La pandemia del COVID 19 ha situado en la diana a las residencias de ancianos, un colectivo especialmente vulnerable que está pagando los efectos del virus con miles de vidas. Sin embargo, entre las noticias desalentadoras que a diario abruman a la sociedad debido al rosario de centros infectados, surge la luz cuando trascienden ejemplos de residencias “limpias”, impenetrables para el virus que desde el pasado mes de marzo tiene en vilo a todo el mundo.

Es el caso de la Residencia Belén de Almeida de Sayago, un centro gestionado directamente por su propietario, el Ayuntamiento de Almeida, que lo construyó en el año 2.000. Con 38 plazas, de las cuales actualmente están ocupadas 36, una pendiente de ingreso y por tanto una más libre, la residencia registra una ocupación media del 90% y una edad media de 90 años. Ancianos que en su mayoría son de Almeida, 22, y el resto de pueblos del entorno que pagan una cuota media de 1.000 euros, oscilando entre los 950 de los válidos y los 1.300 que abonan las personas con un grado 3 de dependencia; los residentes censados en el pueblo tienen un descuento del 8%.

"La clave está en la política de personal, no escatimar medios; nuestro beneficio es solo social"

¿Puede haber una clave que explique tan esperanzador balance en tiempo de pandemia?. “La política de personal. Cuando los servicios sociales se llevan desde una empresa privada siempre van a buscar un beneficio, es legítimo; pero si el planteamiento nace de una institución pública, como en nuestro caso es el Ayuntamiento, lo normal es que no se escatimen medios” argumenta Miguel Alejo, alcalde de Almeida de Sayago. “Nuestros beneficios son exclusivamente sociales” incide el gestor de una residencia municipal que, tras atravesar graves problemas económicos con un alto volumen de deuda y demandas judiciales de trabajadores por impagos, el próximo año conseguirá sanear el “agujero” con una dotación de más de 500.000 euros en el presupuesto municipal de 2021. “Hemos tenido ofertas para llevar la gestión, pero las hemos descartado” apunta el alcalde.

Almeida, la residencia “cero COVID”

En la Residencia Belén, las 38 plazas son atendidas por 21 trabajadores que forman el grueso de la plantilla municipal formada por 25 puestos fijos y 5 temporales. “El 75% del presupuesto en la partida de Personal se destina a la Residencia” precisa el regidor. De las arcas municipales salen los sueldos para pagar a la directora, médico, enfermera, fisioterapeuta, diez gerocultoras de las cuales dos se han contratado durante el COVID para reforzar a la plantilla, tres cocineras, dos limpiadoras, una persona encargada del comedor social y otra persona contratada específicamente para mantener la comunicación con las familias durante la pandemia.

"La plantilla se ha reforzado durante la pandemia con dos gerocultoras y una persona para mantener el contacto con las familias"

Un periodo que está obligando a extremar las medidas sanitarias con controles periódicos que, hasta la fecha, han dado el resultado más ansiado: cero COVID. “Se han realizado tres pruebas PCR a los trabajadores y residentes, y a partir de ahora y hasta que llegue la vacuna vamos a adquirir test serológicos para hacerlos cada 15 días a la plantilla y específicamente después del puente de la Inmaculada, después de Navidad, Año Nuevo y Reyes” precisa el alcalde. “El objetivo es seguir con cero positivos y para ello hay que tener especial cuidado después de las grandes fiestas”.

Además, a lo largo de la pandemia el régimen de visitas se limita, “siempre de acuerdo con las familias”, a la presencia física de los familiares solo en caso de enfermedad. En estos casos “contamos con una sala especial, siempre que sea necesaria la presencia de un familiar por razones humanitarias”.

El centro de atención a los mayores se ha convertido en la “gran empresa” del Ayuntamiento de Almeida concebida como un servicio social que a la vez es el mayor motor de empleo en el municipio. “Los mayores son una gran fuente de trabajo en el mundo rural y nuestro objetivo es vincular ese yacimiento al desarrollo del pueblo” opina el alcalde.

El Ayuntamiento proyecta ampliar los servicios sociales a la atención de los ancianos en sus casas

En ese contexto se entiende el proyecto de ampliación de los servicios en el propio domicilio de los mayores. “Es una apuesta en la que queremos contar con el apoyo de la Diputación, en la línea que ellos también están marcando. La idea es extender los servicios sociales a una población mayoritaria. En Almeida, más de la mitad de la población tiene 65 años o más y ese porcentaje irá en aumento. Esas personas requieren una atención y el Ayuntamiento estará ahí, en colaboración con otras instituciones o entidades como Cruz Roja. Pero es que ese servicio genera trabajo, muy especialmente para las mujeres rurales, y asienta población”.

Creación de empleo, atención sanitaria y servicios sociales son los ejes que vehiculan la acción de gobierno del Ayuntamiento de Almeida. Un objetivo de presente y también de futuro, a decir de su alcalde, el socialista Miguel Alejo.