Villanueva del Campo ha recibido las obras de Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del municipio, destinada a mejorar la calidad del suministro para los más de 800 habitantes.

Las nuevas instalaciones eliminan el alto contenido de hierro y los elevados valores de turbidez detectados en el agua de los pozos de captación y pueden llegar a tratar 500 metros cúbicos al día que podrían aumentar a los 700 metros cúbicos.

Las obras, que han contado con un presupuesto de adjudicación de 153.670 euros, han sido financiadas de acuerdo al Plan Sequía 2020 de la Diputación de Zamora, representantes que ayer visitaron las obras encabezados por el diputado de Medio Ambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez Domínguez.

La modernización de la instalación de Villanueva ha estado motivada por los análisis del agua de la localidad, que arrojaban un resultado por encima de los límites permitidos en hierro, con valores que revelaban entre 400 y 500 miligramos por litro cuando el máximo permitido de 200 miligramos por litro, además de demasiada turbidez.

Por ello, se ha optado por construir una planta de tratamiento de agua potable basada en un proceso de aireación previa y tratamiento mediante filtración por diversos tanques, de tal manera que se garantiza la reducción del contenido de hierro y turbidez hasta los límites marcados por la normativa vigente.

Debido a la variación muy acusada de los valores de consumos y contaminación, ha sido necesario construir dos líneas de agua con equipos colocados en paralelo, así como la reutilización de un depósito enterrado de 100 metros cúbicos de capacidad, que se encontraba en desuso y que se ha acondicionado e impermeabilizado para permitir al menos contar con 300 metros cúbicos de almacenamiento de agua tratada para conseguir abastecer de mejor manera a la red.

La instalación se ha proyectado para alcanzar unos valores punta en los meses de verano de 500 metros cúbicos al día, que podrían llegar a 700 en un funcionamiento de 20 horas.

La solución adoptada consiste en elevar el agua desde el sondeo para verterlo en el depósito de agua bruta de 30 metros cúbicos, donde se realiza una cloración previa con el fin de que precipite el hierro que pasa posteriormente a un Filtro Bicapa donde se elimina este elemento.

A continuación, se pasa por un filtro con sistema Katalox y finalmente se deposita el agua tratada en el depósito de distribución enterrado que se ha recuperado, en el que se aportará cloro libre que estará regulado con una estación de medición.

La nueva planta de tratamiento cuenta con todo un sistema de válvulas motorizadas y de control continuo de cloro y pH, todo ello regulado mediante cuadros eléctricos, lo que la convierte en una de las plantas más modernas de la provincia.