La Policía detuvo el pasado sábado a unas 700 personas durante una manifestación en Nueva York promovida por el movimiento «Occupy Wall Street» («Ocupemos Wall Street»), una versión estadounidense de los «indignados» europeos y que está protagonizando protestas en distintos puntos del país. Los manifestantes fueron arrestados cuando la protesta bloqueaba el tráfico en el puente de Brooklyn.

Miles de personas secundaron la marcha convocada por el movimiento «Occupy Wall Street», que se mantiene acampado cerca del corazón financiero estadounidense desde el 17 de septiembre. Parte de los manifestantes se desviaron del recorrido previsto e hicieron una sentada de protesta en el emblemático puente de Brooklyn. Según la versión de la Policía, los agentes lanzaron «múltiples advertencias» para que los manifestantes permanecieran en la acera, pero finalmente invadieron la calzada y cortaron el tráfico durante varias horas. En cambio, algunos de los participantes en la marcha acusaron a los agentes de no haber dado ningún aviso. Finalmente, la Policía disolvió la protesta y detuvo a más de 700 personas. Horas después, la gran mayoría de los arrestados fue puesta en libertad con cargos por alteración del orden público. Veinte de ellos permanecían ayer en las dependencias policiales para ser conducidos directamente a la Corte Penal de Manhattan.

Mientras, el movimiento asambleario de los «indignados» estadounidenses continúa con sus actividades para denunciar el sistema financiero y ha anunciado nuevas manifestaciones. La iniciativa ya se ha trasladado a otras ciudades del país, como Boston, Chicago y Los Ángeles.

Las movilizaciones son interpretadas como una muestra de la impaciencia creciente de grupos que son cruciales para la reelección del presidente Barack Obama: los jóvenes, las minorías, los sindicatos, las mujeres.

El ecologista y ex funcionario de la Casa Blanca Van Jones abrirá hoy en Washington una reunión de tres días con dirigentes sindicales, miembros demócratas del Congreso y portavoces de grupos sociales que, bajo el nombre de «American Dream», presionan desde la izquierda para que Obama cumpla alguna de sus promesas.

Un tema común que los organizadores de estas protestas explican en sus convocatorias, especialmente en Internet, es «que se escuche la voz del 99 por ciento del país y no la del 1 por ciento, que sigue enriqueciéndose».