Hallan a un tercer presunto asesino vinculado al crimen del Lago de Sanabria en Zamora

El cotejo del ADN con los datos de Interpol determinó la identidad de un ciudadano luso de 70 años con residencia en el Reino Unido

Los imputados por el asesinato del ahogado en 2019 llegan a los juzgados de Puebla de Sanabria. | A. S.

Los imputados por el asesinato del ahogado en 2019 llegan a los juzgados de Puebla de Sanabria. | A. S. / Araceli Saavedra

El Juzgado de Instrucción de Puebla imputa a tres ciudadanos portugueses un presunto delito de asesinato, tras las investigaciones realizadas por la Guardia Civil, a raíz de la aparición de un cadáver en Pozo Muerto, en el río Tera, a pocos metros de la desembocadura del Lago de Sanabria, en diciembre de 2019 en el término de Vigo de Sanabria.

Dos hombres y una mujer volvían ayer al Juzgado sanabrés donde se les notificaban los cargos por los que serán juzgados por, previsiblemente, un jurado popular en Zamora. La identidad de uno de ellos es el único dato que este diario ha podido corroborar, F.A.G.C. de 69 años de edad y natural de Valverde (Portugal). La identidad de los otros dos imputados no ha trascendido pero también rondan los 60 y 70 años, de nacionalidad portuguesa, y detenidos en su país a través de órdenes europeas emanadas desde del juzgado sanabrés.

El traslado de los tres detenidos desde Portugal, con escala en el cuartel de Puebla, en medio de un amplio despliegue policial, se realizaba a las 11 de la mañana y se prolongaba hasta poco después de la una de la tarde tras comunicárseles el procesamiento y los cargos. Una cuarta persona compareció también ante la magistrada en Puebla y quedaba libre al sobreseerse los cargos contra él.

Colaboración internacional

La Guardia Civil acompaña a los sospechosos. | A. S.

La Guardia Civil acompaña a los sospechosos. | A. S. / Araceli Saavedra

La instrucción ha sido muy compleja al desarrollarse por órdenes europeas al igual que la investigación que en un primer momento quedó archivada por "suicidio" a raíz del informe forense. La manera en que murió es un punto aún sin esclarecer, ya que no está claro si el hombre falleció por ahogamiento en el lugar en el que apareció el cuerpo o lo trasladaron muerto los ahora imputados por el presunto asesinato, como corroboran en sede judicial.

La primera dificultad fue la propia identidad del fallecido que en el momento de su hallazgo no llevaba documentación ni ninguna pertenencia personal, ni vehículo, ni testigo que pudiera identificarlo. A través del perfil de ADN y su cotejo con la base de datos internacional de Interpol se determinó su identidad, un ciudadano portugués de 70 años con residencia en el Reino Unido, país donde figuraba con antecedentes. Con esos datos y su presencia en Portugal y Galicia se montó un dispositivo de escuchas y seguimiento que finalizó con varios registros domiciliarios que desembocó en la imputación de tres compatriotas del finado. Los motivos que les llevaron a asesinar, presuntamente, no han trascendido.

A través de la embajada británica en Madrid, y gracias a las gestiones realizadas desde el Juzgado y los investigadores, se ha localizado a un familiar directo del fallecido que podrá reclamar los restos mortales, enterrados en la fosa de los desamparados del cementerio de Zamora.

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