La idea de introducir una etapa final competitiva que adoptó este año la Vuelta a Zamora hizo posible que la de ayer fuera una nueva jornada de lucha incansable entre los miembros del pelotón que se disputaban, por una parte, la victoria individual final, y por otra, la de la cuarta etapa. Las escuadras que se jugaban algo asumieron su protagonismo ayer, por una parte el Super Froiz y el Extremadura intentando arrebatar la ventaja mínima que tenía en el liderato Eusebio Pascual; y por otra, Polartec Kometa y Caja Rural, en busca del sprint final.

Y de esta choque de los colosos de la ronda salieron vencedores, por una parte, Eusebio Pascual, alcanzando la victoria final, y por otra, José Antonio García, anotándose el sprint final en Camarzana de Tera.

Al contrario de lo que suele ocurrir, esta vez la etapa de Sanabria no dejó sentenciada la carrera, de tal forma que, con un solo segundo de separación entre los dos primeros clasificados, Pascual y Guerrero (Extremadura), y 13 sobre Noriega (Froiz), todo podía pasar en los 127 kilómetros entre Sanzoles y Camarzana de Tera.

Al paso por Zamora se formaba en cabeza un grupo de escapados de siete unidades que no inquietaban a los equipos implicados en la lucha del día. Y la fuga fue consentida hasta el punto de llegar a conseguir 3´25´´ en Vegalatrave justo antes de comenzar la ascensión del primer puerto de la jornada, momento en el que el Superfroiz inició sus ataques al líder que viajaba demasiado cómodo hasta entonces con su equipo controlando el pelotón principal. Primero atacaron Oscar González y Diego Noriega pero fueron neutralizados pronto; pero el demarrage más serio fue el de Iván Martínez, último ganador del Trofeo Iberdrola, y quinto clasificado en la general a solo 26 segundos, y tuvieron que ser los dos primeros de la general -Pascual y Guerrero- los que se encargasen de darle alcance en plena ascensión al alto de Puercas. El manchego del Froiz no se amilanó y volvió a intentarlo pero sus rivales respondieron de nuevo.

El pelotón principal quedaba reducido a una veintena de corredores mientras se mantenían por delante con algo más de un minuto los siete fugados del inicio. Y en la subida al alto de Abejera, el Froiz gastó su último cartucho con Miguel Gómez que se fue a por los escapados con la colaboración del berciano Nanclares, el vencedor de la etapa de Aliste. Y no sólo alcanzaron a los siete fuguados sino que se pusieron a tirar en cabeza del grupito para que la ventaja no bajase del minuto.

En la dura ascensión al puerto de Ferreras de Arriba, Miguel Gómez llegó a ser líder durante muchos minutos, pero por detrás, Caja Rural RGA demostraba que renunciaba a la general pese a tener a Cobos a un minuto del líder, y se centraba en forzar una llegada al sprint para José Daniel Viejo, para lo que era necesario arruinar la escapada. Al equipo cajero se sumaba el Polartec que quería jugar de nuevo la baza de José Antonio García que tan buen resultado le dio en la etapa de Castroverde de Campos. No fue sencillo, primero, arrebatarle el liderato virtual a Gómez, para lo que el propio Eusebio Pascual tuvo que trabajar duro en cabeza del pelotón, y ya en los 20 kilómetros finales intentar que la etapa se resolviese con una llegada masiva.

La lógica se impuso al final, y García Martín volvía a superar a la escuadra del Caja Rural en la misma recta de meta para llevarse su segunda victoria individual, y Eusebio Pascual respiraba tranquilo tras defender con uñas y dientes el segundo más valioso de su carrera deportiva como ciclista que debería tener continuidad ya en el campo profesional.