Greenpeace alerta del peligro de contaminación del agua por lluvias en las zonas incendiadas y demanda medidas para evitar este “chapapote de monte”.

Pequeños diques, construcciones provisionales, sacar la madera quemada y dar tiempo a los ecosistemas para su recuperación son algunas de las propuestas. Ante el comienzo del otoño y las lluvias en algunas de las zonas afectadas por los incendios forestales durante este verano, Greenpeace recuerda que es necesario “tomar medidas urgentes para proteger el suelo en las superficies forestales arrasadas, minimizar los procesos erosivos, evitar la contaminación de cursos de agua y garantizar el abastecimiento de agua potable en muchas localidades que dependen de aguas superficiales”, apunta la organización.

“En los incendios forestales seguimos perdiendo incluso después de las llamas, y es fundamental no solo la extinción del fuego, sino el seguimiento de las zonas incendiadas. Tras el paso de las llamas, se ponen en peligro los recursos hídricos por el arrastre de cenizas. En un país con sequías y procesos de desertificación agravados por el cambio climático, la prevención de los incendios y la protección de zonas incendiadas son claves para no agravar aún más el problema”, precisa Mónica Parrilla, ingeniera forestal de Greenpeace.

Retirada de madera

Por otro lado, ya está en marcha la retirada de madera quemada los grandes incendios de la Sierra de la Culebra, que abrasaron una superficie de 973 hectáreas de Montes de Utilidad Pública en los municipios de Ferreras de Arriba, Ferreras de Abajo, Villardeciervos, Mahíde, Riofrío de Aliste, Otero de Bodas, Tábara y Ferreruela de Tábara. Se ha establecido un plazo inicial de corta hasta el 31 de marzo del año que viene.

La Consejería de Medio Ambiente, a través de empresas madereras, está procediendo ya a la retirada de un total de 108.000 toneladas de madera y leñas quemadas, que fueron subastadas anteriormente y cuyos pliegos han sido modificados para que 16 lotes adjudicados o en marcha pasen de corta en verde a corta de madera quemada. El proceso de extracción de la madera “minimiza plagas en islas de arbolado superviviente al fuego por parte de insectos perforadores (escolítidos) o el nemátodo del pino”.

Respecto al resto de toda la masa arbolada calcinada en la Culebra, la Junta ha estimado un importe total por la transacción que rondaría entre los 27-30 millones de euros, de los cuales el 100% de lo recaudado se destinará para los consistorios afectados, concretamente, el 70% irá directamente a sus cuentas y el 30% restante se ingresa en el fondo de mejoras de cada monte siendo reinvertido en actuaciones forestales que pueden ser solicitadas y contratadas por los propios ayuntamientos.

El volumen de madera quemada se encuentra en torno a 1,6 millones de metros cúbicos, cifra muy similar al aprovechamiento anual de los pinares de toda Castilla y León. “La Junta ha planificado otros 47 lotes diversos a enajenar en diversas subastas a mediados del mes de septiembre con una cadencia de 2-3 semanas, afectando en total a cerca de 12.000 hectáreas con la finalidad de facilitar una extracción ordenada haciendo una distribución territorial homogénea que comprenda al mayor número de Ayuntamientos iniciándose los traspasos de forma simultánea. Estos lotes afectan a 27 Montes de Utilidad Pública más otros 8 montes con convenio en vigor”.

Corta de madera quemada en un pinar de la Sierra de la Culebra. |

La estimación del volumen existente para la subasta se ha realizado mediante la técnica LIDAR, “utilizando los retornos de un láser al impactar sobre la vegetación y el terreno siendo contrastada por técnicos, cuadrillas y agentes medioambientales del Servicio Territorial de la Junta en Zamora”.

En cuanto a la primera orden relativa a la extracción urgente de la madera la Sierra de la Culebra, publicada el 12 de agosto, a través del Boletín Oficial de Castilla y León, la disposición insta a entidades públicas y particulares a realizar la saca de la madera y leñas de masas afectadas de pinares con diámetros superiores a 8 centímetros.

Dicha orden señala que en todos aquellos terrenos en los que existe una cogestión con los Ayuntamientos propietarios en los MPU será la Junta la encargada de enajenar la madera quemada al contar con la encomienda por parte de los Ayuntamiento, de los cuales solo el 2% de la madera quemada en la sierra es propiedad de la Administración regional.

Asimismo, el pasado día 24 de agosto se publicó el trámite de audiencia de la segunda orden que comprende el resto de los grandes incendios forestales de Zamora (Ferreras de Abajo, Losacio, Losacino, Villaseco y Figueruela de Arriba).

La orden requiere a todos los propietarios forestales a realizar la corta y saca de la madera de pino afectada sin ser necesaria una autorización o comunicación previa expresa, independientemente de su volumen, evitando trámites administrativos.

Mientras que la madera de frondosa no es obligatorio realizar su corta pudiendo esperar a comprobar si existe o no rebrote de encinas y robles, si bien es recomendable en muchos casos su corta precisamente para facilitar el rebrote. Además, esta corta va a facilitar la regeneración natural de la vegetación y las labores de restauración que ya se han iniciado con las obras de emergencia hidrológico-forestal. Paralelamente se desplegará una red de 250 trampas para controlar las poblaciones de insectos perforadores y de los vectores de enfermedades.