Medio centenar de vecinos de Rozas (municipio de San Justo) y San Juan de la Cuesta (municipio de Robleda-Cervantes) se concentraron espontáneamente este lunes en Rozas para denunciar el acoso y los ataques frecuentes de una manada de perros, que pertenecen a una explotación ganadera de San Juan.

Con su presencia ante el domicilio de la última víctima atacada por los perros, un joven de 14 años, quisieron denunciar la situación por la falta de control de los mastines que andan libremente por las calles de los pueblos atemorizando y atacando a personas y mascotas. “Vienen en manada y asalvajados” resumía el padre del joven herido. Los vecinos reiteraron que “no tenemos nada en contra de la ganadería, ni de las ovejas, ni del pastoreo pero sí con los perros” ante su peligrosidad.

El último ataque se produjo este lunes cuando un grupo de cuatro jóvenes, de entre 14, 15 y 17 años, regresaba del río por el camino tradicional para ir a casa con sus dos perros, dos cachorros de 11 meses y 7 meses. En un primero momentos llegaron dos perros grandes a por el cachorro de 11 meses y posteriormente aparecieron más, seis o siete. El joven Pablo llevaba el perro atado y trató de evitar que le mordieran alejándose e interponiéndose sin poder evitar el ataque. Otro de los jóvenes relataba que Cuando vio que el perro grande estaba en el medio “me he puesto a gritar por si alguien nos oía”.

En medio de ese acoso, Pablo sufrió varias mordedoras de los mastines, una de ellas en un brazo que ha necesitado 11 puntos de sutura y una herida en un dedo, que ha precisado otro punto de sutura, además de varias dentelladas en una pierna. El cachorro sufrió múltiples heridas.

El otro joven que llevaba con correa el cachorro más pequeño también se vio rodeado de seis o siete perros y “me dieron por la espalda y me caí y se me soltó la correa”. El pastor llegó junto al grupo de tres jóvenes. “Si tuviera que describirlo con una palabra sería “pesadilla”” resumía uno de los jóvenes que además lo describía “como una película”.

Brazo vendado de la última persona mordida por los perros. | A. S.

Los jóvenes describieron la pasividad del pastor incluso cuando “los perros se venían a nosotros y no hacía nada para retenerlos”. Su comentario fue que “no os preocupéis que está todo bien, cuando todavía uno de los perros seguían haciendo lo que estaban haciendo”. Después se encaminó para ir a buscar a Pablo. El joven herido afirmó que “El pastor llegó cuando le apeteció llegar, tampoco hizo nada”. Con el pastor delante los perros seguían mordiendo a su cachorro.

Los padres de algunos de los jóvenes al no localizarlos, no les cogían el teléfono, bajaron preocupados a buscarlos. En un primer momento los padres de la joven del grupo solo vieron a tres de ellos, con el cachorro más pequeño, mientras que a Pablo no lo vieron hasta que llegó acompañado del pastor que les dijo “no pasa nada”. Los padres, también los de Pablo, que fueron llegando le recriminaron la situación al propietario de los mastines. Los chavales señalaron una contradicción del pastor que “primero dijo que le había mordido una de las mascotas y luego señaló a la otra”.

Tras avisar al 1-1-2, el joven fue trasladado al centro de Salud de Puebla en ambulancia para curar y suturar las heridas, además de permanecer 24 horas en observación en su domicilio. La Guardia Civil abrió el atestado a la espera de formular denuncia por parte de los padres. José Antonio, el padre del joven mordido, señala que lo que está provocando el descontrol de los perros “es alarma social” y que los perros se mueven como una manada. Los servicios Veterinarios también se desplazaron para curar y poner en cuarentena a los perros.

Vecinos de San Juan, donde está la ganadería, también denuncian las situaciones de peligro en las calles con 21 perros que tiene el ganadero, 17 de ellos mastines, hasta el punto que “no podemos ni salir de casa ni salir a pasear”. Además de la mala relación que mantiene el ganadero con el resto de residentes y veraneantes.

Describen el día a día “antes de salir las ovejas salen los perros como en batida, dan una vuelta por la zona a ver si encuentran algo y vuelven ya con las ovejas ¿Cuándo se ha visto que los perros salgan delante de las ovejas”. El último ataque fue el día 5 y mordieron a una mujer que pasea por el camino a Rosas, en El Escalero, y precisó 7 puntos y mataron al perro que le acompañaba. Vecinos y veraneantes aportaban su experiencia de verse rodeados y tener que subirse a farolas o a árboles dentro del pueblo. En otras ocasiones se han metido dentro de las vallas e incluso se han subido encima de los coches.

En Rozas, por su parte, han comunicado al Ayuntamiento de San Justo la situación para prohibir el paso de los perros por el pueblo y en las zonas de pasto, y que cruzan a otro término municipal diferente al de la explotación. No hay problema con que pasen las ovejas pero “no este descontrol de perros”. Los vecinos reiteran que andan sueltos por el pueblo al margen de que sean perros de trabajo y tengan que acompañar a las ovejas. En esta situación calculan que llevan unos dos o tres años, porque antes no andaban por el pueblo “y ahora se nos meten en las casas”. Han sido numerosas las denuncias por mordeduras. “Estamos secuestrados en nuestra casa, ni salir podemos” decía una de las vecinas de San Juan. Advierten que “un día va a pasar una desgracia” afirmaban vecinos en Rozas. El ambiente de indignación era evidente en la concentración espontánea.