Baloncesto | Liga EBA

Dura bienvenida en Liga EBA para el Caja Rural Zamarat

Marín Peixegalego dominó desde el inicio al conjunto naranja

El Marín E. Peixegalego, durante un tiempo muerto del partido. | Marín E. P.

El Marín E. Peixegalego, durante un tiempo muerto del partido. | Marín E. P. / C. T.

C. T.

El Caja Rural de Zamora se estrenó en Liga EBAcon una dura y contundente derrota (97-65) en tierras gallegas, donde el Marín Ence Peixegalego le dio una bienvenida poco cordial a la categoría imponiéndose de principio a fin en un encuentro que careció de emoción final.

Un cuarto de partido bastó para dejar claro que el Caja Rural acaba de aterrizar en Liga EBA. El equipo de Sergio González se mostró demasiado nervioso y tenso desde el salto inicial, mostrando poco acierto a lo largo de los primeros compases. Y esas dudas, naturales, no hubieran sido tan determinantes de no haber estado enfrente uno de esos conjuntos diseñados para pelear por el ascenso, todo un Marín Ence Peixegalego que es la antítesis de los naranja: un bloque experimentado y contrastado.

El plantel de Llorente puso la directa ante su público a lo largo de los primeros minutos y, en un abrir y cerrar de ojos, gestó una renta que fue inalcanzable para los zamoranos. El Caja Rural trató de contestar pero, con Marín fulminando su aro de forma constante, la contienda se puso demasiado cuesta arriba al final del primer cuarto (30-9).

Con el viento a favor, Marín Ence Peixegalego bajó un poco los brazos y eso lo aprovecharon los de González para ir metiéndose en el partido. Poco a poco, los naranja iban cogiendo el pulso al ritmo de la categoría pero, por desgracia, eso no bastaba para reducir diferencias al descanso (48-27).

Dispuesto a seguir dando guerra, la formación naranja encaró el tercer cuarto a tumba abierta. Y si bien hombres como Vertes o Cachón mostraron su nivel, Marín Ence Peixegalego no se dejó sorprender. Los gallegos, con mucha más dificultad, apretaron lo dientes y pusieron sentencia al partido para evitar cualquier tipo de imprevisto de última hora. Una posibilidad que descartaba el 71-46 con el que se encaraba el último periodo.

Los últimos diez minutos de poco contaron ya para el choque. El partido estaba decidido y ambos conjuntos se dedicaron a jugar pensando en sus próximas citas, finalizando el choque con un 97-65 que sitúa a los de Marín entre los favoritos de la categoría y evidencia la mejoría que necesita el Caja Rural para pelear por la permanencia.