ASAJA, COAG y UPA muestran su rechazo al documento "Bases para la elaboración de una estrategia para la conservación y la gestión del lobo (Canis lupus) en España". Las organizaciones agrarias solicitan su paralización inmediata "ya que entendemos que el proceso que debe abrirse es absolutamente contrario al que se propone y porque previamente no se ha retirado la inclusión del lobo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE) que es la alegación presentada por ASAJA, COAG y UPA en el proceso de consulta de la Orden Ministerial que modificará el anexo del Real Decreto 139/2011".

Antes de lanzarse a aprobar un nuevo Plan Estratégico del Lobo, "entendemos que lo prioritario seria estudiar la eficacia que ha tenido el Plan estratégico actual. Para ello, es necesario comparar cuál era la situación del lobo en nuestro país cuando se redactó el Plan y cuál es la situación en este momento, cosa que, sorprendentemente no conocemos por falta de censos actualizados". argumentan las organizaciones agrarias.

Los sindicatos consideran que "antes que cambiar algo que parece que ha funcionado razonablemente, lo que corresponde, es la realización de un censo nacional de la población de lobos para conocer su número de manadas y su dispersión geográfica, así como el número de ataques a la ganadería, animales muertos y heridos en esos ataques, y con todos estos datos, evaluar la necesidad o no de elaborar un nuevo Plan".

 Además, según ASAJA, COAG y UPA, "deberían mantenerse reuniones e intercambio de opiniones y propuestas con las Organizaciones Profesionales Agrarias, con ONGs medioambientalistas, Expertos y CCAA afectadas, donde se trate entre otros aspectos, la situación poblacional del lobo, la coexistencia con el sector ganadero, posibles medidas para facilitar esa coexistencia, control poblacional y medidas y compensaciones frente a los daños".

 En el mismo comunicado, denuncian "la nula participación de los colectivos ganaderos, principales afectados por las poblaciones de lobos, en los foros, en los comités técnicos de seguimiento o en consultas para la implementación de medidas que van dirigidas y afectan al sector agrario".

 Las organizaciones agrarias justifican que "rechazamos estas bases porque en sí mismas son ya una estrategia que solo persigue la expansión del lobo por la geografía española y su conexión con lobos de Francia e Italia, sin tener en cuenta las consecuencias económicas, sociales y medioambientales para los ganaderos y la población del medio rural. Rechazamos, por tanto, que el sector ganadero, hombres y mujeres del campo y del medio rural queden supeditados y menospreciados por un planteamiento político que sitúa la expansión del lobo como el objetivo principal al que han de supeditarse todos los demás. Rechazamos que el objetivo político para la expansión del lobo se sitúe también por encima de otros objetivos, y que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) olvida que la ganadería extensiva ha constituido tradicionalmente una actividad esencial para el mantenimiento del medio ambiente y de forma especial en las áreas de montaña. Generadora de empleos y economía, la ganadería extensiva y el mantenimiento de razas autóctonas ha resultado fundamental en la gestión de los recursos y la ordenación del territorio, habiendo contribuido de forma determinante a la conformación del legado natural y la biodiversidad".

Abandono de explotaciones familiares

El comunicado advierte que "el modelo sostenible ligado e integrado en el medio ambiente puede desaparecer provocando el abandono de explotaciones familiares, y el abandono del medio rural contribuyendo al grave problema de la España Vaciada, con el impacto social y económico que esto conlleva".

Este rechazo también incluye algunas de las propuestas, "que desconociendo el sector ganadero y las condiciones del territorio, se dedican a dar recomendaciones de guarda y manejo de los rebaños, con las que indirectamente culpabilizan a los propios ganaderos de los ataques de lobo que padecen. No se deben pasar por alto las profundas transformaciones que el medio y la población rural han experimentado en las últimas décadas. Además, hay que tener en cuenta que, en las áreas con presencia de lobos, se producen daños en ganado aun cuando el sistema de manejo se realiza con presencia continua de pastor con el rebaño o perros mastines".

En su lista de razones, ASAJA, COAG y UPA expone que "rechazamos una valoración tan sesgada del conflicto que conlleva la coexistencia con el lobo, criminalizando la actuación del sector ganadero y sin reconocer que la problemática viene dada por la expansión geográfica del lobo y su exponencial incremento poblacional. Esta situación deriva en un incremento del número de ataques en las explotaciones ganaderas, sin que la Administración competente establezca medidas dirigidas a conseguir una rápida compensación y al inmediato control poblacional".

Con este documento, "la Administración ha olvidado que los ataques de lobo no solo provocan importantes perjuicios económicos, una desestabilización de las producciones y del programa de producción y de cría, sino también, un importante y grave impacto emocional en el ganadero. Está claro que los daños y secuelas que quedan en una explotación ganadera tras sufrir un ataque de lobo no han sido contemplados y vuelve a ser el sector ganadero el que debe cargar con un determinado nivel de daños, pues no se menciona en ninguna parte el compromiso de la viabilidad económica de las explotaciones".

También manifiestan que "como ya hemos manifestado con anterioridad y volvemos a incidir, solicitamos la paralización inmediata de la decisión adoptada por la que pretende considerar al lobo ibérico (Canis lupus) como especie no cinegética, hasta que no haya habido un diálogo y consenso con las Comunidades Autónomas más afectadas y con la representación del sector ganadero, con la finalidad de realizar una evaluación real de las consecuencias económicas, sociales y medio ambientales que esta medida ocasionara para el sector agrario y para el medio rural".

Indebida proliferación

Las implicaciones de este cambio de estatus de la especie son enormes, según exponen los sindicatos agrarios, "pues impedirán un manejo dirigido al control de ejemplares, que evitaría una indebida proliferación, con el fin de minimizar los daños a la cabaña ganadera".

Actualmente, recuerdan las organizaciones firmantes "el lobo ibérico es una especie en expansión en España. Su número no ha dejado de crecer en las últimas cuatro décadas y sus poblaciones en el noroeste peninsular son las de mayor densidad de toda Europa occidental. Esta abundancia, unido a la presencia de explotaciones de ganado extensivo en las zonas rurales, está generando un conflicto, que se ve agravado con medidas como las que pretende adoptar el Ministerio. Por tanto, los ganaderos/as, no entendemos que el Canis lupus precise una protección especial, como no lo hace en los países de nuestro entorno donde las medidas de control son más rigurosas".

 Por todos estos motivos las organizaciones Asaja, COAG Y UPA rechaza el documento de bases para la elaboración de una Estrategia para la Conservación y la Gestión del lobo en España, y solicitan "la apertura de un proceso participativo con especial relevancia de las Organizaciones Profesionales Agrarias, que elabore un plan Estratégico del lobo en el que se presente cual es la situación poblacional del lobo en España, que integre medidas sobre la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva, medidas de control y gestión de la especie y de prevención y compensaciones de daños".