Los vecinos de La Hiniesta volverán a disponer de agua potable en los grifos de sus hogares a finales del próximo mes de marzo. Esta es la previsión del Ayuntamiento, que ha decidido instalar una depuradora para paliar la presencia de los elevados índices de arsénico que impedían su consumo desde el pasado mes de septiembre.

El proyecto tendrá un coste de 40.700 euros y ya ha sido aprobada inicialmente en el pleno celebrado el pasado 30 de diciembre, además de haber sido publicado en el Boletín Oficial de la Provincia para anunciar su periodo de exposición pública.

El presupuesto correrá a cargo de las arcas municipales, en concreto, por medio del remanente de Tesorería acumulado de ejercicios anteriores, una vez que ha sido eliminado el techo de gasto marcado a los ayuntamientos.

La decisión del Ayuntamiento de costear en exclusiva el presupuesto de la nueva depuradora ha sido tomada tras contactar con la Diputación de Zamora, que se ofreció a sufragar gran parte de la financiación del proyecto. Sin embargo, la tramitación de la obra a través de la institución provincial suponía una considerable demora en los plazos de ejecución. “La disposición de la Diputación ha sido muy buena, pero suponía que la obra no estaría lista hasta junio del año que viene y no queríamos asumir tanta demora”, explica el alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas. Aún así, la institución provincial se encargará de la revisión del proyecto y se ha comprometido a prestar apoyo económico para esta obra en el presupuesto de 2021.

Desde que se detectó la presencia de arsénico en el agua corriente el pasado mes de septiembre, los vecinos han usado dos estaciones de tratamiento de agua potable portátiles instaladas por la Diputación Provincial, una junto a la iglesia de la localidad y otra junto a la báscula. Sin embargo, las bajas temperaturas de los últimos días han causado problemas puntuales de estos puntos de suministro, al quedar inutilizados temporalmente como consecuencia de las heladas. La avanzada edad de gran parte de los vecinos también complica el uso de estas estaciones de depuración, a las que tienen que trasladarse a diario a obtener agua potable.