Emilio Merchán vive sus primeros días lejos del agua como deportista de élite, y deja claro que no se arrepiente de la decisión tomada, aunque tampoco le hubiese dado tiempo. Han sido días de llamadas y mensajes en los que no ha tenido tiempo de darse cuenta de su nueva realidad, aunque, eso sí, fue algo meditado y no fruto de un impulso.

 Este jueves rodeado de su familia, amigos y compañeros de club, además de jóvenes palistas que ven en él un espejo en el que mirarse, oficializó su marcha del deporte de alto nivel en la sede del Amigos del Remo, dando las gracias a todos los que estuvieron a su lado, sin olvidar a esas marcas comerciales, empresas privadas e instituciones públicas que le ayudaron a lo largo de su carrera y que han sido vitales a la hora de afrontar largos desplazamientos.

Cuando el pasado domingo dio por finalizado el K-2 del Campeonato de España de Maratón puso un punto y final a unos años en los que ha llevado el nombre de Zamora muy lejos, pero en el que no todo ha sido un camino de rosas, y que le valieron una frase de su padre “ya era hora”. Los problemas con la Federación, la falta de ayudas y el hecho de jugarte toda la temporada a una carta pasan factura, aunque ahora prefiere quedarse con el lado positivo y deja claro que no le queda ninguna “espinita”, como podría haber sido la medalla olímpica. “Cuando no he ganado ha sido porque no estaba bien y otros estuvieron mejor. No tengo esa mala sensación de haberme quedado sin algo”, aseguró el palista. 

El palista seguirá en el club donde trata de aportar su experiencia a los jóvenes valores

Ahora, además de participar en pruebas puntuales, tendrá un papel importante en el Amigos del Remo pero que ya venía ejerciendo y es ayudar con su experiencia a los palistas que ahora están empezando. 

“Yo, más que entrenar con ellos en el agua puedo aportar mi experiencia y consejos de mis años en la competición”, explicó al tiempo que reconocía, como ejemplo, que uno de los problemas que tuvo en alguna ocasión fue llegar “sobre entrenado”, algo que le privaba de frescura a la hora de la competición. 

El zamorano asegura que cierra su trayectoria sin tener ninguna espinita clavada

Por último, mantiene su idea de remar en pruebas puntuales, sin prepararse específicamente, eso sí, con Jorge Alonso o Walter, entre otros, aunque bromeó asegurado que, quizás, no un maratón.

Así, con aplausos de los presentes y entre muchos de los trofeos que logró en la entidad se escenificó un nuevo adiós al que probablemente sigan homenajes y reconocimientos públicos que, a buen seguro, se repetirán en los próximos meses.