Andrés Castaño Fernández es el nuevo presidente de la Asociación para el Estudio y la Promoción de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto, que mañana domingo celebrará su octava jornada de exaltación en Alcañices.

–Usted fue desde la más tierna infancia un alistano errante por las circunstancias de los tiempos y las necesidades.

–Así es. Nací en el seno de una familia alistana integrada por Tomás Castaño, de Alcorcillo, y María Fernández, de Figueruela de Arriba. Soy el mayor de cinco hermanos. Mi padre trabajaba en el Icona y mi madre en Correos, por lo cual, dado que su trabajo no le dejaba tiempo libre, con sólo dos años me ingresaron interno en el colegio del Amor de Dios de Alcañices. Aunque era muy pequeño lloraba mucho cada vez que me dejaban con las monjas los lunes por la mañana para recogerme los viernes por la tarde, pero nunca me he arrepentido.

–¿En cuántos pueblos alistanos ha vivido en su vida?

–En tres. A los nueve años ya me fui a estudiar al colegio comarcal Santa María Egipciaca de Mahíde. Hasta los 12 años viví en el Alto el Gestil, junto al cuartel de la Guardia Civil. Por aquel entonces Mahíde estaba lleno de gente y de rapaces y solo me veía con los niños de la Quinta, barrio situado junto a Las Eras, en el colegio. Luego nos fuimos a vivir a San Pedro de las Herrerías. Continúe mis estudios de bachillerato en el instituto de Muga de Sayago y los de Capacitación Forestal en Coca, provincia de Segovia. Con 22 años hice la mili en Salamanca y con 22 aprobé las oposiciones de Agente Forestal. Mi primer destino fue la montaña palentina y un año después regresé, donde vivo desde hace 30 años.

–¿Qué significa para Aliste y los alistanos la Capa Parda?

–Es algo muy especial por su significado e historia. Una joya. Estamos ante la auténtica seña de identidad de nuestros pueblos, gentes y costumbres a lo largo de la historia, acompañó a nuestros antepasados en los momentos más importantes de sus vidas, los más felices y los más tristes, pues se utilizaba el día de la boda pero también en señal de luto en los entierros y en procesiones de la Semana Santa. Es la pieza más emblemática de la indumentaria tradicional alistana, una joya del patrimonio material y parte imprescindible de nuestra historia, de la que nos sentimos orgullosos y debemos de preservar para conocimiento y disfrute de las generaciones venideras. No podemos ni debemos olvidar nuestros orígenes para saber hacia donde hemos de ir. Tener en casa una capa parda alistana es un orgullo para cualquier familia.

–¿Está garantizada a medio y largo plazo la elaboración y la restauración de esta prenda?

–Afortunadamente si. Por desgracia en los últimos años han fallecido grandes sastres como el señor Juan Gallego Baz de Bercianos, que era un referente en elaboración de capas y de hecho de sus manos salieron la mayoría de las que desfilan cada año en su pueblo en la “Carrera” del Jueves Santo, así como en la Semana Santa de Zamora. También falleció Domingo Fernández Martín, de San Vitero. Ahora han tomado el relevo tres mujeres alistanas: Rafaela Fernández Ramos, de San Vitero; María Pérez Blanco, de Bercianos y Magdalena Alonso Garrido, de Mahíde. Sin olvidarnos que tenemos otras como Herminia Esteban, Cristina Lazo y Beni de la Iglesia. Ellas reconocen que desde la creación de Apeca en 2013 han sido muchas las capas encargadas.

–¿Existe alguna manera de aprender a restaurar y elaborar capas alistanas?

–Efectivamente, en Trabazos funciona desde hace ya varios años el taller de Aulas de Música de Aliste y Tras Os Montes que tiene de monitora a Chari Hernández. En Alcañices está el taller de la escuela de folclore de Manteos y Monteras donde la profesora es Herminia Esteban Franco. Gracias a sus enseñanzas numerosas personas, en su mayoría mujeres pero también algún varón, están aprendiendo tanto a restaurar capas pardas alistanas antiguas como a elaborar capas nuevas. Ello nos permitirá contar con artesanos y artesanas que mantendrán la tradición.

