El Zamora CF volvía a sumar un punto importante para conseguir el objetivo de la salvación tras la derrota cosechada hace cuatro días ante el Deportivo de la Coruña. Los de Yago Iglesias se repartían los puntos con el Calahorra en un encuentro con diferentes fases. A pesar de que las ocasiones más claras caían del lado rojiblanco, incluido un gol fantasma en el tramo final que no subió al marcador, la actuación de Villanueva volvía a ser fundamental para marcharse de La Planilla con un punto muy sufrido.

El Zamora llegaba a la vigesimoprimera fecha del campeonato en un buen momento de forma. A pesar de la derrota por la mínima ante el intratable líder del grupo I de la Primera RFEF en la jornada intersemanal, los rojiblancos venían de sumar tres triunfos consecutivos que les permitían empezar a ver más cerca el objetivo de la salvación. El Calahorra, por su parte, recibía al cuadro zamorano en un momento delicado de la temporada. Una victoria en cinco partidos obligaba a los locales a dar un paso adelante para volver a sumar de tres ante su público.

Yago Iglesias volvía a cambiar el escenario de partida para sorprender al rival. El técnico de los visitantes quería ganar el encuentro con una base defensiva fuerte y relegando las opciones de los suyos a las acometidas por banda con Adri Herrera como referencia ofensiva. Con los protagonistas en el terreno de juego, la propuesta inicial de los visitantes parecía funcionar. Salía bien plantado el Zamora y se encontraba con las primeras aproximaciones, sin demasiado peligro, a la portería defendida por Julio Iricibar.

Dani Hernández probaba fortuna desde media distancia, pero su intento acababa cerca de la meta local, que veía como el Zamora trataba de llevarse los tres puntos desde el arranque. No contaba con ninguna ocasión clamorosa para ponerse por delante, pero el cuadro zamorano metía el miedo en el cuerpo al Calahorra. Ante el tímido inicio, los locales trataban de reaccionar por medio de sus dos atacantes. Álex Arias y Martínez Losa trataban de encontrar los espacios entre la sólida zaga visitante, que no estaba dispuesta a equivocarse. La seriedad defensiva mostrada por los muchachos de Yago Iglesias desesperaba a los locales.

Con el paso de los minutos el conjunto dirigido por Eduardo Docampo adelantaba sus líneas y trataba de abrir el marcador. La recta final del primer tiempo se convertía en un asedio al área de Villanueva, pero una vez más la defensa rojiblanca, que hoy vestía completamente de blanco, cumplía con creces y evitaba que los locales se marchasen por delante al descanso. Sin embargo, poco antes de que el colegiado indicase el final del primer periodo el Zamora recibía un contratiempo. Baselga se tenía que marchar por lesión y en su lugar entraba Jon Rojo. Se llegaba al entretiempo con la igualdad en el electrónico y en el terreno de juego, pero sin goles.

Los dos conjuntos sabían que cualquier error podía suponer el partido, por lo que la segunda mitad arrancaba con nerviosismo. El Zamora parecía querer tener la iniciativa y Adri Herrera ponía en un aprieto al portero local, que conseguía evitar el tanto visitante en la ocasión más clara hasta el momento. Navas tampoco conseguía conectar con éxito y el marcador seguía sin moverse. Los rojiblancos habían salido con ganas, pero el Calahorra no se iba a quedar de brazos cruzados. Poco después, el peligro se iba a apoderar del área contraria. El larguero rechazaba un disparo de Carlos Martínez y el partido cambiaba de ritmo.

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El encuentro se volvía loco y Yago Iglesias pedía calma a los suyos. Los locales llegaban con mucho peligro mientras que los visitantes trataban de devolver al duelo la calma que había tenido durante la primera mitad. La zaga zamorana conseguía mantener el 0-0 en el marcador, pero el técnico no estaba disfrutando con lo que veía en el terreno de juego y movía el banquillo. El Zamora sufría a falta de 30 minutos para el desenlace. Los refrescos servían para poner algo de pausa y tratar de recuperar el dominio con el que se había arrancado el segundo tiempo.

Entonces arrancaba una nueva fase del encuentro en la que los locales, desesperados ante la falta de acierto, dominaban el balón pero los visitantes trataban de mantenerse alejados de su propia área. Los minutos pasaban y el marcador seguía sin moverse. Después del sufrimiento, el punto era una opción válida para los rojiblancos, que no se rendían y trataban de encontrar un contragolpe que pudiera desatascar el duelo a su favor.

Se llegaba a los minutos finales con la tensión en aumento. Los dos equipos sabían que podían llevarse los tres puntos en un error del rival. Entonces llegaba la polémica. Losada remataba un buen centro de Jorge Fernández y la pelota se colaba en la portería de Iricibar. Sin embargo, no entraba en su totalidad, a juicio de la asistente, y el tanto no subía al marcador. Los visitantes protestaban, pero el 0-0 seguía en el marcador a falta de pocos minutos para el pitido final.

Casi en el tiempo de descuento y con ambos equipos dando por bueno el empate, Villanueva salvaba a los suyos de la derrota con un auténtico paradón. Con el sufrimiento se llegaba al final del encuentro y los puntos se repartían entre dos equipos que no dieron su mejor versión, pero que pudieron conseguir la victoria en las diferentes fases del duelo.