El BM Zamora Enamora plantó cara al líder durante más de media hora en las que jugó a favor de marcador durante muchos minutos y pese a comenzar encajando un 4-0 inicial, pero tras el paso por los vestuarios sería superado por un conjunto pontevedrés con mayor calidad que dio un arreón fortísimo para sentenciar el resultado mucho antes del final.

El BM Zamora saltó a pista muy concentrado y eso le permitió frenar el fuerte ímpetu de un conjunto local que se caracteriza por salir mordiendo en su faceta como local. Los zamoranos mostraban una gran actitud y sin cometer errores graves en la circulación o en las transiciones comprometían a un conjunto gallego con mucha pegada pero al que en esta ocasión le costó bastante hacer sus primeros goles.

Otra cosa fueron los graves problemas ofensivos que tuvieron los guerreros de Viriato desde el inicio, pues la defensa del Cisne parecía un muro infranqueable. Los visitantes buscaron mover rápido el cuero y dejar a su pivote muy solo en el cuerpo a cuerpo, todo ello a la espera de los bloqueos y las superioridades con los impares, pero en el inicio el siete de Iván López no estuvo fino arriba, hasta malogró su primer siete metros lanzado, y eso suponía dar mucha ventaja a los pontevedreses, que colocaron el 4-0 en el 6´.

Pero el equipo no se desmoralizó y pese a las diferencias insalvables entre unos y otros siguió jugando un gran partido en lo defensivo. Cuando consiguió cazar dos contras seguidas, al tiempo que Tomás Lautaro empezaba a acumular paradas, la desventaja se recortó y además generó dudas en las filas locales, que veían como su oponente le discutía el partido de tú a tú superado el minuto diez con el 6-5 tras otro contragolpe pistacho. eso sí, cualquier despiste se pagaba caro ante los Pombo o Mendes, que con muy poco son capaces de hacer mucho daño.

NECESARIO TIEMPO MUERTO

Así con el 9-6 local conseguido a la carrera Iván López decidía parar el partido por primera vez. Un receso necesario que funcionó a la perfección, porque en el siguiente tramo de partido los zamoranos jugarían más alegres arriba, buscando muy bien los espacios y muy fiables en la definición; y siempre sin renunciar al altísimo compromiso defensivo, que era lo que les podía dar alguna opción de sumar positivo. Así, enredados en la maraña pistacho, el entrenador local Jabato se veía obligado a parar el juego porque los suyos no podían doblegar a un rival muy serio e inteligente (10-10 en el 20´).

Un momento del partido A11

Ahora el Cisne sufría en ambas áreas y tras una inferioridad se veía pillado en una nueva contra finalizada por Luis Horcajada desde el extremo para colocar al Zamora por primera arriba en el electrónico a falta de cinco para la llegada del tiempo de descanso. Los de Iván López alzaban el vuelo y de la mano de un Jortos protagonista poco más tarde se apuntaban una máxima de dos goles (13-15 en el 27´) que no se mantuvo al paso por los vestuarios por las grandes intervenciones de los porteros en los últimos ataques. Al descanso 15-16.

Con Iván Ramos bajo palos la segunda comenzó con un nuevo gol de un Miguel García destacado en la línea de seis metros. Tampoco tardó en aparecer un Jortos goleador indiscutible entre los suyos, pero el Cisne tiraba de recursos y pese a jugar en inferioridad conseguía no despegarse.

La segunda mitad se había reiniciado con muchos más goles pese a que las porterías se apuntaron un par de intervenciones en los primeros minutos, y en ese nuevo paradigma la calidad de los gallegos resultaba determinante.

EL PARTIDO SE ROMPE

Así y tras unos compases iniciales de muchos empates, comenzaron a verse cada vez más espacios y el Cisne firmaba dos minutos letales a base de robos y carreras para apuntarse un parcial de 3-0 en superioridad por la exclusión de Jortos y colocar un preocupante 22-19 en el minuto siete antes de que Iván López parase el juego.

El equipo reaccionó en lo ofensivo pese a que el portero local Pablo González firmó varias paradas en esta fase, pero siguió sufriendo mucho con las rápidas transiciones del rival y jugando a campo abierto con espacios el Cisne terminó de matar el partido al filo del cuarto de hora (27-20). La lesión de Miguel García sería dolorosa, porque obligó a Iván López a jugar con cuatro primeras líneas y porque el grupo perdía a uno de sus mejores efectivos. Así, a partir de ahí el Zamora se destensó y consciente de que no tenía posibilidades de sumar se dedicó a jugar largo e inteligente, tratando de no recibir un gran castigo (33-26 a falta de 5´) porque lo cierto es que hasta entonces había hecho un partido muy solvente. A la conclusión 35-27.