Cada vez que escucho hablar del ‘cierre perimetral’ me entra la risa. El susodicho es pura teoría, en la práctica todo el mundo se lo salta a la torera. Los justificantes para poder hacerlo están a la orden del día. Por eso cuando se anuncia que Sanidad ampliará el cierre perimetral de las comunidades, de Semana Santa al Puente de San José, me troncho. Si Sanidad considera que es lo adecuado para evitar la cuarta ola, esa que se anuncia de forma inminente o casi, hágase, pero con todos los pronunciamientos.

El Ministerio propone medidas de obligado cumplimiento para dos periodos. Será todo lo obligado que la ministra Darias quiera, otra cosa bien distinta es el cumplimiento. Ahí es donde falla la prevención. A ver qué dice el Pleno del Consejo Interterritorial del sistema Nacional de Salud. Los dos periodos a los que se alude desde el Ministerio comprenden entre el 17 y el 21 de marzo, en aquellos territorios en los que sea festivo el 19 del presente mes. El segundo, abarcaría desde el 26 de marzo al 9 de abril y que comprendería la Semana Santa que son las fechas, según los expertos, en las que se espera la cuarta ola. A ver si el domingo de Ramos, en lugar de traje y zapatos, estrenamos un nuevo susto. Ya llevamos demasiados en el cuerpo y en el alma.

Las limitaciones no serán aplicadas a las Islas Canarias y las Baleares ya que la entrada en dichos territorios se limitará a los supuestos establecidos en otros decretos. Para muchos ciudadanos, las limitaciones están para saltárselas, para demostrar que España es el país number one de la picaresca mundial. Por algo tenemos la patente. De ahí que todas las medidas, pasadas, presentes y futuras, sean papel mojado.

Sanidad también mantiene la limitación de grupos de personas a un máximo de cuatro tanto en espacios públicos como en privados, salvo que se trate de convivientes. Otra de las cuestiones en entredicho a tenor de lo que se ve en la propia vía pública y en tanta fiesta privada donde las precauciones no existen y se vulnera todo lo susceptible de ser vulnerado. Los espacios públicos abiertos podrán contar con seis personas. Claro que estas y otras cuestiones las decidirán las propias autonomías en el Interterritorial.

Lo único cierto es que no se puede bajar el nivel de alerta desde las dos semanas previas al inicio de la Semana Santa, es decir, desde el 12 de marzo, aunque los indicadores sean favorables. Mantener las medidas o aumentarlas pasa por la evolución de los indicadores. Y por un cierre perimetral real.