–¿Cuál es el objetivo de la Jornada de Exaltación?

–En 2013 la primera Junta Directiva la organizamos con la intención de dar a conocer la asociación y con el objetivo principal de que las capas pardas alistanas, que llevaba lustros guardadas en viejas arcas de madera, vieran de nuevo el sol y así pudimos ver verdaderas joyas, ponerlas de nuevo en valor y que no perezcan bajo las temidas polillas o en manos de algún anticuario que las terminará vendiendo en el extranjero, y que nunca más las volveremos a ver. Años más tarde, lo que comenzó siendo un encuentro de socios y apasionados de la prenda, se convirtió en una jornada grande de exaltación, de hermandad y convivencia, donde se ha honrado a personas e instituciones entregando la Capa de Honor, muy en particular a las gentes de su tierra de origen: Aliste.

–¿Cómo se vivirá ahora tras el duro golpe de la pandemia?

–Después de 20 meses sufriendo los efectos de la pandemia del coronavirus, y una vez que nos decidimos a llevar a cabo una nueva jornada de exaltación, la octava, la verdad es que los socios están respondiendo a este llamamiento con gran satisfacción y aunque no veamos grandes aglomeraciones, como en la última de 2019 en Rabanales, esperamos un importante número de asistentes. En todos los actos se extremará el cumplimiento de las medidas sanitarias por que lo primero es garantizar la salud.

–¿Tenéis pensado algún acto o relación con Portugal?

–Sí. Las relaciones con los trasmontanos siempre han sido magníficas y en esa línea vamos a seguir. Recientemente mantuvimos un encuentro con la nueva presidenta de la Cámara Municipal del concelho de Miranda do Douro, Helena María da Silva Ventura Barril, que nos mostró su interés por nuestra asociación y en acudir a la exaltación como embajadora de la capa de honras mirandesa. La relación con el anterior presidente, Artur Nunes, era también excelente.

–¿Cuál es la capa alistana más antigua que se conoce?

–Es muy difícil de concretar con exactitud. Sabemos que se conservan algunas de antes de 1900, por las cuentas que echan sus propietarios, al heredarlas de sus bisabuelos y tatarabuelos. En la de Perfecto Pérez de la Iglesia, de San Vitero, aparece grabado el año de fabricación 1912.

–Este año no habrá Capa de Honor a causa de la pandemia.

–Efectivamente. Hemos vivido unos tiempos muy difíciles y nuestro deseo es que este año simbólicamente dedicar ese reconocimiento a toda la humanidad y un merecido recuerdo a aquellos que nos dejaron durante la pandemia y a su familiares y amigos, un homenaje que queremos extender a cuantos han ayudado a luchar contra el Covid-19, muy en particular a los sanitarios. En estos momentos lo más importante para todos es la salud, con la esperanza de que esto acabe y en 2022 podamos recobrar la normalidad.

–¿No se merece la prenda una protección oficial acorde a su importancia social e histórica?

–Sin lugar a dudas. Las familias alistanas, los hombres y mujeres, hemos conseguido mantenerla como algo imprescindible y aunque bien es verdad que sufrió el olvido propio producido por el éxodo rural y la decadencia del negocio agroganadero, ha resurgido con fuerza saliendo de las arcas a la calle, y eso es muy importante para su preservación. Llegados a este punto todos coincidimos en que la capa parda alistana de honras y respeto se merece la declaración oficial de Bien de Interés Cultural, como un patrimonio material único en la península ibérica. Más pronto que tarde las instituciones y la asociación tendremos que unirnos y afrontar el reto de realizar un estudio histórico a fondo y tras ello solicitar su declaración BIC a la Junta de Castilla y León.

–¿Quiénes han sido los artífices de que se haya mantenido viva en tiempos difíciles?

