Belén Gallegos, gerente del Hospital Recoletas Campo Grande de Valladolid y de Vida Recoletas, clínica de Medicina Reproductiva, será una de las participantes en el evento eWoman, que organiza LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, durante el 17 de noviembre en el Consejo Consultivo de Castilla y León.

–¿Sobre qué versará su ponencia?

–Esta es mi elección: mujer, madre y directiva.

–¿Cuál es su opinión respecto a la presencia de la mujer en los puestos de liderazgo?

–En primer lugar, decir que no considero el liderazgo como una cuestión de géneros, es verdad que lo que muchas veces se ve bien y es aceptado por todos no se ve igual dependiendo de si quien lo lleva a cabo es un hombre o una mujer, ello en parte tiene que ver con los diferentes roles que nos han sido asignados por la propia sociedad en que vivimos a lo largo del tiempo, pero es una realidad que cada vez son más los roles que desempeñamos las mujeres y que se asignaban mayormente al hombre.

Cada persona tenemos un estilo de liderazgo diferente sin que uno tenga que ser necesariamente más eficiente que otro, pienso que el éxito está en saber aprovechar la complementariedad de ambos.

En mi opinión, las mujeres que ocupamos puestos de liderazgo, en general, tenemos una mayor capacidad de innovación y somos más creativas y eso es algo que se transmite a los equipos. En general, las mujeres somos más empáticas, más emocionales, lo que contribuye a la captación y retención de talento, valores que nos impulsan al liderazgo y que refuerzan el compromiso de las personas, la imagen y reputación de la empresa.

Es necesario crear culturas que promuevan la igualdad retributiva con independencia del género ante un mismo desempeño

–¿Qué cambios ha percibido en ese sentido desde el inicio de su carrera?

–Sin duda las mujeres en la sociedad actual seguimos encontrando barreras en el camino hacia el desarrollo del liderazgo (responsabilidades familiares, cultura dentro de las organizaciones, etc).

Aún queda mucho camino por recorrer y es necesario crear culturas que promuevan la igualdad retributiva con independencia del género ante un mismo desempeño, desarrollar programas de liderazgo femenino y por encima de todo debemos creer en nosotras mismas y confiar en nuestras posibilidades.

Necesitamos más ejemplos de mujeres que puedan ser espejo de otras, contribuyendo así al pensamiento de que podemos llegar a desempeñar determinados roles.

En mi experiencia profesional, tengo la suerte de trabajar en una empresa que desde el inicio ha sabido aprovechar esa complementariedad de estilos a los que hacía referencia, dando oportunidades de crecimiento y desarrollo por igual sin que el hecho de ser mujer sea un condicionante en el camino del desarrollo profesional, reconociendo y valorando el trabajo por igual y potenciando el talento sin entender de género, prueba de ello es que muchos de los puestos directivos en nuestra empresa son ocupados por mujeres.

Inicié mi carrera profesional hace 23 años en Recoletas, en los últimos 13 años en la dirección del Hospital Recoletas Campo Grande, previamente ya había desempeñado puestos de responsabilidad en otras áreas de la empresa que me enseñaron al valor del esfuerzo brindándome la posibilidad de estar hoy donde estoy.

–¿Qué hace Recoletas para tratar de promover el equilibrio de género?

–Lo más importante que hace Recoletas es hacernos sentir a todas las mujeres que formamos parte de la plantilla, que somos alrededor del 80%, tan capaces, tan válidas y tan necesarias como lo es el resto del personal masculino.

Se otorga un tratamiento justo a todos los trabajadores teniendo en cuenta las necesidades de los hombres y mujeres, brindando las mismas oportunidades y condiciones a todos ellos, lo que permite a la empresa una mejora en la comunicación, ambiente de trabajo y resultados alcanzados al tiempo que refuerza el sentido de pertenencia e identificación con los valores de empresa a todos ellos.

Se cree en los diferentes tipos de liderazgo y se reconoce a las mujeres por nuestros logros de la misma manera que se hace con los hombres, se nos escucha para conocer cuáles son nuestras inquietudes contribuyendo así a impulsar nuestro crecimiento.

