Con un minuto de silencio en recuerdo de las tres personas fallecidas en la oleada de incendios en Zamora y Portugal, comenzaba la marcha en Boya que augura una lucha “larga” por la Sierra de la Culebra y sus pueblos convocada por COAG.
José Manuel Soto quiso recordar al brigadista Daniel Gullón, y al compañero y amigo Victoriano Antón fallecidos, y a los que sumó una tercer víctima, el piloto portugués que participó en las labores de extinción en el incendio de la Sierra de la Culebra y falleció en Portugal apagando otro incendio, el comandante de 30 años André Serra.
La pancarta que abría la marcha, en manos mayoritariamente de mujeres de los pueblos de la Sierra de la Culebra, recordó la exigencia social de “Saber la verdad” con el respaldo de más de 200 manifestantes desplazados desde otros pueblos, como Codesal, Manzanal, Cional, Sesnández, Villardeciervos, Ferreras, etc. Tras el silencio arrancaron los pasos y los cantos con uno muy contundente “Mañueco dimite, la Sierra no te admite”.
El responsable de COAG mantenía, una vez más el abandono de los pueblos y anunció “una batalla larga y dura” contra la Junta “que saben que el tiempo les da margen, pero no nos vamos a cansar” para recuperar los derechos de vecinos “pueblo a pueblo”.
A las críticas por la gestión, la petición de dimisiones del director general, José Ángel Arranz, del “puesto a dedo” que desempeña sumó las reivindicaciones de “una red de caminos para sacar la madera” ante el hecho de su destrucción cuando comience la saca de “miles y miles de camiones que tampoco tienen carreteras”. Las críticas desde la Sierra de la Culebra son permanentes “no nos hacen nada sino lo exigimos”.
En esta línea reiteró que “se nos deben 2,5 millones de euros de ZIS” que borró de un plumazo el Director General de Medio Natural. “Todo es quita, quita, quita, quita” lo que ha supuesto dejar de hacer calles, arreglar consultorios y cualquier tipo de obra por el hecho de estar dentro de la Reserva, fondos que desde 2010 están suprimidos. “¿Cómo que pinos no?” alzó la voz Soto para recordar los ingresos que ha generado en la Sierra y el perjuicio a la población “en octubre nos vamos a enterar ¿dónde vamos a ir a coger castañas y dónde vamos a ir a recoger setas?” interpelaba ante los manifestantes. Se abre otro frente con la Junta por el rechazo a ayudar a los ganaderos afectados por el último incendio “provocado” y cuyo autor se llevaba la máxima condena con la oleada de incendios que afectan a la provincia.
Exigió “las avionetas que se cargan en Valparaíso que estén todo el año” en alusión a tener todos los medios de prevención y extinción los doce meses del año. La pregunta “¿dónde estaban ese maldito viernes 17?” cuando se desencadenó la peor tragedia de la Sierra.
Para Boya reclamó la concentración parcelaria, en uno de los pueblos donde se cultivaban de las mejores patatas de la zona. Soto hizo un llamamiento a los alcaldes “para defender a los vecinos” ante las presiones de la Junta para silenciarlos. En este caso, la alcaldesa de Villanueva de Valrojo es la única que ha asistido a todas las manifestaciones que se han convocado a lo largo de la provincia.
Queremos gente trabajando todo el año en el monte
El alcalde de Boya, Florentino Gil, pidió “gente trabajando todo el año en el monte” y recalcó la necesidad de recuperar las cuadrillas, de 8 ó 9 componentes que hacían mantenimiento del monte todo el año y participábamos en extinción de incendios” y ahora están con cuatro o cinco trabajadores y no se reponen las están dejando morir, solo quedan la de Ungilde y Ferreras de Abajo”.
Para el alcalde “si quieren que se mantenga el monte, tienen que empezar por ahí”. Además de completar las cuadrillas “que hagan alguna más” por la amplia extensión que ocupan para trabajar “no nos podemos partir”. En el término pedirán compensaciones para los propietarios de pinos afectados que vieron convertidas sus fincas en terrenos forestales al propagarse el pino “y lo difícil que es revertir esos terrenos”, y señaló que no se dejaba cortar a los titulares ningún pino, ni hacer quemas controladas, ni concentración parcelaria al no ser un pueblos con prioridad ganadera. El monte es una selva “para pasar tenías que entrar por las sendas de los ciervos. Estaba todo asalvajado”.
