El pueblo de Zamora que no quiere perder el bar

El Ayuntamiento arrienda el establecimiento en condiciones "ventajosas" para intentar mantener un servicio "fundamental" para el pueblo

Mujeres de Villaseco durante una comida en el bar del pueblo. |

Mujeres de Villaseco durante una comida en el bar del pueblo. | / Cedido

Villaseco del Pan teme quedarse sin bar. El anunciado cese de la explotación por parte de los actuales gestores del establecimiento, de titularidad municipal, tiene en vilo al pueblo. "Aquí somos muy de barra" describe una de las clientas para transmitir la sintonía del vecindario con el único lugar de encuentro, ya sea para tomar un café, la tapa del mediodía, la partida, una comida y hasta una cena.

Tras una temporada de tranquilidad, Villaseco espera con ansia nuevos hosteleros y dispersar así la amenaza de quedarse sin un servicio fundamental para la vida y el dinamismo de este pueblo de Tierra de Pan, a 20 kilómetros de Zamora,

Desde los trabajadores que desempeñan funciones en Villaseco, y no se pierden el café matutino, pasando por los que no perdonan un tentempié a media mañana, hasta los fijos de la partida de la tarde, en el bar de Villaseco del Pan no dejan la ida por la venida.

Eso a diario. Los fines de semana, puentes, Semana Santa, fiestas, acontecimientos especiales, encuentros familiares y de amigos y, desde luego el verano, el bar es el gran punto de encuentro. Son habituales también las visitas de grupos de senderismo que frecuentan los espectaculares parajes en la confluencia entre el Duero y el Esla en esta puerta de los Arribes. "Por aquí pasa todo el mundo, jóvenes y mayores, también las mujeres cuando salen de misa o vienen de darse un paseo, se reúnen para tomar un café y pasar un rato juntas" cuentan los vecinos.

La progresiva falta de servicios en los pueblos convierte al bar en el gran revulsivo contra la soledad y todo un estímulo para favorecer la convivencia.

Por eso "El Charil" es uno de los tesoros de Villaseco. En la actualidad el único lugar de reunión desde que fueron cerrando los dos bares privados. Visto el éxito y el gusto del vecindario por "la barra", cuando se cerró el último negocio, el Ayuntamiento decidió habilitar un local para mantener un punto de encuentro. "No queríamos que el pueblo se quedara sin el bar" explica el alcalde, Felipe Cuesta.

Se puso en marcha hace una década y lo han venido explotando familias hasta que los últimos han anunciado que no pueden seguir por motivos personales. La noticia ha sembrado inquietud y preocupación en el pueblo, que no quiere pensar en la idea de quedarse sin su querido bar.

No se trata de hacer negocio, esto es un servicio social para los vecinos

Inmediatamente el Ayuntamiento se ha apresurado a sacar el anuncio sobre las condiciones de contratación del inmueble. "Son muy ventajosas" precisa el alcalde. "No se trata de hacer negocio, esto es un servicio social para los vecinos por eso las condiciones son muy favorables". Felipe Cuesta invita a los interesados a pasarse por el Ayuntamiento, en horario de 10.00 a 13.00 los días laborables, y consultar las bases de la adjudicación.

De momento, los actuales responsables de prestar el servicio van a esperar un tiempo a que se resuelva la adjudicación para no dejar a los vecinos huérfanos de u lugar donde reunirse. El pueblo de Villaseco no quiere pensar en la idea de quedarse sin bar. Por eso, se suman a la voluntad del Ayuntamiento y animan a que una familia se quede con el negocio hostelero.

"Es un negocio bueno para una familia, hay clientela" defienden los vecinos sobre la concurrencia de un establecimiento que se ha ganado el apoyo de los vecinos y visitantes de Villaseco del Pan. "El Charil" como bandera en la defensa numantina de un pueblo por mantenerse vivo.

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