Diego Bravo fue el ganador hoy de la 42° San Silvestre Zamorana. La primera celebrada desde la irrupción del COVID-19 y que contó con cerca de mil corredores pese a las duras circunstancias actuales. El corredor del Atletismo Zamora se impuso con claridad a Alejandro Diego Montero y a Ángel Nieto. Por su parte, María Díez Manzano ganó la categoría femenina por delante de María Campo Alonso y María Ángeles Urones.

16

GALERÍA | Las mejores imágenes de la San Silvestre Zamorana: búscate José Luis Fernández

La San Silvestre de Zamora regresó hoy con fuerza a su cita habitual con la ciudad en el último día del año en una histórica carrera en la que, además de luchar contra el crono, los participantes plantaron cara al COVID-19 y a su avance en los últimos días en los que el número de positivos no ha parado de crecer. Un virus que, a diferencia del año pasado, no pudo frenar la última prueba deportiva del año.

La pandemia conllevó a que esta no fuera la más concurrida de las ediciones pero sí una de las más especiales pues, con todas las medidas de seguridad posibles y exigidas por las autoridades, los atletas zamoranos salieron a la calle para recuperar una tradición que se inició de forma puntual a las 17.00 horas. Los participantes Sub-8, 14 y 16 volvieron a abrir la cita en la que tomaron testigo posteriormente los Sub-10 y Sub-12, terminando su concurso quince minutos antes de que arrancara la prueba para los más adultos. Esa que volvió a reunir corredores de alto nivel con aquellos dispuestos a dar color al evento con sus disfraces y alegría.

Pese a las circunstancias que rodearon la carrera, cuyo inicio tuvo lugar a las 17:30 horas, regresó el espíritu de la misma con la presencia de Papá Noel, varios de sus renos, superhéroes y demás personajes que repartieron alegría mientras los Diego Bravo, Ángel Nieto, Fernando Lorenzo, Jorge Rodríguez o Marcos Ratón ponían la emoción en cabeza de carrera.

Al final, en una prueba que también tuvo sus ausencias destacadas por ese virus que no entiende de celebraciones, la San Silvestre volvió con fuerza y puso el habitual broche deportivo a un 2021 complejo al que muchos dijeron adiós a la carrera y con una sonrisa bajo la mascarilla.