La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Carmen Gómez Ferreras Doctora en Ciencias Biológicas, experta y catadora oficial de mieles

“Tras los incendios volverá la floración a la Culebra y brotarán esos brezales que son únicos”

“En La Palma, también calcinada, salieron plantas pirófilas que se adaptan a suelos quemados y ahora se elabora una miel de ‘corazoncillo’ maravillosa”

En primer plano Carmen Gómez Ferreras, ayer durante un curso de cata de mieles en Marchamalo (Guadalajara) Cedida

Carmen Gómez FerrerasVillarrín de Campos, 1949– es una experta e investigadora sobre la miel, campo en el que comenzó a trabajar a raíz de su tesis doctoral con un estudio palinológico de mieles españolas. Es además una de las primeras catadoras oficiales de mieles, cuyo certificado obtuvo en Francia. En París formó parte del grupo de trabajo creado para armonizar los métodos de análisis de mieles en la Comunidad Europea. Doctora en Ciencias Biológicas y Técnico Bromatólogo, esta zamorana fue profesora titular de Biología Vegetal en la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad jubilada, Gómez Ferreras colabora con el grupo de trabajo de la miel en la Asociación de Palinólogos de Lengua Española y es miembro de la Real Sociedad de Historia Natural. Premio de investigación “Agustín de Bethancourt, 1998”.

Carmen Gómez Ferreras participará por primera vez en una cata en su tierra durante la primera edición de los Premios de la Miel de Zamora, dentro de la I Feria Provincial de la Miel y de las XVI Jornadas de Exaltación de la Castaña y Setas Alistanas que tendrá lugar el sábado en Trabazos.

–Nació en Villarrín de Campos en el seno de una familia numerosa (seis hermanos), ¿cómo fueron esos primeros años?

–Aunque efectivamente nací en Villarrín, a los cuatro años ya me fui para Zamora. Estudié en el Amor de Dios e hice mi carrera de Biología en la Universidad Complutense de Madrid. En aquella época empezaba a valorarse el análisis y el control de fraudes alimentarios. Entonces mi padre me animó a estudiar Técnico Bromatólogo. Para el trabajo de fin de carrera opté el estudio de las mieles.

Me recorrí España en un dos caballos para elaborar el mapa de las mieles españolas

decoration

–Parece que ese campo le atrapó, pues ha estado siempre ligado a su labor profesional.

–Empecé investigando mieles en Extremadura y me recorrí toda esa zona con un Citroen dos caballos, acompañada de mi padre. Me encantó. A raíz de mis estudios como Técnico Bromatólogo, mi directora me propuso hacer un mapa de las mieles españolas. Yo sola y a veces con compañeros del Jardín Botánico y amigos, me recorrí toda España buscando mieles. A diferencia de lo que ocurre ahora, que todo el mundo tiene interés en que conozcas y valores su miel, en aquella época nadie te las mandaba. Yo iba por los pueblos con mis frascos, pedía una cucharada de miel. Fue una experiencia estupenda.

Zamora está muy olvidada, tiene que salir del "impasse" y que los políticos actúen

decoration

–¿Después de tantos años estudiando las mieles aún le sorprenden cosas?

–Verdaderamente cada vez que te reúnes con gente o participas en ferias, que son tan importantes, siempre conoces una miel nueva. Estuve recientemente en Galicia, en la Ribeira Sacra, y a la puerta del barquito vi a un señor que vendía mieles. Cuando la probé era como si comieras albaricoques. Hace poco llevamos una miel de fresa a una de las catas y entre las últimas que aparecen están las de aguacate. Se dan en el valle de Granada, en Canarias, en Galicia, en Málaga. Y desde luego tenemos las multiflorales de la Alcarria con floraciones aromáticas típicas de aquellos cerros y donde se consiguió la Denominación de Origen.

–Zamora lucha por colocar su miel en esa élite y lograr la marca de calidad, ¿cree que es merecedora de ese reconocimiento?

–Claro que sí pero, como todo, va a depender de las ayudas que haya y de la agilidad administrativa. No es complejo. Hay que seguir la norma e ir presentado todo lo que te piden. La primera Denominación de Origen específica fue la de la Alcarria. Luego están las gallegas trabajando a tope o las mieles canarias con el reconocimiento a Tenerife, que se ha movido muy bien e hizo la Casa de la Miel. Extremadura ha estado trabajando mucho durante años y también lo ha logrado. Y Granada, donde hay una serie de niveles de vegetación que dan mieles muy variadas. Eso vende.

