Pereruela impulsará su Centro de Interpretación del Barro para potenciar la tradición alfarera de la localidad y la cultura como un atractivo que atraiga a nuevos tipos de visitantes.

El museo, que permaneció cerrado durante todo el 2020 debido a la pandemia de Covid-19, resurge gracias a una subvención de la Diputación Provincial de Zamora al Ayuntamiento de Pereruela, que preside Jesús Carnero, que de esta manera ha podido reabrir el centro en el mes de abril, y hasta el próximo septiembre.

Oscar Redondo, un joven natural de Pereruela e historiador, es el nuevo director del Centro de Interpretación del Barro que pretende convertir el edificio en un nuevo espacio cultural para el disfrute de los habitantes de la localidad y de los turistas.

Pereruela, que cuenta con siete casas rurales en el municipio, estuvo entre los 50 municipios rurales más visitados de España el pasado año. Su proximidad a la ciudad de Zamora, su ubicación geográfica como puerta de entrada a los Arribes del Duero y a la ciudad portuguesa de Miranda do Douro, y sin duda su alfarería popular convierten a este pueblo en un lugar de visita obligada para los turistas que llegan de diferentes puntos de España a conocer la provincia de Zamora. En 2020, el auge del turismo nacional, y en especial del turismo rural, también beneficiaron a pueblos como Pereruela, dentro de todas las dificultades que ha atravesado el sector desde el inicio de la pandemia.

A todos estos activos, el proyecto diseñado por Oscar Redondo para el Centro de Interpretación del Barro convertirá a este espacio en el quinto motivo para acudir a conocer Pereruela. Entre las piezas de alfarería elaboradas a mano por las mujeres de la localidad sayaguesa: hornos, cazuelas, tinajas enormes, se sucederán conciertos, monólogos y otras actuaciones culturales, además de exposiciones temporales de distintos temas. La idea es atraer a un público diferente al museo, más joven, que durante su visita descubrirá también el tesoro etnográfico y artesanal que se preserva a pocos kilómetros de la ciudad de Zamora, en Pereruela.

Revitalizar

Los eventos culturales se programarán en los meses de julio y agosto, los más intensos para el sector turístico, “unos dos o tres cada mes”, explica el nuevo director dispuesto a revitalizar el Centro de Interpretación.

El museo alfarero está ubicado en el edificio que antiguamente ocupaba el acuartelamiento de la Guardia Civil, y aún conserva un amplio patio y las caballerizas originales. En estos espacios se acogerán demostraciones de alfarería en vivo y talleres para que los visitantes puedan ver de primera mano, e incluso probar, cómo se trabaja el barro en Pereruela de forma artesanal, para convertir la tierra del suelo en preciados hornos y utensilios para la cocina.

Estos talleres se ofrecerán en ocasiones de forma simultánea a las actividades culturales, para que los visitantes del Centro de Interpretación del Barro disfruten al mismo tiempo de la música y de los secretos ancestrales de la alfarería de Pereruela.

Obviamente, todos los actos se organizarán garantizando las distancias interpersonales y velando por el cumplimiento de todas las medidas de seguridad que dicten las autoridades sanitarias en cada momento del verano.

Junto a la exposición de piezas de alfarería –algunas destacan por su antigüedad y otras por su belleza– la joya de la exposición es el documental editado en 1997 por Eugenio Monesma que muestra todo el proceso artesanal de la alfarería a través de Olegaria Merino, una vecina de Pereruela que recoge con sus propias manos el barro del suelo, talla con paciencia y esmero cada pieza, recoge urces para encender el fuego y, con la ayuda de su marido –solamente en este último paso– enciende y cuida el horno de leña que cocerá las piezas de cerámica para que perdure.

El programa cultural del Centro de Interpretación del Barro se abrirá ca partir del 24 de junio con la exposición de cuatro piezas del proyecto artístico “Neo-Rupestria”, del salmantino Rodrigo Díaz Sánchez, cuya obra estará presente este verano en el Museo Etnográfico de Castilla y León, en Zamora.