A pesar de contar con una estación de tratamiento de agua para la eliminación del arsénico, inaugurada hace dos años tras el castillo, Sanidad ha vuelto a detectar en los grifos de Villalpando niveles de este mineral superiores al valor límite permitido.

Tras el análisis de una única muestra tomada el 22 de septiembre, Sanidad ha declarado semanas después el agua de la villa terracampina como “no apta para el consumo humano” por contener 10,7 microgramos por litro –el valor límite permitido es de 10 microgramos–.

El Ayuntamiento que preside Félix González Ares informó a la población mediante un bando municipal, al tiempo que encargó nuevos análisis a la empresa que gestiona la potabilización del agua –la sociedad pública Somacyl–, para monitorizar la evolución del nivel de arsénico en la red.

Una muestra recogida por Somacyl una semana después de la que tomó Sanidad reflejó un nivel de arsénico de 6,7 microgramos por litro de agua, una cantidad inferior al máximo permitido.

De igual modo, informaba la Alcaldía en un bando, los análisis realizados por Somacyl en septiembre, en fechas anteriores al que hizo Sanidad, presentaban unos valores de arsénico de entre 5,2 y 6,3 microgramos por litro de agua, también por debajo de ese límite de 10 microgramos. Sanidad no ha informado de la toma de nuevas muestras por su parte después del 22 de septiembre.

El último análisis que llevó a cabo Somacyl, sin embargo, no sirvió para volver a declarar oficialmente “potable” el agua de Villalpando en el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC) puesto que este organismo exige que la muestra sea tomada en el mismo punto de la red. Sanidad había usado una fuente pública ubicada junto al Camino del Cementerio, y la empresa uno de los grifos del edificio del ayuntamiento. Por eso, Somacyl ha tomado una nueva muestra en dicha fuente, con la intención de demostrar la ausencia de niveles preocupantes de arsénico en la red.