La Unión Europea (UE) avala la protección del lobo en toda España y aboga por garantizar la coexistencia de la especie con el pastoreo.

Así se recoge en una carta remitida por los comisionados de Agricultura, Janusz Wojciechowski, y Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevièius, a los gobiernos de la Unión, a la que ha tenido acceso La Nueva España (del Grupo Prensa Ibérica, al que pertenece LA OPINION-EL CORREO). Las autoridades comunitarias han elaborado un documento en el que se incluye información en torno a la posición oficial de la Unión respecto al lobo y los grandes carnívoros y consejos sobre cómo abordar los conflictos entre las especies estrictamente protegidas, como el cánido, y las actividades humanas.

Grandes carnívoros

“Los grandes carnívoros, y el lobo en particular, han regresado después de mucho tiempo a zonas en las que estuvieron ausentes durante décadas”, destacan los comisionados en la misiva. Esta situación, admiten, plantea “problemas de coexistencia” debido a la depredación del lobo sobre el ganado, “concretamente en aquellas regiones en las que el pastoreo u otros sistemas tradicionales de gestión y protección del ganado fueron abandonados tras la erradicación de los lobos”, como ocurre en diferentes lugares de España.

El documento incluye ejemplos y referencias de “buenas prácticas de gestión” para reducir los conflictos, al tiempo que se garantiza la protección de la especie. “Por ejemplo, prevención y compensación de daños al ganado; participación de las partes interesadas en la elaboración de planes de conservación y gestión, y en el seguimiento y mejora del diálogo entre las partes interesadas. Además, suministro de información, asesoramiento y asistencia técnica”.

El texto aborda asimismo aspectos como la posibilidad de “controles letales” en casos excepcionales; la gestión de los híbridos de perro y lobo, y de los llamados “lobos audaces”, o el uso de trampas de “captura suave”, sin muerte. Finalmente, los comisionados revelan las diferentes posibilidades de apoyar las medidas de coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva a través de los fondos de la UE y las ayudas estatales.

Los dirigentes comunitarios resaltan que las poblaciones de lobo están recolonizando “partes de su área de distribución histórica” en Europa, pero matizan que la especie sigue estando sometida en la actualidad “a importantes amenazas y presiones, como por ejemplo la matanza ilegal, y sólo ha alcanzado un estado de conservación favorable en unos pocos estados miembros”. No es el caso de España y Portugal, donde el último informe de la UE detalla que el estado de la especie sigue siendo desfavorable y continúa sin recolonizar zonas de su antigua área de distribución, sobre todo en el sur de la Península y algunas áreas cercanas al litoral costero.

“La actual recuperación del lobo en Europa es un éxito de conservación que ha sido posible gracias a la protección legal, a una actitud pública más favorable, así como a la recuperación de sus especies presa (por ejemplo, el ciervo y el jabalí) y al aumento de la cubierta forestal”, explican los comisionados a las autoridades de los países de la UE. Además, la recuperación del lobo contribuye a los objetivos de la Estrategia de Biodiversidad de la UE hasta 2030, subrayan.

Resolución del Parlamento Europeo

Wojciechowski y Sinkevièius recuerdan que, en junio de 2021, una resolución del Parlamento Europeo se refirió a la recuperación de grandes carnívoros y en particular del lobo, y pidió a la Comisión y a estados miembros “las medidas adecuadas para abordar los conflictos socioeconómicos relacionados con la coexistencia de las actividades humanas con los grandes depredadores, como las medidas preventivas y de compensación, garantizando su protección”.

“En consonancia con este llamamiento, la Comisión seguirá apoyando un sistema de coexistencia global y eficaz, adecuado a nuestros paisajes multifuncionales europeos”, anuncian los autores de la carta. “Esto implica acompañar el restablecimiento y la conservación de las poblaciones de lobos hasta un estado de conservación favorable con iniciativas específicas para abordar los impactos en las actividades económicas y sociales”, expresan los comisionados.

Admiten que lograr ese objetivo requiere “inversiones a varios niveles, para apoyar la información, la educación, la prevención de daños al ganado y la compensación, la asistencia técnica, el diálogo y la participación con y entre las partes interesadas”. Resaltan que las ayudas directas a los Estados miembros y a las partes interesadas siguen estando disponibles; por ejemplo, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), “siempre que los Estados miembros así lo decidan y programen”, para medidas preventivas que ayuden a reducir el riesgo de daños de los grandes carnívoros.

Ayudas

Estas ayudas incluyen inversiones “de hasta el 100 por ciento para la instalación de vallas de protección, la compra de perros guardianes y la construcción de refugios para los pastores que permanecen cerca de los rebaños, así como estudios para analizar los métodos de cría extensiva de animales en presencia de carnívoros”, recogen los comisionados. “Además, los costes derivados de los trabajos adicionales de control y mantenimiento de las vallas de protección y del pastoreo pueden ser cubiertos por las ayudas agroambientales”, añaden.

“Todas las posibilidades actuales de ayuda en el marco de los programas de desarrollo rural se mantendrán en los futuros planes estratégicos de la PAC (Política Agraria Común)”, anuncian los comisionados. “Además, para hacer frente a los daños que no pueden prevenirse, los estados miembros pueden crear, con la ayuda del Feader, instrumentos de gestión de riesgos, para compensar las pérdidas de ingresos dentro de ciertas condiciones y límites. Los estados miembros también pueden establecer regímenes de ayuda estatal para compensar hasta el 100 por ciento de los daños causados por los animales salvajes protegidos”, concluyen.

Lespre

La UE avala así la decisión adoptada el pasado mes de septiembre por el Ministerio para la Transición Ecológica de ampliar la protección del lobo a toda España (hasta entonces solo estaba amparado al sur del río Duero), incluyendo todas las poblaciones existentes en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (Lespre). Esta decisión cayó como una bomba en el sector ganadero, que se opone al nuevo estatus del lobo. También las cuatro comunidades del Noroeste –Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria– rechazan la orden ministerial y la han recurrido.

La petición de las regiones para suspender cautelarmente la aplicación de la protección del lobo en toda España ha sido rechazada por los tribunales de justicia. Queda aún por dilucidar en sede judicial, entre otros asuntos, si la orden ministerial invade competencias autonómicas.