Con toda la humildad del mundo, y a pesar de que desgraciadamente no es lo que estamos acostumbrados a leer o escuchar, creo que nuestra empresa es un gran ejemplo de promoción de la diversidad.

Sigue siendo la mujer quien ejerce los permisos por cuidados de hijos y mayores, lo que conlleva una merma salarial

–¿Continúa habiendo grandes brechas entre hombres y mujeres dentro de su sector?

–Sin duda, a pesar el alto grado de feminización del sector sigue existiendo una brecha importante entre los diferentes géneros.

En general sigue siendo la mujer quien ejerce los permisos por cuidados de hijos y mayores, lo que conlleva una merma salarial pero la permite trabajar fuera de casa sin restar atención al contexto familiar, algo que debemos ir cambiando conforme la conciliación de la vida profesional y personal no debe ser un rol atribuible mayormente a la mujer, sino que debe corresponder a la familia por igual.

En el sector sanitario en general, la mujer sigue estando infrarrepresentada en los puestos directivos, aunque ello choque con la representación en mi empresa donde cinco de los ocho hospitales con que cuenta actualmente y varios centros médicos los dirigimos mujeres.

Aun así, las mujeres seguimos siendo mayoría en el sector ya que el sector de la enfermería sigue siendo el más numeroso y sigue siendo una profesión eminentemente femenina.

–¿Considera que aspectos como la maternidad siguen siendo un obstáculo en el ámbito profesional para las mujeres?

–Yo también soy madre y sin duda a veces conciliar la vida profesional y personal resulta complicado, en mi caso particular puedo decir que he tenido la suerte de haber contado siempre con los apoyos necesarios sin tener que renunciar a ninguna de mis dos pasiones: mi familia y mi trabajo, pero soy consciente de que esto no es así en todos los casos y que el camino aún es largo.

Las mujeres tenemos que seguir siendo mujeres sin que ello nos reste oportunidades profesionales y desgraciadamente, a pesar de los avances, las condiciones a las que nos enfrentamos las mujeres en el mercado laboral cuando ejercemos la maternidad con respecto a quienes no tienen hijos siguen siendo desiguales a pesar de que la capacidad y voluntad de todas ellas pueda ser similar.

Por ello, soy consciente de la angustia y los miedos de muchísimas mujeres a la hora de plantearse ser madres, miedo a perder sus empleos o tener que renunciar a sus proyectos profesionales, pues la maternidad sigue siendo el principal obstáculo en el impulso de sus carreras profesionales.

Las empresas deberían saber aprovechar la ventaja competitiva que supone la diversidad de género en el desarrollo empresarial.

Eventos como eWoman renuevan nuestra fortaleza en nuestras capacidades

–¿De qué manera intervienen jornadas como eWoman en este aspecto?

–Eventos como eWoman renuevan nuestra fortaleza en nuestras capacidades, que son tan infinitas como queramos que sean, y nos regalan historias, que seguro compartimos muchas mujeres, que nos alientan a seguir avanzando con las mismas ganas e ilusiones como hasta ahora.

–¿Qué cree que es necesario para que las nuevas generaciones encuentren una mayor igualdad en su trayectoria profesional?

–Yo creo que independientemente de ser hombre o mujer, lo más importante en una carrera profesional es la formación, el trabajo, el esfuerzo, el compromiso, la ilusión y las ganas.

Creo que las mujeres de las nuevas generaciones están más seguras de sí mismas, están mejor preparadas para enfrentarse a caducas reglas que las quieran limitar, son más independientes y más libres para tomar decisiones y viven en una sociedad que, aunque aún tiene muchos retos pendientes, es más avanzada, más moderna y más justa.

Soy optimista también en relación al futuro y estoy segura de que se conquistarán nuevos triunfos para todas. No podemos olvidar que somos el ejemplo de nuestros hijos, que nos esforzamos en lo que hacemos, somos audaces y con gran capacidad de resistencia, pero también somos felices, sino no tendría sentido