La comarca de Aliste ha cerrado los primeros ocho meses del año más secos del siglo XXI con una fuerte y prolongada sequía que ha situado bajo mínimos a la mayoría de los acuíferos, secándose completamente muchos de ellos. Los campos alistanos se han convertido en un erial donde localizar agua es un milagro.
Solamente 214,9 litros por metro cuadrado han caído en lo que llevamos de año según los datos recogidos por el pluviómetro de la estación meteorológica “María Pinta” de Alcañices. El día 31 de agosto se cumplían los primeros 243 días de un 2022 ya trágico: de ellos 203 jornadas han estado marcadas por la sequía total y solamente en 40 hubo alguna precipitación.
En veranos solo hemos tenido 12 días de tormenta, pero solamente han dejado 58,6 litros por metro cuadrado, triste bagaje tras un invierno y una primavera atípicos. A ello hay que sumarse dos tormentas secas los días 15 de junio y 17 de julio que según la Consejería de Fomento de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León fueron las que con sus rayos originaron los trágicos incendios forestales de la Sierra de la Culebra (el rayo cayó el término de Sarracín) y Losacio (rayo en Losacino).
Marzo fue el mes más lluviosos, pero el día más lluvioso hasta la fecha fue el 22 de abril, pero sólo se recogieron 21,5 litros a lo largo de las veinticuatro horas. Los días con lluvias y las precipitaciones fueron muy escasas: enero dos días de lluvia (4,5 litro caídos), febrero uno (9,5), marzo doce (74,5), abril siete (55,3), mayo dos (19,8), junio siete (14,6), julio tres (6,8) y agosto tres (18,3). Agosto pasará a los anales de la historia como el mes más seco, el más caluroso y donde se han batido todo tipo de récords.
En lo que a temperaturas respecta hemos padecido en Aliste tres olas de calor, casi seguidas, con alertas naranja activadas por Aemet, los días 12, 13, 14, 15, 16 y 17 de julio, batiéndose récords de máximas y mínimas. El día 14 de julio se registraba la temperatura más alta en los pueblos de la comarca alistana desde que hay registros con 39,6 grados. El mercurio se mantuvo por encima de los 35 grados nueve días seguidos del 9 al 17.
Las mínimas tampoco se han quedado atrás y hemos sufrido hasta siete noches tropicales, concretamente del 12 al 18 de julio, siendo la madrugada del 15 de julio con 22,4 grados la noche más cálida de la historia (desde que se tienen registros).
La escasez de precipitaciones y las altas temperaturas ha traído consigo que la práctica totalidad de los ríos, regatos y arroyos de la comarca de Aliste hayan dejado de correr, agotándose los manantiales y las charcas naturales que se abastecen de la lluvia.
La sequía ha afectado directamente a los acuíferos superficiales (manantiales) y subterráneos (pozos) que se utilizan para prestar el servicio de abastecimiento domiciliario de agua potable a la población de los pueblos. En al menos cuatro localidades ha sido necesaria la perforación de nuevos pozos de sondeo con carácter de máxima urgencia y la ayuda del Área de Medio Ambiente de la Diputación Provincial de Zamora: Riomanzanas, Figueruela de Abajo, Valer de Aliste y Gallegos del Río.
Pozos agotados
En muchos pueblos las familias se han visto obligadas a abandonar los huertos donde cultivan patatas, frejoles, tomates, cebollas, pimientos, lechugas y calabacines al carecer de agua suficiente. Muchos pozos artesanos y de sondeo se agotaron y hay que tener en cuenta que en los ríos, una vez que el agua deja de correr, está terminantemente prohibida la extracción de agua con motores para el riego.
El sector ganadero en extensivo es que más problemas está teniendo por falta de agua pues el ovino, a tratarse de rebaños de entre 500 y 1.000 ovejas necesitan diariamente mucha cantidad de agua y los pozos de los ríos como las charcas se agotaron. Se da la paradoja que en alguno casos ante la abundancia de pastos en años anteriores en 2022 se optó por no realizar la trashumancia a Sanabria.
A últimos de junio ante la grave sequía se intentó recuperarla pero ya no se encontraron sierras sanabresas libres para arrendar teniendo que quedarse en tierras alistanas. En lo que llevamos de siglo XXI los primeros semestres del año más lluviosos correspondieron a 2016 con 863 litros por metro cuadrado, 2010 con 668, 2018 con 656, 2013 con 479, 2003 con 468 y 2011 con 439. En el año 2018 cayeron 321. Una de las peculiaridades de 2022 es que a lo largo de todo el invierno no cayó ni una sola gota de nieve.
