Japón utilizará en Asia datos del boletus del proyecto experimental de Rabanales

Detrás del estudio y la promoción del Boletus edulis de las jaras de la comarca de Aliste y la prevención de incendios está Pablo Martín Pinto, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias e investigador del Instituto de Gestión Forestal Sostenible con sede en Palencia, dependiente de la Universidad de Valladolid. Este llegó a tierras alistanas hace ya veinte años para realizar un estudio de productividad del Boletus edulis en los jarales alistanos concretamente en las localidades de Mellanes y Rabanales.

En el año 2000 se puso en contacto con el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta para llevar cabo su proyecto de investigación. A su vez contactó con los técnicos y agentes medioambientales de la Comarca Forestal de Aliste, con los cuáles ha estado trabajando desde entonces e investigando como optimizar la producción de Boletus edulis asociados a los ecosistemas dominados por las jaras (Cistus ladanifer).

La investigación se ha centrado “fundamentalmente en cómo gestionar de una forma racional estos ecosistemas de matorral, que son pirófitos y peligrosos desde el punto de propagación del fuego y a la vez disminuir la severidad de posibles incendios en estas zonas, a la vez de promocionar la producción de hongos comestibles de interés, principalmente el exquisito Boletus edulis”. El estudio se ha centrado en un sistema de parcelas permanentes que se establecieron en Rabanales y Mellanes y se ha trabajado sobre la gestión de matorrales intermedios y matorrales maduros con diversas técnicas.

De las investigaciones, estudios y resultados obtenidos en el municipio de Rabanales de Aliste proviene ahora un nuevo proyecto de envergadura nacional que se va a escalar en la “Zona Oeste” de la Península Ibérica para poder establecer unas pautas de gestión en las zonas de matorral con doble finalidad: prevención de incendios y optimizar la producción de Boletus edulis.

Los resultados del proyecto piloto en Aliste demuestran que las “zonas de matorral más productoras son los jarales intermedios, en los que convendría hacer alguna labor cultural de entresaca para que entre más luz, ya que muchos jarales están muy densos y la luz no penetra en el suelo. Y en los jarales que son maduros o sobremadurados convendría un rejuvenecimiento de estas masas para aumentar productividad y poder acceder a esa productividad de una manera más óptima y mejorar los rendimientos”.

Las expectativas que ahora tiene por delante el equipo de investigación es exportar el proyecto alistano a Tábara y San Martín y a las provincias de León y Badajoz para hacer un gradiente ecológico “Norte-Sur”, viendo las características del tipo de suelo y tipo climático que puedan afectar a estas producciones”.

En días pasados el profesor Pablo Martín Pinto visitó los montes de Tábara acompañado por el alcalde del municipio Antonio Juárez para elegir las parcelas que acogerán el inicio del proyecto de investigación a nivel nacional. Por una lado eligieron una amplia zona de matorral de jara intermedia con una edad de entre los 10 y los 15 años. Se trata de un terreno de propiedad municipal ubicado en el oeste de la localidad y de gran productividad micológica. Por otro lado se eligió una zona de jaras viejas, de entre 20 y 25 años, situadas al norte del municipio. En ambas zonas se van a realizar actuaciones de desbroce, entresaca y recortes de jaras para estudiar la producción en los próximos años. Por la tarde, Luis Manuel Fernández Canas, el experto micólogo tabarés, acompaño al investigador, a su localidad natal, San Martín de Tábara, donde también fueron escogidas varias zonas de jarales propicias de estudio.

Los estudios y comprobaciones de los efectos preventivos se realizarán en jaras intermedias (desbroce del 50%) y en jaras envejecidas (desbroce total y quema controlada): “Si se pudiera sería perfecto”. Se elegirán cuatro parcelas para cada uno de los con cinco tratamientos diferentes: Masa intermedia control, intermedia desbroce 50%, envejecida control, envejecida desbroce total con tractor y envejecida con quema controlada.

Las parcelas de muestreo serán de 100 metros cuadrados cada una aunque éstas se suelen ubicar en una zona tratada más amplia para eliminar el llamado efecto borde. La idea sería poder tener los lugares seleccionados y hacer los tratamientos en octubre de 2021, por lo cual se han empezado a tomar datos del suelo en noviembre de 2020. La próxima semana se seleccionarán las parcelas en León, Cáceres y Badajoz para completar la exportación de la experiencia piloto de Mellanes y Rabanales.

Pablo Martín, ha contribuido a promocionar a nivel mundial la Aliste: entre los llegados para estudiar las parcelas de experimentación micológica de Mellanes y Rabanales, aparte de sus alumnos, también hay investigadores y profesores de universidades de más de 50 países de todos los continentes admirados de la variada producción micológica en los ecosistemas alistanos y muy en concreto de Boletus edulis.

El y su equipo se han convertido en embajadores de Aliste en otros lugares del mundo a la hora de contar las experiencias y resultados en congresos internacionales que se están celebrando n medio planeta, quedándose sus participantes impresionados con los resultados de las investigaciones. Recientemente se celebro en Japón la conferencia más importante de hongos comestibles a nivel mundial y allí se habló de Aliste y ya han firmado un convenio entre la Universidad de Valladolid y los nipones para utilizar los datos obtenidos en la comarca de Aliste en el país del Sol Naciente.

Durante estos veinte años han estado encantados de trabajar en Aliste y los trabajos han ido de la mano, diseñados y consensuados entre el gestor (Junta) e investigadores (Universidades), con la colaboración del Servicio Territorial y agentes medioambientales de la Comarca Forestal de Aliste.