El río Aliste ha logrado recuperar todo su cauce, desde la Sierra de la Culebra (San Pedro de las Herrerías) hasta el embalse de Ricobayo, tras permanecer completamente seco durante todo el verano y la mayor parte del otoño a causa de la sequía.
El Aliste, un curso fluvial que cuenta con un recorrido total de 72 kilómetros y 52 metros, –su último tramo anegado por el embalse del Esla desde 1935–, cruza por los términos de 17 pueblos y tiene como tributarios hasta 27 ríos y arroyos, siendo el Frío su principal afluente.
Lejos, en la memoria, quedan aquellos años lluviosos de antaño donde el gran río Aliste aportaba una media de 133,8 hectómetros cúbicos al río Esla. Desde el mediados del mes de septiembre el Aliste ya corría desde Gallegos del Río, por Domez de Alba, Vegalatrave, Losacino, Vide, El Castillo, Carbajales, Videmala y Villanueva de los Corchos, sin embargo, eran las suyas, aguas procedentes de Valer del río Frío que nace en el entorno de la “fuente de Moya Pan” de la Sierra de la Culebra entre los términos de Sarracín de Aliste y Ferreras de Arriba.
Históricamente, hasta mediados de los años ochenta, el río Aliste, aguantaba su caudal hasta últimos de julio: en frondosas riberas como “la Aguilera” de Valer se regaban las huertas de patatas, fréjoles y remolacha llevando en agua por su propio peso mediante zudas y caliendas. Un caudal veraniego que delatan también las abundantes norias que había en su ribera.
Este caótico y seco año el Aliste dejaba de correr el 13 de junio, coincidiendo con la festividad de San Antonio, con lo cual ha estado seco 168 días. El pasado año fue aún peor pues estuvo seco 208 días y sólo corrió 150: no arrancaba a correr hasta el 8 de enero. Reza el refrán que “Mal año si el Aliste con corre por los Santos” (1 de noviembre). Su último reto antes de unir fuerzas con el Frío fue llenar cuatro de sus pozos más profundos: “El Frenón” y “La Tabla” en flores y “Las Barandas” y “Saya Verde” en Gallegos del Río.
Aunque este año el período de sequía del río Aliste fue más corto, sin embargo, la escasez de lluvias veraniegas y las altas temperaturas empeoraron la situación al secarse todos los pozos con lo cual la ganadería extensiva, casos de ovino y del vacuno, llegó a tener graves problemas para abastecerse en algunos pueblos. Muchos agricultores se vieron obligados a dejar secar sus huertas al no haber agua. Las fuertes lluvias otoñales han traído consigo que el Aliste muestre ya un buen caudal, estable, No hay que olvidar que este río y sus tributarios dependen en su mayor parte de las precipitaciones: excepción de Frío con diversos manantiales en Sarracín, Riofrío y Valer.
Estos primeros días la tónica general han sido sus negras aguas pues parte de ellas las recibe de la zona arrasada por el incendio de la Sierra de la Culebra del 15 de junio: Cabañas, Palazuelo, La Torre, Pobladura, Mahide y San Pedro de la Herrerías. Solo el el termino municipal de Mahide se calcinaron 5.666 hectáreas.
Pasará 2022 a la historia, de eso ya no hay duda, como uno de los años más secos desde 1963. Del 1 de enero hasta el 31 de agosto, 243 días, sólo se recogieron 203,3 litros por metro cuadrado, en la estación meteorológica “María Pinta” de Alcañices puesta en marcha por Tomás Castaño Fernández y ahora atendida por su hijo Andrés y su nieto Sergio. Sólo en 38 jornadas llovió y en 205 no cayó ni una gota de agua. Tras los efectos de Filomena en 2021, este año, la nieve ni siquiera hizo acto de presencia.
"Gracias a las lluvias del otoño los acuíferos secos van recuperando su caudal"
Pasada la época estival la climatología dio un giro radical, en positivo, con el regreso de las lluvias. Los últimos tres meses ya han dejado 390,9 litros: 67,8 en septiembre, 176,3 en octubre y 146,8 en los que llevamos de noviembre (el 24 fue el día más lluvioso del año con 30 litros). Si raro esta siendo el año, más aún fue el verano, pues hemos vivido la época estival con más tormentas secas, del 2 al 15 de junio, y el 17 de julio, causantes según Medio Ambiente de los trágicos incendios de la Sierra de la Culebra (rayo en Sarracín) y Losacio (Losacino). Aparte hubo 10 días con tormentas húmedas con 47 litros registrados.
La media de precipitaciones de agua y nieve en Aliste en lo que llevamos del siglo XXI se sitúa entorno a los 789,7 litros por metro cuadrado al año. El pasado año se situaba incluso por debajo, concretamente 783,7 litros. En lo que llevamos de este 2022 solo se han alcanzado los 586 litros, con lo cual habrían de caer 197,7 litros en diciembre para llegar a la media. En estos momentos ya han arrancado a correr el Frío (lo hizo el 3 de septiembre), Cebal, Mena, Espinoso, Castrón, Cabrón y Manzanas, que ofrece ahora un mayor caudal.
