarias contra la decisión ministerial de prohibir la caza del lobo en todo el territorio nacional. Las alimañas de Revellinos siguen muy atentas al Boletín Oficial. A ver qué pasa.

6.-Lo de los precios de la leche no es una castaña de noviembre. Los ganaderos llevan recibiendo golpes meses y meses. Pueden cerrar muchas de las pocas granjas que van quedando por aquí. Habrá que traerla de China. Y los quesos también.