Bercianos de Aliste abrió ayer en su Centro de Interpretación de la Semana Santa la muestra sobre la capa parda alistana “Arte, Vecindad, Trabajo y Religiosidad” como homenaje y tributo a la prenda emblemática de la comarca que, desde la noche de los tiempos, ha acompañado a los alistanos durante toda su vida a nivel individual y comunitario, social, humano y religioso.

Tributo y homenaje a cuantos alistanos y alistanas han contribuido de una u otra manera a su elaboración y preservación: pastores y pastoras, zagales y zagalas, que cuidaban las ovejas de Castellana negra; hilanderas y elaboradores de los paños pardos; encargados de los batanes y por último los sastres que convertían las telas de lana en capas pardas de honras y respeto. También a quienes las portaron en pedidas de mano, bodas, viáticos, entierros y celebraciones de la pasión de Cristo.

La cofradía del Santo Entierro y la asociación cultural San Mamés de Bercianos ha logrado ofrecer una muestra abanderada por calidad y cantidad, cuidando hasta el último y más mínimo detalle, donde puede apreciarse la grandeza y belleza de la mítica prenda con 46 capas alistanas. Una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Diputación de Zamora (Cultura y Turismo) y la Universidad de Valladolid (Cátedra de Estudios sobre la Tradición).

Las visitas, siempre guardando los protocolos y medidas establecidas a causa de la pandemia del Covid-19, son gratuitas, en horario de 9 a 14 horas, de martes a domingo.

La capa parda alistana de honras y respeto ha pervivido hasta nuestros días gracias a dos factores relacionados entre sí: la cofradía del Santo Entierro de Bercianos y el histórico sastre Juan Gallego Baz. Esa fue la conclusión unánime de los presentes ayer en la inauguración oficial de la muestra sobre la prenda.

El éxodo rural iniciado en la posguerra (acuciado en la década de los sesenta) trajo consigo una despoblación galopante condenando a la capa alistana al olvido y a la desidia. Los tiempos de gloria dieron paso al desatino, terminando muchas en el corral para tapar las patatas y librarlas de las heladas de otoño e invierno; o a intercambios incongruentes: “En 1967 heredé de mi abuelo una capa parda que llevaba en la familia desde 1812. Un día vino un anticuario y creí que lo engañaba, pero me engañó: me cambió unos pantalones de tergal por la capa que había aguantado en casa 155 años. Los pantalones me duraron siete meses”, señala un octogenario del Bajo Aliste reconociendo que “ha sido la mayor barbaridad que he hecho en la vida y que nunca me perdonaré. Cambié una joya por unos trapos”.

Bercianos de Aliste se mantuvo, sin embargo, fiel a sus raíces y tradiciones, y mientras casi todos daban la espalda a los paños pardos, la cofradía del Santo Entierro siguió utilizándola en los cortejos fúnebres de “La Carrera” de Jueves Santo (todos lo cofrades) y en el Santo Entierro de Viernes Santo (mozos y ancianos).

Manteniendo su uso a la antigua usanza, ello traía consigo mantener la sastrería y ahí estaba el ilustre Juan Gallego Baz, el sastre de Bercianos, sin prisa pero sin pausa, elaborando en su casa junto al río Aliste la mayor parte de las capas que hoy desfilan en Bercianos y también en la Semana Santa de Zamora.

Juan Gallego Baz es uno de los protagonistas de la muestra y una de las capas expuestas es la que elaboró en 1971 para el fotógrafo Rafael Sanz Lobato, que ahora descansa en Bercianos junto a sus míticas estampas.

En un pueblo donde la pasión y muerte de Cristo es parte de su pasado y de su presente, y también lo será en el futuro, ha tomado la alternativa en la elaboración de las capas una mujer, María Pérez Martín, que confeccionó las dos capas que se exponen permanentemente en el Centro de Interpretación de la Semana Santa. Es ella además una de las personas que más ha trabajado y más horas ha dedicado para que la exposición pueda ser admirada por todos.

También está presente la obra de Rafaela Fernández Ramos, de San Vitero, que fue quien elaboró la capa donada en el Vaticano al papa Francisco.

El diputado de Cultura y Turismo, Jesús Prada, flanqueado por las modistas Rafaela Fernández, de San Vitero, y María Pérez, de Bercianos. | | CH. S. Chany Sebastián

La capa parda alistana es similar en toda la comarca, no obstante en la exposición se exponen prendas donadas por particulares de 23 pueblos. De Bercianos una docena de ellas, más la de Rafael Sanz Lobato.

La Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto, presidida por Andrés Castaño Fernández, ha donado seis capas originarias de Tola, Las Torres, Palazuelo de las Cuevas, San Vitero, Losilla y Ribas. La junta directiva de la cofradía del Santo Entierro de Bercianos está compuesta por ocho miembros: Fernando González Rodríguez (presidente), Rubén Pérez Pérez (vicepresidente), Dominga Martín García (secretaria), Juan Lorenzo Blanco (tesorero) y como vocales Marciano Pérez Blanco, Diego Pérez Pérez y Pedro del Río García.

Pedro García del Río, cofrade y miembro del cabildo del Santo Entierro señala: “La capa parda alistana de honras y respeto ha estado presente en estas tierras desde siempre, siendo utilizada en las pedidas de mano, bodas y era obligatorio portarla en los entierros como seña de luto, y en los santos oficios y las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo. Además de ser prenda de abrigo en invierno. Bercianos y la capa parda han estado y siempre estarán unidos".

El Centro de Interpretación de de Semana Santa de Bercianos de Aliste es ya vista obligada para quienes se acerque a tierras alistanas.