Abengoa ha culminado la firma del acuerdo de reestructuración con sus acreedores, lo que le permite esquivar la amenaza de quiebra que existía sobre la empresa ante la falta de liquidez que sufría, con la obtención de nueva financiación, así como la reestructuración de su deuda para cumplir su plan de negocios actualizado.

En un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía anunció la firma del acuerdo de reestructuración y el inicio del periodo de adhesiones hasta el 11 de septiembre.

Después de retrasarse hasta en cuatro ocasiones la resolución final de la firma, el grupo de ingeniería y energías renovables ha cerrado un acuerdo que permite seguir adelante a la compañía.

Así, Abengoa, que en 2016 ya esquivó el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, después de verse acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros, cierra un nuevo plan de 'rescate' financiero, el tercero en los últimos años, tras los de 2017 y 2019.

En concreto, el acuerdo supone que Abengoa Abenewco 1 (Abenewco 1), que es la sociedad cabecera de todos los negocios y para cuyas necesidades se deberán usar exclusivamente todos estos nuevos fondos, recibirá un préstamo a cinco años por importe de hasta 230 millones de euros para el que se ha solicitado la garantía del ICO al amparo de lo previsto en el Real Decreto-Ley de medidas urgentes y extraordinarias contra el impacto social y económico el Covid-19, que será nueva liquidez.

Además, se suscribe una nueva línea de avales 'revolving' a cinco años por importe de hasta 126,4 millones de euros, ampliable hasta 300 millones de euros, todo ello con el objeto de financiar las necesidades de liquidez y avales del grupo encabezado por Abenewco 1 hasta finales de 2021. Estas líneas de avales cuentan con la cobertura de CESCE por un 60% del tramo internacional. Adicionalmente, está previsto que la Junta de Andalucía también aporte 20 millones de euros adicionales en este plan de rescate.

Además, pendiente del cumplimiento de ciertas condiciones precedentes, Abengoa SA requerirá reestablecer su equilibrio patrimonial mediante la conversión de deuda en préstamos participativos con un nivel de adhesiones necesarias del 96%.

Asimismo, la operación contempla un acuerdo de reestructuración de las financiaciones preexistentes y de la nueva financiación que se recibe con este acuerdo, firmado por un grupo de inversores y acreedores financieros que participan en la deuda financiera existente y las entidades financieras que proveerán la nueva liquidez y la nueva línea de avales, y que se refiere a Abenewco 1 y a otras sociedades del grupo.

El plan de reestructuración para la compañía también recoge acuerdos específicos con proveedores del perímetro de la sociedad Abenewco 1 y que consistirán en el canje voluntario de sus deudas por una participación en un préstamo sindicado a largo plazo emitido por Abenewco 2 Bis, que únicamente tendrá recurso y será pagadero con los fondos obtenidos de la monetización de determinados activos, así como el pago inmediato de un 6,25% del mencionado préstamo.

También implicará que, antes de fin del presente año, se conviertan en acciones de Abenewco 1 todos los instrumentos convertibles, tanto los que se encuentran emitidos en la actualidad como los nuevos que se emitan en el marco de esta nueva reestructuración, lo que conllevará, necesariamente, la ruptura del grupo económico actual, encabezado por Abengoa, SA., que pasará a ser un accionista minoritario de Abenewco 1, con un 3,52% (pre dilución), siempre y cuando se pueda resolver su situación de desequilibrio patrimonial.

Causa de disolución de Abengoa, S.A

Y es que la operación de reestructuración de Abenewco 1 no sería suficiente por si sola para poder reequilibrar el patrimonio de Abengoa, S.A., que se encuentra en causa de disolución, pues será además necesario que se adhiera una mayoría del 96% del pasivo de la sociedad a la solicitud de conversión de su deuda de 153 millones de euros en préstamos participativos.

En los estados financieros resumidos presentados en mayo del ejercicio 2019, Abengoa anunció unas pérdidas netas de 517 millones de euros en ese año, frente a los 'números rojos' de 1.498 millones de euros en el ejercicio anterior.

El grupo indicó que, a cierre del ejercicio 2019, el patrimonio neto de la sociedad individual Abengoa arrojaba un importe negativo de 388 millones de euros, lo que lo colocaba en situación de causa de disolución.

De esta manera, el grupo inicia una nueva etapa que permitirá a la compañía crecer de forma sostenible y seguir trabajando en proyectos de 'EPC' para terceros.