La selección española, considerada en las quinielas como una de las grandes favoritas al título en el Mundial, ha irrumpido en Sudáfrica con su llegada justo el día del inicio de la competición.

El conjunto de Vicente del Bosque fue el último en aterrizar en suelo sudafricano porque no debutará hasta el próximo miércoles, día 16 en Durban ante Suiza, y lo hizo pocas horas antes del encuentro inaugural.

La selección española, nada más aterrizar en el aeropuerto de la capital después de un vuelo de casi diez horas durante toda la noche, tomó otro avión con destino a Potchefstroom, la localidad en la que instaló su cuartel general para todo el Mundial salvo cuando viaje a las ciudades en las que disputará los partidos.

Situada a 120 kilómetros al sudoeste de Johannesburgo, es una pequeña ciudad universitaria, situada en los márgenes del Río Mooi. Fue fundada en 1938, el asentamiento más antiguo de descendientes europeos y la primera capital de la República de Sudáfrica.

Conocida como la «Casa del Deporte», Potchefstroom ofreció un simpático recibimiento. Las autoridades locales ofrecieron una colorista y emotiva bienvenida a los internacionales en el Campus de la Universidad del Noroeste, su residencia en este Campeonato del Mundo.

Después de la fiesta los internacionales se instalaron en una de las residencias de la Universidad para descansar y preparar el primer entrenamiento en Sudáfrica, en el que trabajó aparte el barcelonista Iniesta tras la lesión sufrida en el último amistoso contra Polonia en Murcia.

Iniesta se ejercitó en solitario por el edema muscular que sufre en su muslo derecho, que le hace ser duda para el estreno de España, aunque sus buenas sensaciones hacen ser «moderadamente optimistas» a los doctores. Iniesta no estuvo con el resto de sus compañeros en el primer entrenamiento en tierras sudafricanas. Cuando todos completaban un partido en reducidas dimensiones, apareció por el que será campo habitual de trabajo en la Nort West University acompañado de un recuperador.

El centrocampista de Fuentealbilla, que sufrió una pequeña lesión muscular el pasado martes en Murcia en el último amistoso de la selección española antes del Mundial, realizó carrera continua a un ritmo suave. En varias vueltas al campo incluso lo hizo tocando balón, como en los posteriores ejercicios que cumplió en una esquina del terreno de juego.

A la conclusión del entrenamiento, el doctor de la selección, el asturiano Óscar Celada, confirmó la buena evolución de Iniesta, aunque se mostró cauteloso sobre su participación en el estreno mundialista.

«Evoluciona muy bien del pequeño problema muscular que sufre. Aún no podemos afirmar si estará ante Suiza pero las sensaciones son buenas. Somos moderadamente optimistas», reconoció.

«Es él mismo quien mejor conoce su cuerpo por lesiones musculares que ha sufrido en el pasado y sabe hasta que punto puede jugar o no. Cuando sintió las molestias fue en el inicio del partido ante Polonia y siguió jugando hasta que decidió pedir el cambio por precaución. Quedan días para que empiece el Mundial para nosotros y tiempo para decidir», añadió el médico asturiano.