El Atlético Benavente dio ayer un primer paso en la consecución de los objetivos marcados para la temporada al alcanzar un punto que le permite asegurar la permanencia en este primer año en la categoría de plata del fútbol sala español. Un gol de Sergio Simón en el minuto 23 fue suficiente para certificar un empate en su visita al Rivas que no pudo firmar la igualada hasta cuatro minutos antes del final del encuentro con un gol de Chino. El objetivo de la permanencia hubiera sido posible igualmente aunque este valioso punto llegase en el siguiente partido.

Ahora el equipo benaventano se centrará en el segundo reto de la campaña que será luchar por el ascenso de categoría en la segunda fase de la Liga.

Con este valioso empate, el equipo que dirige Chema Sánchez rompe la racha de tres partidos perdidos que le han hecho caer bastante en la clasificación. Sorprendentemente, el Rivas suma ahora cinco empates en los últimos seis partidos.

Partido de ida y vuelta el vivido en Rivas Vaciamadrid entre el conjunto madrileño y el Desguaces Casquero. Los locales salieron a por todas sabiendo que sólo les valía la victoria, mientras que los visitantes se mantenían serios saliendo a la contra.

Así llegarían las mejores ocasiones de los de Chema Sánchez. Charlie se encontraba con el palo cuando los de Benavente cantaban el primero al igual que Sergio Hernández, que enviaba un balón al palo tras un gran reverso.

Los madrileños buscaban con el juego de 4 y con Varga en la posición de pivot pero no conseguían inaugurar el marcador. Tras varias intervenciones de mérito de ambos guárdametas, el partido se iba al descanso con 0-0.

El paso por vestuarios revolucionó el partido. Los de Benavente conseguían ponerse por delante en una fantástica contra finalizada por Sergio Simón al segundo palo.

Un tanto que hacía justicia tras una serie de ocasiones erradas por los visitantes aunque los ripenses no cesarian en su empeño sabiendo que sólo les valía la victoria. Cargado de faltas, los benaventanos tuvieron que dar un paso atrás hasta el medio campo.

El juego de pivot de los jóvenes jugadores madrileños creaba mucho peligro a los visitantes pero no conseguían recortar diferencias.

A falta de 4 minutos para el final el partido aumentaba en intensidad. Los locales apostaban por portero-jugador y en la primera jugada encontraban premio, logrando la igualada en el segundo palo. Con el empate el partido se volvió loco.

Los madrileños encontraban la sexta falta en una contra y provocaban la expulsión de Charlie. Dani Simón detenía el doble penalti por partida doble tras repetición por adelantarse. Entrando en el último minuto eran los madrileños los que sufrían una expulsión y el partido se igualaba a nivel numérico, tres contra tres.

Al final, los de Benavente supieron sufrir y sacar un empate que vale una permanencia y la clasificación a la fase de ascenso a Primera División.