Pablo Fernández (León, 1976) es la apuesta de Unidas Podemos para liderar la candidatura de la coalición a las Cortes y para intentar sumar votos a la causa de la izquierda. El reto político se antoja complejo para el representante de la formación morada, que aún así confía en vencer a las encuestas y en colaborar con un triunfo de las fuerzas progresistas en los comicios del 13-F. En esta entrevista, Fernández aborda los temas que marcan la campaña y deja claras sus intenciones.

–La campaña electoral es decisiva para Podemos, y también para Zamora, una provincia muy castigada por la despoblación. ¿Qué planes tienen para revertir ese problema?

–Es evidente que las provincias del oeste de nuestra comunidad tienen un problema sangrante de despoblación, y desde Unidas Podemos tenemos muy clara cuál es la solución. Hay que implementar una estrategia integral de repoblación que pasa por el fortalecimiento de los servicios públicos; por reforzar la sanidad, la educación y los servicios sociales. También debemos apostar por un modelo de desarrollo sostenible, digital, verde y que se base en el I+D+I y en la ciencia para generar empleos de calidad y permitir que se fije población. Con esa estrategia, el impulso al patrimonio histórico, cultural y natural, la apuesta por la cultura y por una ley de autónomos que refuerce a este colectivo en la comunidad se podría revertir el mal de la despoblación para que nuestros paisanos y paisanas puedan quedarse en su tierra a desarrollar un proyecto de vida digno.

–En sanidad, Zamora ha sido el escenario de un Plan Aliste que ha terminado decayendo, pero la falta de médicos es evidente y las quejas proliferan. ¿Qué se puede hacer, habida cuenta de la dispersión poblacional de provincias como esta?

–Es una cuestión de pura y dura voluntad política; es una cuestión de incrementar exponencialmente el presupuesto en sanidad y de hacer que todos los consultorios médicos estén abiertos. Eso pasa por que tiene que haber profesionales en el medio rural. Para ello hay que realizar un plan de incentivos y cubrir las vacantes que sean de difícil acceso. Nosotros llevamos reivindicando esto desde hace tiempo, de cara a que todos los consultorios estén dotados de profesionales que puedan dar servicio a la población. Lo que no puede ser es que, a día de hoy, muchas comarcas de nuestro territorio estén abandonadas, que falten médicos, que falten especialistas y que se condene a los habitantes del medio rural de las provincias a ser de segunda categoría.

–En Zamora ha habido últimamente varias polémicas relacionadas con proyectos que representan modelos antagónicos de desarrollo: uno, la biorrefinería de Barcial del Barco y los presuntos chantajes de la Junta. ¿Cree que ha habido presiones para que no se lleve a cabo el proyecto?

–Desde Unidas Podemos damos todo nuestro apoyo a este proyecto, que es de la tierra, que no se va a deslocalizar, que va a generar puestos de trabajo y que va a propiciar desarrollo social y económico para la provincia. Hay que denunciar la lamentable, la sangrante actitud del Partido Popular, que está boicoteando este proyecto con chantajes y presiones para que no salga adelante. Es vergonzoso que el Partido Popular esté impidiendo un proyecto que podría generar un importante desarrollo económico y social para la provincia de Zamora.

–Otro de los temas es el asunto de la carne, tras las declaraciones de Alberto Garzón. ¿Ustedes también rechazan las macrogranjas como modelo de desarrollo ganadero?

–Nos oponemos frontalmente a las macrogranjas, que generan un tremendo impacto medioambiental, contaminan los suelos y los acuíferos, no generan puestos de trabajo y contribuyen a agravar el problema de la despoblación. Frente a ese modelo, nosotros apoyamos sin ambages el de la ganadería tradicional, de la ganadería extensiva y semiextensiva; de la ganadería sostenible, de las explotaciones pequeñas y medianas que son las que verdaderamente generan puestos de trabajo, fijan población y cuidan del medio ambiente. Aquí incluimos las de aquellos ganaderos que se ven obligados a trabajar en intensivo, pero que no tienen nada que ver con esas macrogranjas industriales, propiedad de grandes empresas y multinacionales, que son las que están destrozando nuestro territorio.

–¿Cree que ha habido desinformación tras las declaraciones de Garzón?

–No, lo que ha habido directamente es un bulo creado por empresarios relacionados con las macrogranjas y esparcido, entre otros, por el señor Mañueco. Lo que dijo Garzón es algo de sentido común, avalado por el acuerdo de Gobierno que tenemos con el PSOE, refrendado por la ciencia y que cualquier organización de la salud a nivel europeo y mundial lo pone de manifiesto. Esto es una mentira intencionada de la derecha. Nosotros respaldamos la apuesta por la ganadería extensiva y semiextensiva. En los últimos cinco años, en Castilla y León, se han destruido 10.000 explotaciones familiares como consecuencia de las políticas del Partido Popular.

–¿Consideran que el proceso judicial abierto en Salamanca aumenta, desde el punto de vista de la izquierda autonómica, la necesidad de promover un cambio de Gobierno?

–Hay que decir que la corrupción del Partido Popular es una corrupción lacerante, y el caso de la presunta financiación ilegal del PP en Salamanca es el ejemplo paradigmático. El Partido Popular de Salamanca está investigado a día de hoy, el presidente de la Diputación de Salamanca está investigado a día de hoy y el propio juez instructor ha dado validez a un anónimo que implica a Mañueco como el muñidor de esa trama de presunta financiación ilegal. Nosotros salimos con la determinación de cambiar el Gobierno autonómico y de hacer que las fuerzas progresistas sumen una mayoría que permita un cambio.

–Podemos sacó un procurador por la provincia en el año 2015. En 2019 lo perdió y ahora las encuestas no le dan demasiadas opciones de recuperarlo, ya con la marca Unidas Podemos. ¿Qué cree que ha provocado esa pérdida de la confianza de los ciudadanos?

–Es cierto que en 2015 conseguimos un procurador y que en 2019 lo perdimos. También el proceso de acoso y derribo que ha sufrido Podemos, con bulos, insidias y mentiras constantes, con veinte causas que han sido archivadas, pero que han provocado horas y horas de debates con manipulaciones, montajes y mentiras, ha podido pasarnos factura. Pero nosotros somos ambiciosos, y aspiramos a recuperar ese procurador que perdimos en 2015.

–¿Le gustaría contar con un apoyo más directo del alcalde de Zamora por mayoría absoluta, Francisco Guarido, y de Izquierda Unida?

–Esa es una cuestión que incumbe a Guarido y a los compañeros de Izquierda Unida en Zamora. A nosotros claro que nos gustaría que hubiera una importante implicación de Guarido, ya que es una persona que ha conseguido una importante mayoría en la ciudad, pero es una cuestión que le incumbe a él. Nosotros pensamos que es bueno sumar fuerzas y que la unidad de las fuerzas progresistas es positiva para Castilla y León, pero insisto en que le incumbe a él.

–Lo que sí auguran las encuestas es la entrada fuerte de Vox. ¿Hasta que punto teme esa llegada de la ultraderecha?

–Lo que vaticinan las encuestas es francamente preocupante, sería algo terrible, una noticia nefasta, que la ultraderecha pudiese avanzar en Castilla y León, e incluso llegar al Gobierno. Creo que todas las formaciones demócratas de la comunidad tendríamos que poner un cordón sanitario a la ultraderecha. Por nuestra parte no va a quedar. Nosotros vamos a trabajar con denuedo, a trabajar con todas nuestras fuerzas para hacer la mejor campaña posible y obtener el mejor resultado que podamos para favorecer un Gobierno del cambio en Castilla y León.

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