Las previsiones de los economistas sobre el proyecto de Presupuestos tienden al pesimismo, cuando no a la perplejidad, ante la ausencia de una política destinada al fomento del empleo que requiere incentivos fiscales a las empresas, que brillan por su ausencia. Por el contrario, el aumento de los impuestos a las empresas y a los particulares amenaza con provocar mayor destrucción de puestos de trabajo. Ni siquiera la aportación de la Comunidad Europea a la reconstrucción económica, de la que el Gobierno dispondrá para el año próximo de 27.000 millones, basta para cuadrar las cuentas del Estado. Pero ahora, lo urgente para el Gobierno es salir del paso y consolidar su mayoría de investidura con este particular cuento de la lechera.

Valentín Abelenda Carrillo