Si yo le digo que la mitad de niños de hogares monoparentales, es decir compuestos por un único progenitor, se encuentran en riesgo de pobreza, tómeselo muy en serio puesto que el dato procede del informe de Educo sobre pobreza infantil. No hay que mirar hacia el sur o hacia el este. El informe está basado en la realidad que vive España. Es doloroso, muy doloroso que los más vulnerables, los niños, sean víctimas propiciatorias de la crisis. No es que el Tercer Mundo se haya trasladado al primero que habitamos, por ejemplo los españoles. Es que las lacras de los países en vías de desarrollo o del Tercer Mundo, son ahora las lacras que lastran a la sociedad española y fundamentalmente a la infancia. Ya no se puede hablar de infancia desfavorecida refiriéndose a las criaturitas africanas, asiáticas o latinoamericanos. España cuenta con su propia infancia desfavorecida. Hasta el punto de que uno de cada tres niños españoles, exactamente 2,5 millones de chavalitos, sufre este problema.

Muchos de esos niños son zamoranos o viven en Zamora. Niños en riesgo de exclusión a los que no se puede incluir en el paquete familiar. Precisan de atención directa y yo diría que incluso personalizada. Porque, ellos, los menores, representan el colectivo de edad más vulnerable en cuanto al riesgo de pobreza y exclusión social se refiere. El 29,9% de los niños españoles sufre este problema, frente al 21,9% de los adultos y al 14,8% de los mayores de 65 años. A los mayores de esa edad les salva la pensión. Pero tampoco hay que confiarse porque las pensiones en España son de risa.

La organización Educo ha hecho una buena labor basándose en datos del INE, Eurostat y varios informes de la Comisión Europea. La situación es preocupante habida cuenta de que hay medio millón más de niños pobres que hace siete años cuando comenzó la crisis. Son varios los factores que inciden en este agravamiento de la situación. Los hijos de familias con un solo progenitor son los más perjudicados, seguidos de los que pertenecen a familias numerosas, donde el riesgo de pobreza alcanza el 47%. Para las familias españolas, el hecho de tener más de dos hijos eleva las posibilidades de sufrir esta situación en casi un 50%.

No me extraña que España envejezca al mismo ritmo que el resto de la vieja Europa. No me extraña que la natalidad esté por los suelos. Ser hoy en día padres, siempre desde la responsabilidad, es una aventura incierta. Las familias numerosas españolas, que no son pocas, realizan un acto de heroicidad cotidiana. Lo terrible es la falta de ayudas. Ahora que se inicia el curso escolar, los cambios constantes de libros, los uniformes que no valen de un año para otro y todas esas piedrecitas que los padres encuentran en el camino de la formación de sus hijos, piedrecita que solo ayudan a caer. Si casi un millón de familias españolas con niños tiene a todos sus miembros en paro, cómo puede esta sociedad nuestra progresar adecuadamente. Menos políticas de ayuda a la banca patria y más política de ayudas a las familias patrias.

Ya sé que las trampas, que el engaño, que el fraude han hecho mucho daño, pero las mentiras, también sobre la situación familiar, tienen las patas cortas y no es difícil separar a los que de verdad sufren tal situación, frente a los que defraudan la confianza del legislador y de la Administración. Algo hay que hacer para evitar lo que parece inevitable que del riesgo de exclusión se pase directamente a la exclusión. Por favor, que ningún en España y por supuesto en Zamora que me duele en los adentros, se vea obligado a merendar uno de esos bocadillos mágicos del "spot" televisivo, es decir, vacíos o inexistentes y que reflejan la situación en la que viven multitud de familias españolas.