La reunión solicitada a las distintas administraciones por el alcalde de Galende, José Manuel Prieto Ramos, ha sido pospuesta hasta el mes de febrero. La alcaldía había convocado a las diferentes administraciones, el día 8 de enero, víspera de la conmemoración del 62 aniversario del fallecimiento de 144 vecinos del pueblo por la rotura de la presa de Vega de Tera.

En esa reunión se pedía y proponía a las diferentes entidades públicas medidas para evitar o reducir el impacto de las inundaciones recurrentes en los pueblos de la cabecera del Lago de Sanabria, Ribadelago y Ribadelago Nuevo. Esta reunión se planteó tras las inundaciones registradas en el mes de diciembre, donde los daños no fueron mayores “porque menos mal que el pasado año limpiamos algunas zonas”, como ya reconoció en su momento el alcalde.

La alcaldía reclama a las administraciones, especialmente a Confederación Hidrográfica del Duero, una actuación conjunta “ante los efectos sufridos en los pueblos de Ribadelago Nuevo y Viejo pertenecientes al municipio de Galende con motivo de las crecidas del agua e inundaciones del Tera que preocupan a este Ayuntamiento, así como a los vecinos de las citadas localidades”.

A esta reunión fueron convocados representantes de la Confederación, Subdelegación del Gobierno, Endesa y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.