Carmen Gómez Ferreras, ayer dirigiendo una cata de miel en Guadalajara Cedida

–¿Qué supondría para el sector la ansiada Marca de Garantía Miel de Zamora?

–Una Denominación de Origen, al contar con un Consejo Regulador, da seguridad al consumidor y eso favorece la venta, porque hoy se busca calidad y seguridad.

–El emergente sector apícola en la provincia de Zamora ha recibido un duro revés con los grandes incendios del verano, ¿cómo salir del bache?

–Yo soy optimista por naturaleza. Creo que sería buen momento para conseguir ayudas de cara a potenciar toda la zona de La Culebra, porque estamos en un límite entre Galicia y la región mediterránea donde los brezales son únicos. Conozco bien la zona de Tábara o Ferreras, Sagallos y todos los pueblecitos de esa zona donde he visto muchas colmenas.

Una Denominación de Origen da seguridad al consumidor y eso favorece la venta

decoration

–En la Sierra de la Culebra y sus estribaciones se han asentado nuevos apicultores, muchos obligados casi a empezar de nuevo por el incendio.

–Se han quemado muchas colmenas, por eso es necesario que se establecen ayudas para que los apicultores puedan poner colmenas nuevas. Y si, como me dicen, aquellas zonas quemadas ya están brotando, eso es genial porque van a salir las pirófilas, las plantas amigas del fuego, que se adaptan bien a los suelos afectados por los incendios. Conozco muy bien el caso de la isla de La Palma, se me encogía el corazón cuando hubo esos grandes incendios, antes del volcán. Pues de esos desastres salió una miel que se llama “corazoncillo” y llegó a ganar un concurso en Canarias. Una miel que es monoflora de allí y salió de plantas en zonas quemadas. Allí la flora es diferente, pero aquí solo de los dientes de león ya se puede sacar una miel. Son plantitas pequeñas pero muy valiosas. O esas plantitas humildes como las viboreras, que están por los bordes de caminos y que no han resultado dañadas porque pasan la época desfavorable en forma de semillas. Todas las plantas son buenas.

–Hay razones para la esperanza entonces.

–Estas cosas van lentas, la vegetación tiene su tiempo pero siempre van a salir esas especies como en La Palma, donde ahora se elabora una miel única. Verdaderamente en zonas quemadas surgen esas especies pirófilas, amigas del fuego, que son melíferas. Si ya están brotando los brezos es una gran noticia porque el brezal es base de mieles estupendas y son quizás las más típicas de la Sierra de la Culebra, las mieles de bosque, de roble.

Zamora ahora necesita ayuda tras esos devastadores incendios que nos han sobrecogido a todos

decoration

–Hay zonas devastadas donde no es posible mantener las colmenas y ha habido que trasladarlas a otros pueblos.

–Tengo ganas de verlo porque conozco esa zona, recorrí esos pueblos buscando miel y se que tiene grandes posibilidades. Insisto, hay que aprovechar este momento. La Sierra de la Culebra está en boca de mucha gente, la plataforma parece que se está moviendo y es un buen momento para dar a conocer los valores de estos montes. El turismo, las setas o la miel son recursos con una buena base. Hay que batallar por conseguir una marca de calidad. Porque ya hay ejemplos de buen hacer. Mieles de Aliste han obtenido premios nacionales. Zamora está muy olvidada y la tenemos que sacar de ese “impasse”, que los políticos no nos olviden y que la gente joven apueste por esta tierra. Yo siempre ayudaré en lo que pueda.

–¿Hasta qué punto la apicultura puede consolidarse como una actividad que favorezca el asentamiento de pobladores en esta España de interior tan golpeada por la despoblación?

–Ahí tenemos los ejemplos de Salamanca y Cáceres donde trabajan grandes apicultores. Se pueden establecer, no es algo muy caro y además cada año se puede duplicar una colmena haciendo núcleos. Partes de un desembolso inicial que se va multiplicando y también se pueden pedir ayudas para la polinización de cultivos. Más allá de una actividad para aficionados, las colmenas pueden ser un medio de vida, o un complemento con otras actividades agrícolas y ganaderas. El campo está dejado de la mano de Dios y no puede ser. Hay que apoyarlo y Zamora ahora necesita ayuda tras esos devastadores incendios que nos han sobrecogido a todos.

–Hace tiempo que se observa con preocupación la desaparición de las abejas a un ritmo trepidante, ¿hasta qué punto esto es preocupante?

–La función de polinización que tienen las abejas no la puede hacer otro animal. El viento es otro agente de polinización, pero las abejas son únicas, tienen que vivir.

Compartir el artículo

stats