Los exfutbolistas Carlos Aranda y Raúl Bravo abandonaron ayer la prisión de Zuera (Zaragoza) tras abonar sus abogados las fianzas impuestas por el titular del Juzgado de Instrucción nº5 de Huesca que investiga la presunta red de amaños de partidos de fútbol de Primera y Segunda División. A la salida del recinto penitenciario, Carlos Aranda ha asegurado: "Nos han metido a los que menos culpa tenemos de todo", a la vez que ha reconocido que estos días han sido difíciles y duros "por la familia más que nada". Sobre las declaraciones de su abogado de que no saben por qué los han implicado, el malagueño ha asegurado que "por eso estamos aquí, porque no lo saben ni ellos". Por su parte, Bravo ha afirmado que "nos han tratado súper bien y desde el minuto uno el trato ha sido espectacular y no puedo decir nada más. En el juicio se verá". Tanto Aranda como Bravo, que abandonaron las instalaciones penitenciarias en un solo vehículo que les estaba aguardando, agradecieron a los Cuerpos de Seguridad del Estado, a la Policía Local, a los funcionarios de prisiones y a los presos el trato que recibieron desde que fueron detenidos el pasado martes cuando se puso en marcha la operación Oikos.

Por su parte, el Real Valladolid ha abierto un expediente disciplinario al jugador Borja Fernández para sustanciar su presunta responsabilidad dentro de la operación policial 'oikos' sobre presuntos amaños de partidos vinculados a las apuestas deportivas. Esa decisión, adoptada por el consejo de administración, se produce trece días después del homenaje de despedida de Borja Fernández del club, al final del último partido de liga frente al Valencia en el estadio José Zorrilla (0-2), y tres desde la detención del jugador, el pasado 28 de mayo. Borja Fernández se encuentra en libertad desde el 30 de mayo, con cargos y bajo una fianza de 50.000 euros, por su presunta participación en hechos relacionados con amaños de partidos.