–La Hermandad Penitencial del Santo Entierro de Bercianos de Aliste ha sido sin lugar a dudas la gran valedora de la capa, pues los cofrades llevan utilizándola desde hace más de cuatro siglos ininterrumpidamente en las procesiones de Jueves y Viernes Santo. Mientras en la mayoría de los lugares dormían el sueño de los justos, ellos siguieron dándole valor. Gracias a ello en 2014 la Junta de Castilla y León declaró la Semana Santa de Bercianos BIC de carácter inmaterial, pero no sólo sus procesiones, sino los enseres utilizados en ellas, como la capa parda alistana. La Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo del Amparo de Zamora, fundada en 1956, también procesiona con ella cada Miércoles Santo. Por su parte nuestros pastores han sido quienes han mantenido viva la capa de pastor, más sencilla, y pastores como Sabinín de Pobladura la utilizan en el día a día y este mismo año la llevó en la trashumancia veraniega hacia las sierras de Sanabria.

–Por desgracia también ha habido penosas historias que sólo oírlas causan tristeza.

– La verdad que a veces te cuentan historias que dan pena. Muchas capas, antiguas y auténticas joyas, que de haberse conservado hoy podrían valer más de 600 euros, terminaron utilizadas para tapar las patatas en el corral y protegerlas de las heladas en invierno. Otras se malvendieron a anticuarios o se cambiaron por un pantalón de tergal que valía mil pesetas. Finalmente algunas han quedado sepultadas al caerse las viejas casas abandonadas en los pueblos con todas las pertenencias de sus últimos moradores. Una pena.

–De bien nacidos es ser agradecidos, eso decimos los alistanos. Hay gente que se ha desvivido por la capa parda.

–Así es y queremos agradecer su trabajo, impagable labor y tesón a nuestros primeros presidentes, Ricardo Flecha Barrio y Félix Marbán Junquera, que además fueron quienes iniciaron los trámites para fundar Apeca, agradecimiento que extendemos a todos los socios y a instituciones como los ayuntamientos, Mancomunidad Tierras de Aliste y Diputación de Zamora por su apoyo. Desde 2019 no hemos celebrado actos y en este período hemos perdido a grandes colaboradores como el señor Jesús Vara Garrido, pastor de San Vicente de la Cabeza, al que se le impuso la Capa de Honor a los pastores y que falleció en mayo de 2020. Un mes después fallecía en Constantim el señor Aureliano Ribeiro, sastre artesano portugués que cada año venía a España a la jornada de exaltación, y que además hizo muchas de las capas mirandesas que hay en la Raya.

–¿Quiénes pueden ser socios de Apeca?

– Muy sencillo. Puede ser socio cualquier persona que así lo desee, desde los más niños a los más mayores mayores, los hay de todas las edades. La cuota es de 15 euros al año. Para hacerse socios solo hay que contactar personalmente, vía telefónica o por correo electrónico con la Junta Directiva.

El subdelegado de Defensa conoce de primera mano el icono de Aliste

El subdelegado de Defensa en Zamora y coronel del Ejército de Tierra, Vicente González Martín, celebró en la Subdelegación de Defensa en Zamora una reunión con Apeca representada por su presidente, Andrés Castaño Fernández, y los miembros de la Junta Directiva Felipe Carlos Fernández Miguel y Mariano Fernández Corrales. El militar mostró mucho interés por todo lo referente a la emblemática prenda alistana y todo lo que tiene que ver con las tradiciones, recordando que se fue muy joven de Zamora, con poco más de 18 años, para iniciar su carrera militar, volviendo a su tierra 40 años después. Orgullosamente vistió una capa que “pesa un poco, pero me siento muy arropado con ella, no tardaré mucho en hacerme con una capa alistana”. El militar zamorano que ha participado en misiones de paz en Kosovo, Irak, Afganistán y Líbano ahora está centrado en el proyecto de Monte la Reina.

El subdelegado de Defensa y tres miemberos de la directiva de Apeca. | Ch. S.