Sin lanzar campanas al vuelo ni empezar a soñar con cotas mucho más altas, lo que sí es una realidad es que este Zamora CF 20-21 ilusiona. Ayer el equipo rojiblanco logró su segunda victoria de esta temporada, haciendo pleno hasta el momento (seis puntos de seis), lo que le permite pasar la semana en lo más alto de la clasificación. Ese liderazgo es, sin duda, algo anecdótico, pero sí algo deja patente el partido ante el Guijuelo es que este equipo no renuncia a nada.
El triunfo de ayer en un Ruta de la Plata vacío por la sanción impuesta al club llegó con trabajo, esfuerzo y en inferioridad, puesto que el tanto definitivo llegó después de la expulsión de Abel Conejo por roja directa. De este modo, los de David Movilla son los únicos del grupo que han hecho pleno hasta el momento. Con cuatro puntos (victoria más empate) están Unionistas, Pontevedra y Deportivo, para seguir con Salamanca y Ferrol (próximo rival del Zamora CF) con tres puntos, quinto y sexto, respectivamente. Con un punto están Guijuelo, Celta y Compostela, para cerrar con el Coruxo, único que hasta el momento no se ha estrenado.
Queda todo por delante pero el trabajo demostrado ayer por los rojiblancos, y el no rendirse, ya es una seña de identidad de este grupo. Tal y como se esperaba el encuentro tuvo un comienzo intenso y muy físico con dos equipos que se mostraron luchadores desde el pitido inicial. Mucho fútbol y pelea en el centro del campo hasta que el Zamora CF dio un paso al frente con las primeras ocasiones. Un disparo de Carlos Ramos, que acabó en el primer córner a favor, y después un gran disparo de Escudero solo ante portería, pero demasiado cruzado daban muestra de las intenciones de los locales que querían estrenarse en el Ruta por todo lo alto y dedicar el triunfo a su afición ausente.
Enfrente, los chacineros, buscaban su momento hasta que al cuarto de hora Abraham Pozo encaró por primera vez a Villanueva aunque su disparo se estrelló contra el larguero. Estaba resultado un encuentro vibrante, digno de Segunda B, entre dos planteles que se estaban desgastando en el terreno de juego y que intercambiaban golpes, hasta que Abraham Pozo, a la segunda intentona, acertó y puso a los suyos por delante tras un gran centro que el visitante no perdonó. Desde el banquillo Movilla pedía calma a los suyos y dos minutos después, Carlos Ramos remataba de forma impecable un centro desde la derecha para poner la igualada. El 1-1 dio empuje a los rojiblancos que tuvieron dos nuevas opciones, esta vez a balón parado, una falta que botó Dani y acabó en un córner que terminó por despejar el meta. Con la media hora cumplía el derbi regional subía de revoluciones aunque sí es cierto que el Zamora llevaba la batuta y el Guijuelo esperaba una buena contra con la que sorprender y cuando llegaba lo hacía con peligro obligando a la defensa a emplearse al máximo.
El desgaste estaba siendo brutal y se llegaba a la recta final de la primera parte con las fuerzas justas. El Guijuelo trataba de subir metros pero sin pasar de los tres cuartos de campo, y ambos equipos parecían necesitar el paso por boxes tras el enorme desgaste. Con la reanudación llegaron los primeros cambios en el cuadro local y un nuevo revés. A pesar se estaban entrando el calor y el Guijuelo volvió a apuntar, y otra vez con Abraham Pozo como protagonista, y un disparo raso que se coló hasta el fondo de la red. El Zamora quiso reaccionar y Dani Hernández lo intentó con un disparo que se fue alto para después probar suerte de estrategia.
Cumplida la hora de partido el Zamora trataba de sacar fuerzas. Movilla movía el banquillo para dar frescura a los suyos. Los locales llegaban pero no eran certeros hasta que al Valentín sorprendía al portero y ponía un prometedor 2-2. El partido no estaba defraudando y el Zamora parecía haber dejado atrás su pequeño bajón para lanzarse a por el triunfo.
Indicaciones constantes, mucha movilidad y máxima concentración. Movilla reclamaba a los suyos un último esfuerzo en un último tramo que se preveía duro tras la protestada expulsión por roja directa al recién salido Abel Conejo.
En inferioridad, el Zamora tenía minutos por delante para, como mínimo, aguantar el empate sin renunciar al triunfo. El derbi empezaba a volverse loco y el Guijuelo también probó las hieles del colegiado que le anuló un gol por fuera de juego.
Con más imprecisiones en el juego y mucho más corazón los jugadores estaban volcados, y con el partido loco todo podía suceder. Cuatro minutos de añadido y llegadas a ambas áreas constantes, y el esfuerzo tuvo recompensa. Fue Jacobo el que se estrenó como goleador al sacar la mayor renta a un saque de esquina.
Ya no hubo tiempo para más. Al final un 3-2 lleno de esfuerzo y sacrificio de un equipo que ya lleva seis de seis, y que todavía tiene margen de mejora por delante. El próximo rival será el Ferrol en A Malata, previsto para el domingo 1 de noviembre a las cinco de la tarde.
