Los problemas de cobertura móvil que sufren los vecinos de Las Torres de Aliste les obligan a subir a las zonas más elevadas del pueblo, a las que hace referencia su propia denominación, en busca de señal para poder realizar una llamada.

Las Torres es conocida, entre otras cosas, desde los años ochenta del siglo XX por tener instalado el “repetidor de las Torres”, –entonces el segundo más grande de la provincia de Zamora junto al de “El Viso” en Bamba del Vino–, para dar cobertura de televisión a los pueblos alistanos de los dos canales públicos: TVE-1 y La 2. Al lugar fueron llegando luego otros repetidores de telefonía móvil que dieron solución a muchos pueblos de Aliste y La Carballeda menos, cosas de la vida, al pueblo donde se ubican.

Laurentino Peláez Lorenzo, concejal del PP en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mahíde de Aliste y alcalde pedáneo de Las Torres destaca que “en el lugar denominado “El Rechano”, ubicado en la propia localidad, existen antenas de telefonía móvil, tanto Vodafone como Movistar, y unos por otros no atienden la necesaria cobertura mínima ni para poder llamar al médico en caso de urgencia”.

Llegaron las nuevas tecnologías y los vecinos de Las Torres, cuyo casco urbano se ubica en la parte baja de la ladera que da al río Aliste, en su margen izquierda, sufrieron la impotencia de ver que no había manera de poder utilizar sus teléfonos móviles e internet a pesar de ser una de las localidades con más repetidores de telefonía y TV por número de habitantes de España. La solución, se dieron cuenta los vecinos, pasa por salir de casa y buscar zonas elevadas. Así fue como descubrieron que dentro del casco urbano la torre de la iglesia parroquial de San Julian y San Basilisa es uno de los lugares donde sí alcanza cobertura suficiente.

Una alternativa de alto riesgo que, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población es de la tercera edad, octogenarios y nonagenarios, puede ser origen de algún accidente grave y poner en serio peligro la vida de las personas a la hora de subir y bajar por las empinadas escaleras del campanario.

La otra alternativa es salir hacia “La Cuesta” o la zona del cementerio, algo asumible de día, pero una temeridad de noche en caso de una urgencia. Día tras día viviendo una situación tan incongruente y anómala como insostenible, los vecinos dieron con una solución viable y accesible económicamente para todos: el llamado “repetidor celular”, lo que en la industria de las telecomunicaciones inalámbricas es conocido como el BDA (que no es otra cosa que un amplificador de señal celular inalámbrico bidireccional). Se trata de un dispositivo utilizado para levantar la señal de telefonía en viviendas donde la señal llega muy escasa o con dificultad. Para ello se usa una antena de recepción que normalmente se instala en el mismo mástil de la de la televisión y ya dentro del inmueble se ubica un amplificador y una antena de redispersión interna. El precio de todo el equipo de amplificación suele rondar los 90 euros.

Un aparato que, según los vecinos, “es mano de santo, pones el amplificador y tienes señal en toda la vivienda. Para Las Torres, a falta de repetidor local, era la solución perfecta, pero resulta que es ilegal. Efectivamente, según los expertos en la materia, “interferir en las frecuencias asignadas es un delito” y puede derivar en la denuncia de una empresa y las correspondientes multas.

Y eso fue lo que sucedió en Las Torres cuando técnicos de una empresa privada de telecomunicaciones al parecer detectaron interferencias y pusieron los hechos en conocimiento de la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones de Zamora. Inmediatamente un inspector se desplazo a Las Torres y comunicó a los vecinos las dos alternativas, retirar los “repetidores celulares” domiciliarios o, en caso de mantenerlos, exponerse a sanciones económicas. Con los amplificadores fuera de servicio todo el gozo en un pozo: niños, jóvenes y mayores camino del campanario, de La cuesta o del cementerio para poder hablar por teléfono.

La Corporación Municipal del Ayuntamiento de Mahíde, a través de su alcalde el popular Roberto Cisneros Sanabria, ha dirigido sendos escritos al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y a la Delegada de la Junta de Castilla y León Clara San Damián. trasmitiéndoles que “El pueblo de Las Torres se ve afectado por defectos en la cobertura de telefonía móvil que se pueden resumir en la falta de cobertura y perdida de señal de telefonía: La preocupación es muy grande motivada por la ausencia de atención médica continuada y la ciudadanía precisa de llamar por teléfono al Centro de Salud de Aliste ubicado en Alcañices a cualquier hora del día y en la mayoría de las ocasiones eso resulta imposible”. Por ello "se ruega la inmediata solución a este problema de cobertura d las operadoras Movistar y Vodafone”.

Laurentino Peláez pide soluciones: “Resulta muy triste que se esté todo el día hablando de la España Vaciada y de repoblar los pueblos cuando si no es nos dan unos servicios adecuados a los tiempos y las necesidades, si no se mejora la calidad de vida en el medio rural, lo que vamos es a terminar por marcharnos los pocos que quedamos. La telefonía es hoy día un servicio vital, imprescindible, porque si tenemos que llamar al medico por una urgencia establos hablando de la vida o la muerte.

El municipio de Mahíde de Aliste (Las Torres, Pobladura, San Pedro de las Herrerías y Boya) cuenta en la actualidad con 316 habitantes (178 varones y 138 mujeres), muy lejos de su mayor índice poblacional allá por 1960 cuando se llegó a contar con 1.1417 empadronados. En Las Torres hay empadronadas 59 personas (36 hombres y 23 mujeres) un número que en el mes de agosto se duplica e incluso se triplica alguna vez. Antaño fue uno de los pueblos más grandes de Aliste y llego a contar con 409 habitantes en 1950, 454 en 1960 y 415 en 1970. En los años setenta sufrió el éxodo rural con una emigración galopante pues perdió en diez años 234 personas que se vieron obligadas a buscarse la vida lejos de su tierra, quedándose sólo 181 vecinos.