La planta Stellantis de Figueruelas (Zaragoza) vuelve a la carga volcado en los nuevos modelos eléctricos

La planta automovilística del grupo Stellantis (antes PSA/Opel) en Figueruelas (Zaragoza) vuelve a la carga. Las líneas de montaje funciona de nuevo a toda máquina en el inicio de un curso laboral plagado de retos industriales y tecnológicos para la fábrica. Tras el habitual parón de la producción por las vacaciones, que ha durado tres semanas –desde el pasado 1 de agosto–, los más de 5.000 empleados de la factoría aragonesa regresarán este lunes a sus puestos de trabajo. Una parte de ellos ya lo han hecho incluso en el turno de noche que comenzó este domingo a las 22.00 horas.

Se trata del reinicio de la actividad más tranquilo de los últimos años, en los que la pandemia de coronavirus y la crisis de los microchips condicionaron la actividad de la fábrica. La preocupación por la falta de semiconductores se ha disipado casi al completo, un problema que había generado grandes quebradero de cabeza a la industria del automóvil a escala mundial, al obligar a suspender la producción en numerosas ocasiones por la escasez de suministro de estas piezas electrónicas.

«Esperamos poder recuperar la normalidad que teníamos antes de la pandemia, en los años 2018 y 2019», afirmó Rubén Alonso, presidente del comité de empresa de la planta. «El problema de suministros se ha aliviado. Lo que nos trasmite la empresa es que está prácticamente solventado y vamos a trabajar con normalidad», apuntó.

Lo cierto es que la dirección de la planta ha fijado ya dos sábados productivos (el 26 de agosto y el 2 de septiembre), así como un turno de noche el próximo viernes.

Dos nuevos coches eléctricos

El curso laboral que ahora se inicia no va a ser uno más para Stellantis Figueruelas. La planta está volcada en los nuevos proyectos que el grupo le ha asignado. Por un lado, el Peugeot 208, en sus versiones eléctrica e híbrida, que fabricará en serie a partir de este otoño. Y por otro, el Lancia Ypsilon, un modelo también enchufable que producirá oficialmente a partir de la próxima primavera.

La factoría trabaja ya desde haces un tiempo en la preproducción de ambos vehículos, con los que dará un salto de gigante en su proceso de electrificación, donde cuenta con la experiencia del Opel Corsa-e, que se ensambla en esta instalación desde hace tres años.

Para Alonso, la situación actual de la fábrica es muy distinta a la de los últimos años, que han estado marcado por la incertidumbre. En este sentido, consideró que «hay que poner en valor» el convenio colectivo pactado entre la empresa y la mayoría del comité hace unos meses, «que garantza el futuro para la planta que va más allá de 2030». Para apuntalar su transformación, Stellantis Figueruelas optará a la segunda linea de ayudas del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), que acaba de abrir el Gobierno con una dotación de 559 millones de euros.