La víctima de Ramos Gordón llega hasta Arguello: "Algo ha cambiado en la Iglesia"

El presidente de la Conferencia Episcopal se reúne con víctimas y asociaciones contra la pederastia

Un encuentro de más de dos horas, por primera vez en un clima de confianza

"Las personas que han sufrido abusos serán reparadas sí o sí"

"Se van a estudiar los casos, uno a uno"

Francisco Javier, cuarto por la izquierda, con otras víctimas de abusos y representantes de asociaciones, en la reunión con Luis Arguello y José Cobo, presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal. | Cedida

Francisco Javier, cuarto por la izquierda, con otras víctimas de abusos y representantes de asociaciones, en la reunión con Luis Arguello y José Cobo, presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal. | Cedida / Irene Gómez

Ha sido la cuarta vez que ha pisado la Conferencia Episcopal y Javier siente que "algo ha cambiado". Tres semanas después de asumir la máxima representación de los obispos en España, monseñor Luis Arguello ha recibido a víctimas de abusos sexuales en el seno de la iglesia. Entre ellos Francisco Javier M., víctima reconocida de los abusos sufridos por el ex cura de Tábara, José Manuel Ramos Gordón, cuando era profesor en el Seminario Menor de La Bañeza.

Desde que denunció los hechos a través de una carta de su puño y letra al papa Francisco, Javier anunció que no iba a parar. Por él y por su hermano gemelo, fallecido, de quienes el sacerdote abusó durante el curso 88-89, cuando eran unos adolescentes.

Y esa batalla llega hasta ayer, con Javier formando parte de una delegación de víctimas y representantes de asociaciones como Infancia Robada, de la que es socio fundador, así como la Confederación Española de Religiosos, Confer.

"Después de tantos años de lucha por la justicia no podemos bajar la guardia, pero indudablemente el encuentro con Arguello y Cobo marca un antes y un después, tanto por el reconocimiento de que la Iglesia ha reaccionado tarde como por el compromiso de que, por fin, las víctimas van a ser reparadas sí o sí. Y se van a estudiar los casos uno a uno" ha manifestado Francisco Javier a este diario.

Lo cierto es que tres semanas después de asumir el cargo como presidente de la Conferencia Episcopal, con José Cobo como vicepresidente, ambos mantenían es la mañana de este lunes un encuentro de más de dos horas donde las víctimas pudieron expresarse largo y tendido, en un ambiente de confianza, distinto a experiencias pasadas, con otros obispos al mando, en las que tuvieron que pasar por supuestas reuniones de calado que se quedaron en una comida informal. Esta vez no. Arguello y Cobo mostraron una actitud de comprensión y escucha desconocidas hasta ahora, y con el compromiso de continuar por la senda de la reparación a las víctimas de abusos en el seno de las instituciones religiosas.

Reparación que no solo se refiere a la indemnización económica, cuestión esta última que deberá concretarse en posteriores reuniones, sino a terapias y apoyo psicológico si fuera necesario y desde luego una protección real. También "voz y voto" en las decisiones que atañen a las personas agredidas, como principales actores del daño sufrido. "Se ha abierto un camino, pensamos que de confianza y es la primera vez que lo siento en todos estos años" expresa la víctima reconocida de quien fuera párroco de Tábara, ahora apartado de las labores parroquiales.

La reunión en la Conferencia Episcopal responde al compromiso adquirido por Luis Arguello, que también es arzobispo de Valladolid, el pasado 5 de marzo cuando un grupo de víctimas –entre las que también se encontraba el ex seminarista que con su valentía abrió un camino prácticamente inexplorado– se manifestó a las puerta de la sede de los obispos para reclamar atención y reparación en la línea de otras diócesis de Europa y el mundo, y siguiendo el mandato del papa Francisco.

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