El próximo 13 de febrero los castellanoleoneses están llamados de nuevo a las urnas con motivo de las elecciones de Castilla y León. El adelanto electoral llega cargado de incógnitas tras los últimos sondeos electorales que apuntan a unos resultados muy asustados y un gran número de indecisos tendrá en su mano la apuesta por el cambio o la continuidad en la presidencia de la Junta de Castilla y León.

Además de la convocatoria inédita de comicios exclusivamente autonómicos, el contexto actual de la pandemia del coronavirus puede llevar muchos electores a mostrar su malestar en forma de voto en blanco. Pero ¿en qué consiste esta opción?

El voto en blanco refleja la idea de que la persona está de acuerdo con el sistema electoral pero opta por no votar a ninguna de las opciones existentes. La actual Ley Electoral española determina que el voto en blanco se considera válido, por lo que se suma a los votos obtenidos por las diferentes candidaturas para hacer el reparto de escaños.

¿Qué se considera voto en blanco?

Se contará como voto en blanco los siguientes supuestos si no hay ninguna papeleta dentro del sobre.

¿A quién perjudica?

Según como está dispuesto el sistema electoral español, que se rige por la ley d'Hondt, el voto en blanco perjudica a los partidos más pequeños o, dicho de otro modo, beneficia a los partidos mayoritarios. En cada circunscripción se excluye primero a los partidos que no hayan obtenido, al menos, el 3% de los votos válidos emitidos. Los votos en blanco cuentan como votos válidos, por lo que el umbral del 3% sube, dificultando, así, que partidos minoritarios consigan escaños, y que los más grandes obtengan una sobrerrepresentación.

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