El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, afirmó hoy que el paro seguirá subiendo en 2010, pero de forma "más atenuada" que en 2009 y que en enero empezará a tener un comportamiento "más en la línea de los años pre-crisis, 2007 y 2008".

Así lo puntualizó a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso, donde acudió para explicar la evolución del paro este año y las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la destrucción de empleo.

Corbacho dijo que, según estudios de proyección del Ministerio de Trabajo e Inmigración, todavía no se puede dar por concluido el periodo de destrucción de empleo, aunque matizó que "estamos en las fases finales de esa destrucción de empleo".

Añadió que enero es un mes que históricamente ha destruido empleo y si lo ha destruido en épocas de bonanza económica "parece razonable que en enero de 2010 no vaya a tener un comportamiento diferente", señaló.

Corbacho recordó esta mañana durante una entrevista en la cadena Ser que la destrucción de empleo fue "muy potente" en 2009 porque fue el año del "epicentro de la crisis económica" y cuando ésta tuvo sus efectos más devastadores sobre el empleo.

En opinión de Corbacho, tras dos años y medio de crisis, la salida "no será tan rápida" desde el punto de vista del empleo, ni en España ni en el resto de Europa y sus efectos durarán más de un año y medio.

Auguró que la situación de enero de este año "se parecerá más" a la que había en 2008 (en ese año el desempleo subió en 132.378 personas en el mes) que a la de 2009 (cuando aumentó en 198.838).

Economía sumergida

Preguntado por si existe en España inmigración irregular, el ministro dijo que "no se puede negar la realidad" y admitió que sí, al igual que hay economía sumergida, tema éste último que hace unas semanas provocó cierta polémica entre él y la vicepresidenta económica, Elena Salgado.

El titular de Trabajo señaló que en España hay economía sumergida "desde la época de los Reyes Católicos" e insistió en que es difícil medir la magnitud de este fenómeno, aunque hay estudios que intentan aproximarse y ofrecen cifras. "El valor (de esas cifras) es el que cada uno le quiera dar", reseñó.