“Nunca más” es el lema elegido por los agricultores y ganaderos de la Sierra de la Culebra y del Valle del Tera afectados por los dos incendios más devastadores de España. La frase recuerda al gallego “Nunca mais”, porque los profesionales del campo del oeste zamorano exigen un plan de recuperación para el sector agrario análogo al que recibieron en 2002 los pueblos afectados por la marea negra del Prestige, sus pecadores y marisqueiras.
Los líderes provinciales de las organizaciones profesionales agrarias COAG, Asaja y UPA encabezaban la manifestación que ayer recorrió bajo el lema “Nunca más” las calles de Tábara, cortando la circulación de la carretera N-631, desde el pabellón de deportes hasta la Plaza Mayor. Con 15 tractores (los que permitía la Subdelegación del Gobierno) y muchos petardos, unas 400 personas –era un día laborable por la mañana– procedentes de distintos pueblos de Tábara, Alba y Aliste gritaron que “no nos callaremos” y exigieron la dimisión de los responsables políticos que deberían velar por prevenir y apagar los incendios.
Acusación de "negligencia" a la Junta de Castilla y León
El líder regional de COAG, el zamorano Lorenzo Rivera, fue muy crítico con la política de incendios de la Junta de Castilla y León. Señaló la “negligencia” cometida respecto al primer fuego en la Sierra de la Culebra, el del 15 de junio: “negaron la mayor, se venía prediciendo una semana antes una fuerte ola de calor, con rachas de viento fuertes y tormentas secas, el incendio estaba cantado, tenían que haber declarado el nivel alto de riesgo de incendios y no se declaró porque había que empezar el día 1 de julio. Esa negligencia costó 30.000 hectáreas”. Respecto a incendio del mes de julio iniciado en Losacio criticó que no había medios suficientes, y los que llegaban “venían exhaustos del resto de incendios de Castilla y León”.
Por ese motivo, las organizaciones profesionales agrarias exigen que la Junta de Castilla y León destine más recursos económicos a la extinción de incendios “para que no vuelva a suceder algo así”. El presupuesto del Gobierno de Mañueco para apagar incendios es de 65 millones de euros, el de Galicia es de 180 millones, pero Castilla y León es la autonomía con mayor superficie de terreno forestal. “Aquí se gastan 13 euros por hectárea, y en Galicia 82 euros por hectárea”, apuntó Rivera.
El secretario general de COAG Castilla y León abogó por contratar bomberos forestales por cuenta de la Administración, y no externalizando el servicio a través de empresas privadas. “Los incendios son un negocio para las empresas que lo apagan y para las empresas que se llevan la madera”, aseveró.
Exigen dimisiones en Medio Ambiente
En los dos incendios de la Sierra de la Culebra se puso de manifiesto, según Lorenzo Rivera, que el actual modelo de extinción de incendios en Castilla y León “es insuficiente para apagar estos incendios de sexta generación” y concluyó que “quienes ahora dirigen la Consejería de Medio Ambiente no están capacitados para llevar a cabo los cambios necesarios para adaptar al siglo XXI la política de prevención y extinción de incendios”, por lo que exigió su dimisión.
El presidente de Asaja Zamora, Antonio Medina, también exigió “que los políticos asuman responsabilidades” por los incendios y pidió que “derechas e izquierdas den la talla y se pongan de acuerdo” para sacar adelante las zonas incendiadas: “lo que más preocupa es el ahora”.
Por su parte, el líder regional de UPA, el zamorano Aurelio González, exigió a los dirigentes de la Junta de Castilla y León “que digan la verdad de lo que ocurrió, que asuman responsabilidades y que no vuelva a pasar esto nunca más”.
Ayudas necesarias
Respecto al plan de recuperación para el sector agrario y los pueblos de la Sierra de la Culebra, las tres organizaciones agrarias hicieron piña y coincidieron en mantener la unidad de acción “el tiempo que haga falta” hasta que se consiga un trato justo, especialmente para los agricultores y los ganaderos, que han quedado excluidos del primer decreto de la Junta de Castilla y León de ayudas a empresas y autónomos en las zonas incendiadas.
