"Este borrador no responde a las necesidades reales del campo de Castilla y León", ha declarado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, tras la firma del Acuerdo de Alegaciones al Proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022-2027.

El documento ha sido suscrito por Junta, todas las diputaciones a excepción de la de León, las cuatro organizaciones profesionales agrarias con representación en la Comunidad (Asaja, Upa, Coag y Uccl), la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) y la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero).

La falta de regulación en la cuenca es la gran demanda patente en el acuerdo que presenta "peticiones esenciales y necesarias ajustadas a la realidad", según Carnero, "que tiene como único objetivo un uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío".

Alegaciones unánimes

"Más regulaciones y superficie de regadío", ha resumido Carnero sobre los objetivos principales del documento secundado por las opas e instituciones castellanoleonesas.

La falta "de perspectiva" frente al reto demográfico y la priorización de los objetivos ambientales frente al beneficio social y económico, tres pilares "sin equilibrio", son otros de los puntos transversales de las alegaciones, que concluyen que este planteamiento "perjudica la actividad agraria y el desarrollo de regadíos en Castilla y León".

"Se demanda ejecutar de forma urgente actuaciones para mejora de aguas subterráneas", exige el documento para un planeamiento del "uso sostenible" de las aguas subterráneas, entre las que se incluyen las cuatro masas de agua indicadas en el Plan, tres de ellas con presencia en la provincia de Zamora: Tordesillas-Toro, Los Arenales-Tierras de Medina y La Moraña y Los Arenales y Tierra del Vino.

Sobre contaminación difusa, la postura común es la oposición a la prohibición total de conceder derechos concesionales para ganadería y regadíos en zonas vulnerables en mal estado químico o riesgo de estarlo.

En relación a las nuevas zonas de regadío que el plan contempla para ejecutar en este horizonte, buena parte ya están ejecutadas o a punto de hacerlo, por lo que cuando se apruebe el plan ya estarán en funcionamiento. Por lo que 18.473 hectáreas no son nuevas, denuncia el documento, que indica que el incremento real de regadío serían 15.842 hectáreas.