La Opinión de Zamora

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La crítica situación de la iglesia de Molacillos, a debate hoy en las Cortes

El templo BIC, único ejemplo del barroco levantino en Castilla y León, lleva cuatro meses cerrado al culto ante el peligro por desprendimientos

Interior de una de las cúpulas de la iglesia de Molacillos. | Ana R. Burrieza

El pueblo de Molacillos espera que comiencen con prontitud las obras de restauración de su iglesia parroquial de San Martín de Tours, considerada monumento histórico-artístico con carácter nacional y Bien de Interés Cultural por ser el único exponente del barroco valenciano que existe en Castilla y León, tan lejos del Mediterráneo. Una actuación que se debatirá hoy en las Cortes regionales.

El templo del siglo XVII corre peligro de derrumbe, muy afectado por los desperfectos en su cubierta, las consecuentes humedades y la acción de la avifauna (palomas y cigüeñas) que anidan en su torre.

Así lo denunciaba LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en su edición del 16 de mayo, y varios cargos del PSOE de Zamora visitaban la iglesia el 1 de junio y exigían su arreglo.

Al día siguiente, 2 de junio, el Obispado de Zamora ordenaba cerrar el templo al culto ante el peligro para los feligreses, pues el yeso de las vigas ornamentales se está desprendiendo de las paredes y techos, cayendo varios cascotes de considerable tamaño sobre los bancos de las naves laterales.

Desde hace más de cuatro meses, las misas se celebran en un aula de las antiguas escuelas –Molacillos ya no tiene colegio– cedida por el Ayuntamiento; y cuando se congrega más gente de lo habitual –por ejemplo, en los entierros– lo hacen en el salón multiusos.

El pasado 10 de junio los procuradores zamoranos del Partido Socialista, José Ignacio Martín Benito, Ana Sánchez e Inmaculada García Rioja, firmaban una Proposición No de Ley para que las Cortes de Castilla y León insten a la Junta a acometer los trabajos de reparación necesarios en la iglesia de Molacillos, en colaboración con el Obispado de Zamora.

Cornisa desprendida en la iglesia de Molacillos. Cedida

Esa es la PNL que se debatirá y votará hoy en la Comisión de Cultura, Turismo y Deporte de las Cortes de Castilla y León, volviendo a poner el foco sobre este templo después de todo un verano sin noticias sobre el comienzo de los trabajos de restauración. “Nadie nos ha llamado ni nos consta que los técnicos hayan visitado la iglesia, por ahora”, asegura el alcalde, José Carlos Reguilón, preguntado por este diario.

La institución autonómica reaccionaba el 22 de junio dando los primeros pasos para llevar a cabo una actuación conjunta para intervenir en la iglesia de San Martín de Tours de Molacillos, en colaboración con la Diputación de Zamora y el Obispado. La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián, hacía de anfitriona de la reunión a tres bandas con el vicepresidente segundo de la institución provincial, Jesús María Prada (diputado de Cultura) y con el delegado de Patrimonio del Obispado, Miguel Ángel Hernández.

Detalle de la torre de la iglesia de Molacillos, de estilo barroco levantino. ANA BURRIEZA

Obispado, Junta y Diputación se comprometieron a firmar un acuerdo de colaboración para acometer las obras “con urgencia”. Previamente, explicaban, es necesario esperar a los informes técnicos de Junta y Diputación para que ambas instituciones puedan consignar sus aportaciones económicas.

Por su parte, San Damián aseguraba que el Servicio Territorial de Fomento ya había comenzado a trabajar en un estudio geotécnico de la iglesia.

Esta será la segunda intervención que lleva a cabo la Junta de Castilla y León en esta iglesia única, pues entre los años 2003 y 2005 ya invirtió 300.000 euros en varias mejoras.

La iglesia de San Martín de Tours se construyó entre los años 1748 y 1758 a expensas de Andrés Mayoral, un hijo de Molacillos que llegó a ser obispo de Ceuta primero y arzobispo de Valencia después. Desde la ciudad del Turia el arzobispo encargó y costeó una iglesia de estilo levantino para su pueblo natal, a más de 500 kilómetros de distancia.

Andrés Mayoral encargó los planos a un arquitecto valenciano, Cristóbal Herrera, y envió desde Valencia a Francisco Castellote, director de la obra, además de pintores y otros artesanos que ayudaron a decorar una iglesia de enormes dimensiones para un pueblo relativamente pequeño como Molacillos. Destaca especialmente su torre de cuatro pueblos, una de las más esbeltas de la provincia, que se puede divisar desde varios pueblos del curso bajo de Valderaduey, y desde distintos puntos de Zamora ciudad.

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