Lorenzo Rivera, de COAG, señaló que en Aragón su Consejería de Agricultura ya ha sacado un decreto-ley con ayudas de hasta 20.000 euros por explotación agraria por las pérdidas sufridas por los incendios. Unos fuegos que ocurrieron después de los incendios de Zamora, en cambio en Castilla y León “al consejero de Agricultura todavía no le hemos oído decir ni esta boca es mía”. Por eso exigió a Gerardo Dueñas “un decreto-ley con medidas específicas para el sector agrícola y ganadero afectado por los incendios”.
Hasta ahora, la única ayuda que ha recibido el sector agrario son los envíos de forraje para las ganaderías que se han quedado sin pasto, “y están empezando a fallar” porque “hay algún funcionario que está empezando a poner problemas”, alertaron desde Asaja y desde UPA.
Además, presidente de Asaja Zamora, Antonio Medina, recordó que la Diputación de Zamora se comprometió a pagar todos los portes “y ahora hay problemas porque no habían habilitado una partida presupuestaria, no se pueden echar para atrás”. Las donaciones privadas también están a la espera de que la Junta y la Diputación coordinen su reparto, para que lleguen a las zonas incendiadas.
Entre los daños que la Junta de Castilla y León debe compensar están los que ya causa la fauna salvaje en la zona de regadío de la comarca de Tábara, a donde se han desplazado los herbívoros que no encuentran alimento en la sierra incendiada. Se están comiendo las cosechas, “y eso lo tiene que pagar la Junta como un daño colateral más de los incendios”, señaló Aurelio González (UPA), que no se conforma con que se den permisos de esperas para controlar la fauna.
Otra cuestión a abordar es el lucro cesante. Tal y como recordó González, hay ganaderos que han desplazado sus ovejas hasta 50 kilómetros, “y ahora tienen que gastar diésel en ir y venir varias veces al día”, lo mismo que los apicultores que han movido sus colmenas más de 20 kilómetros a pueblos que se libraron del incendio. Se han sacado ayudas para compensar el lucro cesante de la hostelería y el sector turístico por la pérdida de clientes, pero hasta ahora “se ha dejado de lado a los agricultores y ganaderos”.
Por otro lado, Medina abogó por reformar la Ley de Montes (la autonómica y la estatal), que “están desfasadas por el cambio climático”, y pidió que los legisladores “cuenten con nosotros, con los agricultores y los ganaderos, con la gente de los pueblos” y menos con grupos ecologistas “que cumplen su función, pero son minoritarios, y se tienen que concienciar de que o limpiamos los montes o los incendios van a ser imparables”. En este mismo sentido, señaló que “estoy cansado de que digan que la única solución a los fuegos es la ganadería extensiva, porque la ganadería extensiva se la están cargando con todos los problemas que ponen a los ganaderos”.
Por último, Aurelio González apostó por un plan para la Sierra de la Culebra con “una cantidad de fondos importantes para luchar contra la despoblación, esto tiene que ser una oportunidad para trabajar en un futuro desarrollo”.
Las tres organizaciones agrarias con representación en la provincia coincidieron en “no parar hasta que eso se ponga en marcha. La Sierra de la Culebra, las comarcas de Aliste, Tábara y Alba, son el corazón de nuestra provincia y hay que recuperarlas”.
Bajo esta premisa la gente de las comarcas occidentales mostró su indignación en la manifestación, tanto con sus gritos como en sus pancartas y camisetas, con lemas como “Con la Sierra de la Culebra quemada llegó la ruina a nuestros pueblos”, “¿De qué vivirán nuestros pueblos con los montes calcinados?”, “San Martín quemada. Existimos. Escober más quemada”. Hasta los alumnos de los programas de verano en la escuela de Tábara se asomaron a las ventanas de las aulas para unir sus voces a la manifestación gritando “Nuestra sierra”.
VIDEO | Discurso del hermano de una de las víctimas del incendio de Losacio
Tras llegar a la Plaza Mayor de Tábara se guardó un minuto de silencio por los tres fallecidos en el fatídico incendio de Losacio. Allí estaba Valeriano Antón Ratón, hermano de una de las víctimas mortales, Victoriano Antón Ratón, el pastor que pereció tratando de salvar su rebaño de ovejas. Valeriano quiso leer unas breves palabras que traía escritas, pero la emoción no le permitía hablar. El secretario regional de UPA, Aurelio González, puso voz a las palabras escritas por Valeriano. Escúchalas en este video.
